martes, 11 de agosto de 2020

ALANIA PANDEMIA M11

Cuando llegué a la tienda
Sobre una mesa cubierta, Lana,
con una frazada Santa catalina

Abrigada, inicial noche al arcano
Tras beber el trago del abandono

Dos tigres mirándose uno a uno
Estampado en el cobertor de lana
No sabía si la llevaban a su selva
O querían protegerla del marido

En el cuarto le corté sus prendas
La vi desnuda sus líneas perfectas
A pesar de tener tantos hijos
solo  la ajaban las estrías 

Cómo no reconocerla, Lanita,
Degradado cónico único
derrier que a mi gusto veía
sin ligas que la molestaran

Tan perfecta de frente o perfil
Tan perfecta de espalda
tan perfecta  brazos en jarras
cuando se enconaba con otras

-trapecio equilátero invertido
convergía a un solo punto:
espina iliaca postero superior-

de donde se abría, sobria,
pomposamente ¡posa mente!
formando un cuenco simétrico
que quitaba el aire a cualquiera-

Por más que me haga mueca
era la única persona atrevida
a vestir la mortaja frambuesa
que trajo su hija Cris Morena

Parecía dormida pero adusta
No fue  difícil meterla a la caja
La cerré herméticamente
Luego quemé el mandilón

Llamé a Phil y Friz para sacarla
Afuera los otros, y unos vecinos,
qué, se habían enterado;
-conservando la distancia social-
Daban aplausos a la vecina guía
como dirigente había hecho mucho 

No era posible esta peste inaudita
se lleve así no más una de nuestras 
fundadoras, lamentó un vecino

Sobre una mesa, un par de velas
Un cuadro grande de ella
con sus ojos turbados por la partida

Perfecta barbilla, más en su mirada
un gesto de perenne infelicidad

El portón del auto antes de cerrar
le rezaron padrenuestro  avemaría 
y el llanto de toda la familia conmovía
pero no querían tocar la caja siquiera

El auto berlina negro elegante, sobrio
aumentado considerablemente 
el volumen trasero, zona de carga, 
listo estaba  para partir, dije:

Solo una persona puede acompañarme

Sabía, era el hijo mayor Friz 

El resto lanzando pétalos la despedía
Flaqueándo piernas, de rodillas
cabizbajos, levantaban sus brazos

Entró de copiloto el mayor
y estábamos a punto de  partir

Cuando llegó jadeante un hombre
que había bajado de un taxi
que se parqueó adelante

El hijo no quería cederle la butaca 
intervino Cris Morena y vecinos 
a favor que asistiera  el padre
Friz, a regañadientes dio el asiento 

Hablar sobre su esposo fue ...
Pero para que mejor lo conozcan 
en el trayecto al cementerio
le hice varias preguntas 
y por sus respuestas  os conoceréis.
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(1) Alania
(2) públicas
(3) en cualquier cementerio

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autor jrosual

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