viernes, 7 de diciembre de 2018

Poemario FINAL 56


56

Yo también tuve una rara muerte
Dijo otra voz desde la niebla espesa:

» Acostumbraba frotar la espalda
En la balaustrada al levantarme
para alinear mis huesos cervicales
Lazaba mis dos manos en la nuca
Me recostaba sobre el madero
Desde el comienzo de la espalda
Hasta las vértebras lumbares
Pero esa madrugada la barra cedió
y caí –fatal- de nuca, tres pisos »

Otro, desde la masa de aire frío, dijo:
Yo, igual, pero del estribo de un bus
Era una media estación imprevista
Iba con mi chompa “v “color roja
Estaba de pie en la parte de atrás
Vi uno, sentado, se quitaba la prenda
por el repentino bochorno dentro

» Estacionado el bus, hice lo mismo
Remangué, cubriéndome la mocha
Quedé a oscuras par de segundos
En ese instante, arrancó el carro
Pensé al pedestal sostenerme
(Esa, que hay en toda escalinata)
Con mal cálculo que me fui al vacío
Desnucándome en el asfalto »

Desde el país de la polución, dijo otro
que cuando hablaba soltaba olor acre:
Mi caso fue por idiota
El ciego pedía limosna en el micro
Detenido  el bus por el semáforo
Cuando llegó al final del salón
por el estribo de atrás se bajó
-no tenía puerta de seguridad, y
el bus no iba aparcado a derecho-
Los pasajeros gritaron al chofer:
- ¡los carros, los carros lo van arrollar!
(Había cambiado la luz a verde)
Entonces, bajé para ayudarle cruzar
Cuando un auto, no adivinando mi hacer
me embistió, me levantó en alto
Y lo último que vi, llegar tranquilo el ciego a la vereda

Entonces ese murmullo de voces
Así como llegaron así se fueron
Por un trampilla con bisagra
- especie de gatera- que quedó
 oscilando por acción del viento.

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autor Jrosual

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