Introducción
El poema épico al que hoy llamamos «Epopeya de
Gilgamesh», pero que originalmente y durante miles de años fue conocido por
sumerios, asirios y babilonios como «Aquél Que Alcanzó A Ver Lo Profundo»,
constituye la primer gran obra de la literatura universal con más de 4000 años
de antigüedad. Esta historia anónima de creación colectiva, pertenece a la
tradición oral sumeria y fue registrada sobre tablillas de arcilla a lo largo
de tres imperios emparentados
La Epopeya de Gilgamesh o el Poema de Gilgamesh es una
narración acadia en verso sobre las peripecias del rey Gilgamesh (también
transcripto como Gilgameš). ... Juntos dan muerte al gigante Humbaba y al Toro
del Cielo, y Gilgamesh rechaza el amor de la diosa Inanna.
Tablilla I
Aquél que alcanzó a ver lo profundo Aquél que fue
sabio en todos los aspectos, Gilgamesh, quien vio lo profundo Aquél que fue
sabio en los asuntos de todas partes y aprendió de todas las cosas la suma de
la sabiduría El vio lo que era secreto y descubrió lo que estaba oculto El
trajo a su regreso una historia de tiempos anteriores al diluvio El se embarcó
en una larga travesía llegando al punto de estar exhausto Encontró la paz y
escribió toda su labor en una tablilla de piedra
Tablilla II
Mientras ambos hacían el amor por siete días y siete
noches él olvidó el páramo en el que nació Entonces Enkidu se sentó frente a
Shamhat escuchándo lo que ella le decía: «Te miro Enkidu y eres como un dios
¿Por qué galopas con las bestias en el páramo? Ven conmigo Yo te llevaré a la
ciudad amurallada de Uruk al templo sagrado hogar del dios Anu y la diosa
Ishtar Donde los hombres se ocupan de sus labores tú también encontrarás un
lugar para ti»
Tablilla III
Los ancianos le dijeron a Gilgamesh: «No confíes
solamente en tu fuerza para regresar sano a Uruk Mira bien y detenidamente Que
cada golpe sea preciso Aquél que va delante salva a su compañero Aquél que
conoce la ruta protege a su amigo Deja que Enkidu vaya delante tuyo El conoce
el camino hacia el bosque de cedros Ha visto batalla y conoce el combate El
cuidará a su amigo y protegerá a su compañero Enkidu lo traerá sano a casa para
sus esposas»
Tablilla IV
Tras veinte leguas compartieron pan. Tras otras
treinta leguas establecieron campamento. Cincuenta leguas recorrieron en el
transcurso de un día Al tercer día tras una marcha de un mes y medio llegaron
hasta el monte Líbano y en dirección al sol cavaron un pozo de agua. Gilgamesh
trepó hasta la cima de la montaña y derramó una ofrenda de harina: «Oh montaña
tráeme un sueño para que pueda ver una buena señal» Enkidu levantó para
Gilgamesh una habitación del dios del sueño
Tablilla V
Allí se pararon admirando el bosque contemplando los
elevados cedros contemplando la entrada al bosque Por donde Humbaba había ido y
venido había una huella El sendero lucía recto y muy recorrido Vieron entonces
la Montaña del Cedro paradero del trono de diosas y dioses Sobre el rostro de
la montaña el cedro ofrecía su follaje en abundancia Su sombra era dulce y
deliciosa Su espina era tupida El bosque era un gran dosel que guarecía rodeado
por un barranco de dos leguas
Tablilla VI
De regreso en Uruk Gilgamesh limpió su equipamiento
Lavó su pelo y lo peinó dejándolo caer sobre su espalda Se vistió con una
túnica limpia atada con una faja y entonces se puso su corona La diosa Ishtar
que admiraba su belleza deseándolo le dijo: «Vamos, Gilgamesh Sé mi esposo Concédeme
tus frutos Gilgamesh Sé mi marido y yo seré tu esposa Déjame engancharte un
carro de oro y lapis lázuli Sus ruedas serán de oro y sus cuernos de ambar
tirado por leones y mulas de gran tamaño
Tablilla VII
«¿Por qué amigo mío estaban reunidos los grandes
dioses en asamblea? Qué sueño que he tenido esta noche hermano mío Los dioses
Anu, Enlil, Ea y el celestial Shamash estaban reunidos en asamblea y Anu le
dijo a Enlil: 'Porque han matado al Toro del Firmamento y a Humbaba que cuidaba
el bosque de cedros uno de ellos dos debe morir' Y Enlil le dijo: 'Dejemos
morir a Enkidu pero no a Gilgamesh' El celestial Shamash le replicó a Enlil:
'¿No fue bajo mis órdenes que mataron a Humba?
Tablilla VIII
Al primer resplandor de la brillante alborada
Gilgamesh comenzó a lamentar el destino de su amigo: «Oh Enkidu criado por tu
madre una gacela y tu padre un asno salvaje a quien las burras salvajes
alimentaron con su leche a quien las bestias del páramo le mostraron todas las
pasturas Oh Enkidu que los senderos del bosque de cedros hagan duelo por ti día
y noche Que los ancianos de la floreciente ciudad de Uruk hagan duelo por ti
Que la multitud que nos dio su bendición haga por ti
Tablilla IX
Gilgamesh por su amigo Enkidu lloró amargamente
vagando por el desierto: «Voy a morir ¿Y entonces no seré como Enkidu? La
angustia ha entrado en mi corazón Tengo miedo a la muerte Por eso vago por el
desierto para encontrar a Utanapishtim hijo de Ubar-Tutu Andando veloz por el
camino llegué una noche al paso de una montaña Vi algunos leones y sentí temor
Levanté mi cabeza hacia la luna rogando hacia la lámpara de los dioses:
Manténganme a salvo»
Tablilla X
Siduri era una tabernera que vivía a orillas del mar
Poseía estanterías y toneles de oro y se cubría con velos Gilgamesh se acercó
vagando Estaba cubierto por una piel y lucía espantoso Su cuerpo era la carne
de los dioses pero en su corazón había tristeza Su rostro reflejaba alguien que
viene de lejos Cuando la tabernera alzó su rostro y lo vio a la distancia
tomando consejo de su propia mente se dijo a sí misma: «Seguramente este hombre
es un cazador de bestias salvajes
Tablilla XI
Gilgamesh le dijo a Utanapishtim el distante: «Te miro
Utanapishtim tu forma no es diferente Tú eres como yo, no eres en nada
diferente, eres como yo Tenía intención de retarte a luchar pero ahora en tu
presencia mi mano se reprime ¿Cómo fue que estás en la asamblea de los dioses?
¿Cómo encontraste la vida eterna?»
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