"Estábamos obligados a levantar el brazo
saludar servilmente al Gran Señor
endiosando con salves su egregia figura
pero dentro de mi ser había gran dolor
Aquél había a mi padre encarcelado
sufría, aun, pena dura en la mazmorra
Entonces, como todos levantaban el brazo
la empuñé con el dedo mayor saliente
Segundos después sentí el golpe seco,
el culatazo de un fusil AKM
que reventó y brotó sangre de mi mano
Me lo dio un oficial a su servicio
al verme tan joven-trece años- solo refunfuñó
y siguió adelante con la comitiva
Nadie de los que espectaban me defendió
pero yo estaba conmigo contento
había expuesto al mundo mi parecer
Me iba formando rebelde mi carácter"
(adaptado entrevista)
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