jueves, 16 de abril de 2020

Las tablillas de Gilgamesh



Introducción
El poema épico al que hoy llamamos «Epopeya de Gilgamesh», pero que originalmente y durante miles de años fue conocido por sumerios, asirios y babilonios como «Aquél Que Alcanzó A Ver Lo Profundo», constituye la primer gran obra de la literatura universal con más de 4000 años de antigüedad. Esta historia anónima de creación colectiva, pertenece a la tradición oral sumeria y fue registrada sobre tablillas de arcilla a lo largo de tres imperios emparentados
La Epopeya de Gilgamesh o el Poema de Gilgamesh es una narración acadia en verso sobre las peripecias del rey Gilgamesh (también transcripto como Gilgameš). ... Juntos dan muerte al gigante Humbaba y al Toro del Cielo, y Gilgamesh rechaza el amor de la diosa Inanna.


Tablilla I
Aquél que alcanzó a ver lo profundo Aquél que fue sabio en todos los aspectos, Gilgamesh, quien vio lo profundo Aquél que fue sabio en los asuntos de todas partes y aprendió de todas las cosas la suma de la sabiduría El vio lo que era secreto y descubrió lo que estaba oculto El trajo a su regreso una historia de tiempos anteriores al diluvio El se embarcó en una larga travesía llegando al punto de estar exhausto Encontró la paz y escribió toda su labor en una tablilla de piedra

Tablilla II
Mientras ambos hacían el amor por siete días y siete noches él olvidó el páramo en el que nació Entonces Enkidu se sentó frente a Shamhat escuchándo lo que ella le decía: «Te miro Enkidu y eres como un dios ¿Por qué galopas con las bestias en el páramo? Ven conmigo Yo te llevaré a la ciudad amurallada de Uruk al templo sagrado hogar del dios Anu y la diosa Ishtar Donde los hombres se ocupan de sus labores tú también encontrarás un lugar para ti»

Tablilla III
Los ancianos le dijeron a Gilgamesh: «No confíes solamente en tu fuerza para regresar sano a Uruk Mira bien y detenidamente Que cada golpe sea preciso Aquél que va delante salva a su compañero Aquél que conoce la ruta protege a su amigo Deja que Enkidu vaya delante tuyo El conoce el camino hacia el bosque de cedros Ha visto batalla y conoce el combate El cuidará a su amigo y protegerá a su compañero Enkidu lo traerá sano a casa para sus esposas»

Tablilla IV
Tras veinte leguas compartieron pan. Tras otras treinta leguas establecieron campamento. Cincuenta leguas recorrieron en el transcurso de un día Al tercer día tras una marcha de un mes y medio llegaron hasta el monte Líbano y en dirección al sol cavaron un pozo de agua. Gilgamesh trepó hasta la cima de la montaña y derramó una ofrenda de harina: «Oh montaña tráeme un sueño para que pueda ver una buena señal» Enkidu levantó para Gilgamesh una habitación del dios del sueño

Tablilla V
Allí se pararon admirando el bosque contemplando los elevados cedros contemplando la entrada al bosque Por donde Humbaba había ido y venido había una huella El sendero lucía recto y muy recorrido Vieron entonces la Montaña del Cedro paradero del trono de diosas y dioses Sobre el rostro de la montaña el cedro ofrecía su follaje en abundancia Su sombra era dulce y deliciosa Su espina era tupida El bosque era un gran dosel que guarecía rodeado por un barranco de dos leguas


Tablilla VI
De regreso en Uruk Gilgamesh limpió su equipamiento Lavó su pelo y lo peinó dejándolo caer sobre su espalda Se vistió con una túnica limpia atada con una faja y entonces se puso su corona La diosa Ishtar que admiraba su belleza deseándolo le dijo: «Vamos, Gilgamesh Sé mi esposo Concédeme tus frutos Gilgamesh Sé mi marido y yo seré tu esposa Déjame engancharte un carro de oro y lapis lázuli Sus ruedas serán de oro y sus cuernos de ambar tirado por leones y mulas de gran tamaño

Tablilla VII
«¿Por qué amigo mío estaban reunidos los grandes dioses en asamblea? Qué sueño que he tenido esta noche hermano mío Los dioses Anu, Enlil, Ea y el celestial Shamash estaban reunidos en asamblea y Anu le dijo a Enlil: 'Porque han matado al Toro del Firmamento y a Humbaba que cuidaba el bosque de cedros uno de ellos dos debe morir' Y Enlil le dijo: 'Dejemos morir a Enkidu pero no a Gilgamesh' El celestial Shamash le replicó a Enlil: '¿No fue bajo mis órdenes que mataron a Humba?

Tablilla VIII
Al primer resplandor de la brillante alborada Gilgamesh comenzó a lamentar el destino de su amigo: «Oh Enkidu criado por tu madre una gacela y tu padre un asno salvaje a quien las burras salvajes alimentaron con su leche a quien las bestias del páramo le mostraron todas las pasturas Oh Enkidu que los senderos del bosque de cedros hagan duelo por ti día y noche Que los ancianos de la floreciente ciudad de Uruk hagan duelo por ti Que la multitud que nos dio su bendición haga por ti


Tablilla IX
Gilgamesh por su amigo Enkidu lloró amargamente vagando por el desierto: «Voy a morir ¿Y entonces no seré como Enkidu? La angustia ha entrado en mi corazón Tengo miedo a la muerte Por eso vago por el desierto para encontrar a Utanapishtim hijo de Ubar-Tutu Andando veloz por el camino llegué una noche al paso de una montaña Vi algunos leones y sentí temor Levanté mi cabeza hacia la luna rogando hacia la lámpara de los dioses: Manténganme a salvo»

Tablilla X
Siduri era una tabernera que vivía a orillas del mar Poseía estanterías y toneles de oro y se cubría con velos Gilgamesh se acercó vagando Estaba cubierto por una piel y lucía espantoso Su cuerpo era la carne de los dioses pero en su corazón había tristeza Su rostro reflejaba alguien que viene de lejos Cuando la tabernera alzó su rostro y lo vio a la distancia tomando consejo de su propia mente se dijo a sí misma: «Seguramente este hombre es un cazador de bestias salvajes

Tablilla XI
Gilgamesh le dijo a Utanapishtim el distante: «Te miro Utanapishtim tu forma no es diferente Tú eres como yo, no eres en nada diferente, eres como yo Tenía intención de retarte a luchar pero ahora en tu presencia mi mano se reprime ¿Cómo fue que estás en la asamblea de los dioses? ¿Cómo encontraste la vida eterna?»

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