Una isla en conflicto
Entre la caravana de
invasores bolivianos de Santiago de Ojje se encontraba Guillermo Arratia Mamani,
un anciano de 76 años
Mis padres me dejaron
su terreno –dice- Eso me corresponde. Es mi derecho. Y tomó en posesión una cabaña
abandonada, e incluso tiene documentos de 1958.
Arratia tenía además
DNI por lo cual no podía impedirse su ingreso
la isla peruana Caana en el lago Titicaca, jurisdicción del distrito de
Anapia (Yunguyo)
Aunque fueron desalojados
los invasores bolivianos de Ojje, Arratia fue el único que se quedó en Caana
por su doble nacionalidad.
El problema de los
comuneros de Ojje, como de Arratia, tiene su origen en el protocolo de Concha-Gutiérrez,
suscrito entre Perú y Bolivia el 15 de enero de 1932. Ambos países hicieron un
intercambio de comunidades para definir la frontera en línea recta.
Bolivia cedió la comunidad
de Tapoje, mientras que el Perú entregó Santiago de Ojje, incluyendo a peruanos
que pasaron a ser bolivianos. Varios compatriotas pasaron al otro lado de la frontera
teniendo terreno en Caana.
El año 2000 el ejército
y la policía peruana desalojaron a quienes, sin su voluntad, había pasado a
convertirse en ciudadanos bolivianos. Los desalojados se vieron forzados a
dejar sus tierras adquirido por herencia o justo titulo.
En Santiago de Ojje,
dicen:
Nosotros no tenemos
problemas como pueblos hermanos. Lo único que queremos es que nos reconozcan nuestro derecho de propiedad. Hemos sido peruanos.
Ahora somos bolivianos pero queremos recuperar la tierra donde hemos nacido.
(Extracto de La República /19julio2015)
Una isla en conflicto
Entre la caravana de
invasores bolivianos de Santiago de Ojje se encontraba Guillermo Arratia Mamani,
un anciano de 76 años
Mis padres me dejaron
su terreno –dice- Eso me corresponde. Es mi derecho. Y tomó en posesión una cabaña
abandonada, e incluso tiene documentos de 1958.
Arratia tenía además
DNI por lo cual no podía impedirse su ingreso
la isla peruana Caana en el lago Titicaca, jurisdicción del distrito de
Anapia (Yunguyo)
Aunque fueron desalojados
los invasores bolivianos de Ojje, Arratia fue el único que se quedó en Caana
por su doble nacionalidad.
El problema de los
comuneros de Ojje, como de Arratia, tiene su origen en el protocolo de Concha-Gutiérrez,
suscrito entre Perú y Bolivia el 15 de enero de 1932. Ambos países hicieron un
intercambio de comunidades para definir la frontera en línea recta.
Bolivia cedió la comunidad
de Tapoje, mientras que el Perú entregó Santiago de Ojje, incluyendo a peruanos
que pasaron a ser bolivianos. Varios compatriotas pasaron al otro lado de la frontera
teniendo terreno en Caana.
El año 2000 el ejército
y la policía peruana desalojaron a quienes, sin su voluntad, había pasado a
convertirse en ciudadanos bolivianos. Los desalojados se vieron forzados a
dejar sus tierras adquirido por herencia o justo titulo.
En Santiago de Ojje,
dicen:
Nosotros no tenemos
problemas como pueblos hermanos. Lo único que queremos es que nos reconozcan nuestro derecho de propiedad. Hemos sido peruanos.
Ahora somos bolivianos pero queremos recuperar la tierra donde hemos nacido.
(Extracto de La República /19julio2015)
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