miércoles, 5 de diciembre de 2018

Poemario FINAL 53 y 54



53

Entonces, recordó en mí                  
En su amigo del barrio
Que se fue al otro lado
Hace más de cuarenta años
Cuando todo era diferente

Todo lo contado hasta aquí,
La oportunidad de verle,
fue un premio que me dio
Anubis, cordón de plata

Una regla en el Lugar Refinado
Para los Anhelantes de noticias
Cuando uno de nuestra estima
Está por venir al Nuevo Prado
nos comisionan llevarlo
Ser heraldo del Nuevo hermano

Esperarle en la Estación Azul
Y llevarle por el Pasaje Iniciático
Al sitio donde estará siempre

-Perdóname amigo Johnny,
Me dijo luego del abrazo,
Tanto tiempo sin visitarte
Aunque tuve intenciones      
¡Tanto eran los pabellones!
Que me fue difícil ubicarte

»Había ido previo a tu casa
A la casa de la ensenada
para preguntar a tu familia
a dónde te habían cambiado
en el inmenso camposanto

»Cerro chabola, en sus calles,
niños harto jugábamos-

»Y ya no estaba tu casa
Ya lo habían vendido
Como hice con la mía
Ingratos fuimos
Con nuestras causes

»Pero sepa usted amigo Johnny
siempre he recordado esa etapa
feliz de nuestra alborada
Perdóname amigo »

-Olvídate de eso, no te preocupes
Vamos a jugar con Los amotinados(2)
y te haremos un campito –le dije-
para usted, amigo cabezoncito
que recién has llegado, ¡albricias!
__
(2) presos amotinados en las prisiones de Lurigancho y El frontón en junio de 1986  que tuvo como consecuencia la represión de los militares ocasionando casi 300 presos muertos.



54

-Tanto tiempo dormido te meces
en la eterna cuna de los calveces

»¿Qué hacemos aquí, amigo Johnny
cuando debíamos estar pulsando bolas
en el paño verde paño sobre las troneras?
Apostando la mesada
importándonos  vivir la vida,
no, que nos viva, juerguear, reír, hacer planes
para jugar la liga distrital?
¡Cuánta falta me has hecho, amigo!

»Perdóname,
En vida nada pude ofrecerte
Solo compañía fiel para ir por doquier

»Recuerdo una vez, tu cumpleaños
Te quise ofrecer una entrada
Para ver un partido en el Nacional

»Te dije, Ven a mi chamba
A eso de las tres, y nos vamos al punto

»Viniste Me hiciste seña desde la vereda
Mi padre te conocía
Pero mi padre era padre
para lo que le concernía
Para orientar al hijo al camino recto
pero no, para lo que también necesitaba:
interactuar con otro de mi edad

»Te vio con aspereza -cometí el error
Pedirle permiso cuando sigiloso debí
escaparme contigo-
No aceptó  que saliera
Y desde la puerta del negocio
Celoso cuidaba mis movimientos

»No me quedó remedio salir y decirte
Johnny, mi viejo no me da permiso
Otro día será…
Y tú, amigo Johnny,
Como era tu manera de ser
Alzaste el brazo alto y ligero
Como mandándome a rodar
Diciendo, ¡Eres una falla…!
Y te volviste molesto a tu casa
Perdóname amigo…»

-Verdad, ya me había olvidado
No tengo nada que perdonarte
Más bien tengo que aclarar
Dejamos de frecuentarnos
porque me incliné al amor ciego
Tatiana, aquella que tenía un hijo

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autor Jrosual

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