miércoles, 16 de septiembre de 2015

El amor, una metafísica

El amor, una metafísica
-Pues, sí, yo creí que seria todo lo contrario; que cuando uno se enamora de veras es que concentra su amor [en la tal Eugenia], antes desparramado entre todas, en una sola, y que todas las demás han de parecerle como si nada fuesen ni  valiesen… Pero ¡Mira! ¡Mira ese golpe de sol en la negrura de su pelo [de esa otra morena que pasa, casual,  por la vera de ellos : Augusto y su amigo confidente]
-No; verás [responde el amigo], verás  si logro explicártelo. Tú estabas enamorado sin saberlo, por supuesto, de la mujer,  de la mujer, del abstracto, no de ésta ni de aquella; al ver a Eugenia, ese abstracto se concretó y la mujer se hizo una mujer y te enamoraste de ella, y ahora vas de ella, sin dejarla,  a casi todas las mujeres, y te enamoras de la colectividad, del género. Has pasado, pues, de lo abstracto a lo concreto, y de lo concreto a lo genérico, de la mujer a una mujer, y de una mujer a las mujeres.


Del libro Niebla de Miguel de Unamuno

No hay comentarios:

Publicar un comentario