jueves, 13 de abril de 2017

ZELI (Poemario) LVII


       
LVII

Caminando como un borracho
Desborda lodo su pensamiento:

Las personas que me estiman se van siempre
Será porque doy mal pago, lacero hiero infiero
Y mancillo expectativas de todas ellas
Solo quedo con las que me dan indiferencia

*

Deja la plaza en su periplo al río
Pasa por el internado donde estudiaba
Se detiene en la vereda del frente
Como si rogara apareciera por la ventana

Una heladería frente a la bonita plaza
frente al antiguo claustro de la Católica
recuerda que ahí solíamos oír música
en una  pantalla color gigante

Sábado de calles frías,  vacías calles idas
Cortan los edificios un día nublado

Re empieza el camino que hacíamos
a todo el largo de la avenida Tacna
hasta el puente alto de Santa Rosa
donde la bruma del río  se levanta

Enturbiado,  vocinglero que baja raudo
desde la montaña alba de mi tierra

Un tenue arco iris nace en la garganta
Y en la cuneta como despertara un eco
Le parece verme sentada sobre una roca
que le llama que le pide que se aviente

Espeta:
¡Que se vaya mi vida a la merde de una vez!
¿Tanto  demora Sata empujarme al bravo cause?
Aunque  sacando cuenta  a éste no le importo   
Confiado y seguro  me tiene como suyo
¿Cómo puede llevar a uno que le sirve
de anzuelo  para malograr  otras vidas?

Como yo te sé  casi de memoria:
Ven amor mío ven a mi regazo
Aquí tengo un paño absorbente
Que sana salva y anestesia

Pero por el ruge del río no me escucha
Y queda  ha horcajadas sobre el  puente

Rebélate contra tus discreciones:
Ven amor mío ven a mi regazo
Aquí tengo un paño absorbente
Que sana salva y anestesia

Me interesa sobremanera qué determina
Quiero tus brazos desnudos con los míos
¡Bah! Como siempre la cobardía le prevalece
Se vuelve  al lado seguro de la calzada

Cobardía  no dejar esa vida que atesora
Cobardía no poder abandonar a los suyos
Cobardía no poder dejar a esa impostora
Que no es su esposa y le sangra la vida

Se recuesta de espalda a la balaustrada
Y se pone incontenible a llorar… ¡Por dios!

Tengo que librarme  -balbucea- no de ti
sino de mi compasión, perdóname Zeli.

¡Fua! No me conmueve el despropósito
y una extraña fuerza me hala
Debe ser el Hacedor de llaves
que me hace desvanecer en la bruma.



FIN                   

ZELI/ autor Jrosual/ Marzo 2017

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