Portal relató, en la entrevista que le hizo la investigadora Kathleen Weaver, que una mañana, mientras su madre se había ido a un juzgado, llegaron policías y jueces, y la sacaron a ella y a sus hermanos a la acera.
“Los jueces pusieron candado en el portón de la entrada. Nosotros nos quedamos llorando en la calle, por supuesto. Éramos unos niños abandonados pero toda la vecindad sabía que esa casa era nuestra y decía ‘Pero qué barbaridad, cómo es posible que los arrojen de su casa’”. Entonces ella cogió una piedra, la más grande que pudo agarrar, y la tiró contra el candado. Tenía ya siete años y la fuerza suficiente para hacer que el seguro cediera. “Abrí la puerta y empecé, con la gente del barrio, a meter mis muebles dentro de la casa. Así era entonces la injusticia. Cuando llegó mi madre fue el gran drama, pero ¿qué hace una gente cuando no tiene mayor amparo en la sociedad?”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario