Eustaquio dormía solo, al fondo de la casa desde aquella ves
que, tras una discusión, su mujer le había botado de la alcoba;
esta alcoba estaba comenzando el predio, luego del jardín
Aquella noche de martes trece, a eso de la una de la madrugada
se acerca a la alcoba semi oscura y se arrimó a la cama,
dolido, le pide perdón a su mujer que descansa
Dice:
"No puedo vivir apartado de ti, Irisela, Te quiero
No puedo conciliar el sueño Ya estubo bien discutir nimiedades"
Le pide que responda a su ruego pero ella calla
"Estará dormida?", se pregunta Ve que se mueve debajo de la frazada
Le toca su frente y esta bien fría, entonces, le dice:
"Te hace falta calor Voy a echarme a tu lado" pero al punto
recibe un codazo en el brazo que le hace cambiar de ánimo y rezonga:
"Mierda contigo! No cambias!" y regresa a su cuarto del fondo
Por la mañana, Eustaquio, al levantarse y vestirse para salir al trabajo
siente ardor en el brazo y ve un moretón considerable
"Ah carajo! fíjate lo que me ha hecho!" espetó Y va a la cocina
y le enseña a su mujer que servía el desayuno y le pone al corriente
Esta hace caer los utensilios de pavor y aclara:
"¡Yo no he sido He dormido en el cuarto con los niños!"
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