jueves, 23 de enero de 2020

Nicanor Parra

A fines de los setenta se enamoró de Ana María Molinare, una mujer casada que, ocho años después, se arrojó por una ventana. Desolado, en lugar de matarse él también, escribió su hermoso poema “El hombre imaginario”, en que todo es imaginario, menos el dolor.

EL HOMBRE IMAGINARIO por Nicanor Parra


El hombre imaginario
vive en una mansión imaginaria
rodeada de árboles imaginarios
a la orilla de un río imaginario

De los muros que son imaginarios
penden antiguos cuadros imaginarios
irreparables grietas imaginarias
que representan hechos imaginarios
ocurridos en mundos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios

Todas las tardes tardes imaginarias
sube las escaleras imaginarias
y se asoma al balcón imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en un valle imaginario
circundado de cerros imaginarios

Sombras imaginarias
vienen por el camino imaginario
entonando canciones imaginarias
a la muerte del sol imaginario

Y en las noches de luna imaginaria
sueña con la mujer imaginaria
que le brindó su amor imaginario
vuelve a sentir ese mismo dolor
ese mismo placer imaginario
y vuelve a palpitar
el corazón del hombre imaginario


de Hojas de parra (Santiago, Ganímedes, 1985)


Nicanor Segundo Parra Sandoval (San Fabián de Alico, 5 de septiembre de 1914-La Reina, Santiago, 23 de enero de 2018) fue un poeta, matemático y físico

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