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La
mañana siguiente, un sol inusual
Dijo
él: -¿Qué te parece mi casa nueva?
-Qué,
¿no es del dueño de tu labor?
-Claro,
pero esa empresa es nuestra
Mientras,
tomaba sus manitas, dijo
Ya casi está lista ¡echemos un vistazo!
Y la
llevaba a la sala del primer piso,
En
la cocina se detuvieron y agregó:
Mi bella Flor, tus manitas aderezaran
aquí nuestras comidas sin mucho ají
y estaré pendiente pronto regresar
-del trabajo- para juntos
merendar
Bajo
sus párpados, sus ojos brillaron
y le
siguió por los demás cuartos
Faltaban
–notó- unos acabados
Oyó decir,
antes del mes lo ocuparían
Al
patio medio de la primera planta:
Aquí lavarás ajuares a nuestro
bebé
Sonriente
sus albos dientes, oyó
centrifugaba
invencible lavadora
El
cuarto del fondo lleva a la costura:
Pondré allí un televisor sobre la mesa
(Estiró
desnudos brazos dando forma )
Y sus novelas para que la entretuviera
-¡A
mí no me gusta novelas! Advirtió
-bueno,
un estante de libros apilaré
<
Obras que de mi casa vieja traeré
<
y en una velada recitaremos, sugirió:
<
a Neruda Huidobro Bécquer o Vallejo
-o
Alfonsina Storni… que me has prestado
-Una
poeta muy sensible con final trágico
-Borges
la criticó, tal vez la hubo mellado…
(Esto
le agradó: tenía madera para tallar)
El sello
de aluminio abrió de la ventana
-Un
arriate a la pared del vecino lindaba-
Perfume de rosas plantaré en este jardín
A la
izquierda había un cuarto cerrado
-¿Y éste, a qué destina? ella preguntó
-Era
la alcoba- Telmo calló y sonrió
Flor
entendió y jaló sus manos a su seno
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Autor jrosual / julio2017
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