XLIV
Verdad que duele pero en fin verdad
Nunca te quise Zeli, nunca
Nunca para colocar flores
En un jarrón de mesa familiar
Para exhibirte vanagloriarme
Afortunando a mi selectiva
Te advertí, te
quería como amiga
Como un armadillo de plata
Que adorna la
esquina de mi cuarto
Y versar contigo en
mis noche vela
Pasar las noches escuchando
los cuentos de una Sherezade
antes que le quitaran el aliento
Verbigracia
Ligerísima tomada de confianza
como desvestirle
alma y cuerpo
Pero no te gustó mi franqueza
Como ahora, tras esta tiniebla
brilla tus ojitos como de gato
Pero yo no tengo miedo Zeli
Puedes hacer de mí lo que quieras
Mas allá de hendirme no hay dolor
Siempre te he dicho la verdad
¿sabes? no me estoy desdiciendo
Despedías mi insolencia, y ni pena
Te ibas pero sabía que volverías
¡Malcarada y tan
de poca gracia
tu figura aparentaba caña hueca!
¡Que culpa tenía de tu desgracia!
Más bien valoré, algo te llevaste
A pesar que las líneas de tu faz
seña buril mal
grabada no había
pero tampoco había nada fructuoso
Nada dulce que te empoderara
Que me hiciera decir a mis amigos
-por ti- ¡Ved, sierva del olimpo!
Porfiadamente flaca casi al
colapso
El único botón de ajuste a tu
vestido
Al desabotonarlo te desvestía al acto
y quedaba montoncito de ropa al piso
Tus labios demasiados delgados
como dos tiras para limpiar dientes
Tus ojos emanaba noche profunda
noche como ésta que te envuelve
Almizclando la onda del silencio
Un puño cerrado cubría toda tu faz
y tu cabello era como Anita
la personaje y amiga de Lulú
Esos infortunios seguramente
dieron a tu vida precaria, soporte
coraza dura a los agravios
Te forjó piel
gruesa de elefante
Veías así indiferente el desprecio
Te desahogabas a
risa con sorna
Desternillando tus dientes menudos
Una vez te pregunté si tuviste un ex
Presto sarcástico mohín afloraste
como diciendo ¡qué te has creído!
Y ligera presentabas cualquier
tipo
Odiabas la riqueza el exhibicionismo
Distingo, poder, vanidad del dinero
Y eso era porque no tenías, digo yo,
Pero en ese tiempo yo pensaba igual
Tampoco me adapté al vano Poder
Por eso me gustaba contigo conversar
Hojeabas el libro que golpea
la vida
Anticipándote a mi igual parecer
Tu mecha berbiquí horadaba afuera
–para eso tu fuerza
era el Evangelio-
Te reías de los fatuos y pretensiosos
y más o menos así te resarcías:
¡Qué cree, a dónde va llevar su dinero!
¿Acaso una carroza hala un remolque?
Por eso volvías a mi lado Zeli-bumerán
humillándote incluso pidiendo perdón
Los años te hicieron la piel más recia
Sofreír era
consuelo a tu fragilidad
Aun así debe ser duro mostrarse írrita
cuando descubrías mis andanzas rosas
A veces gritaba abrupto ¡fuera de mí!
¡No te veo como pareja Para ti es
mejor
¡Puedes intentar con otro loor porvenir!
¡Antes que el último tren vaya a partir!
Existe
en el reino de lo posible
una
cantidad infinita de amores
no
realizados por otros hombres
Eso lo dijo también el tal Lundera (1)
Pero no te ibas
mujer gomorresina
Eras cordón a mi zapato difícil desatar
Tus ojos negros, firme, me escrutaba
Tus labios mordidos por fin hablaban:
Bueno
si así lo quieres vamos al café
y
terminemos esta farsa para siempre
Pero allí conversábamos tanto que
pedía perdón y todo volvía como
antes
Aunque tu sonrisa decía a tus
adentros
burlonamente -creí oírte
la última vez :-
¡Ya veras, no se juega con el alma de mujer!
Pero ¿qué pasó
Zeli? ¡Te moriste!
A nada conducente
lleva el rencor
A nadie -al menos
en la oficina,
Preguntó por tu
alejamiento
El mundo vive sus
preocupaciones
o a lo sumo una
letanía: pobrecita
Solo me has
estropeado a mí Zeli
Yo no puedo
olvidarte
eres el meollo de
mi fastidio
el fantasma que
horada mi suerte
Hasta ahora sigues
a mi lado
cordón a mi zapato difícil desatar
Sin mi poemario no
existirías
Es el pago de vida
que te debo
Cuando termine
espero no vuelvas
Y te lleves este libro a los tribunales.
*
Ay mi siroco tórrido
Si no fuera por las ataduras que me llama
a las tinieblas antes del amanecer
seguiríamos dando vuelta la manivela
(¿Acaso no sabe que voy incrustada
En su mente como un reflejo
de mi corazón y no cejaré hasta llevarte?)
__
(1)M. Lundera
ZELI/ autor Jrosual/ Marzo 2017
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