¿Qué es el Síndrome Hikikomori?
El término Hikikomori fue acuñado por el
psiquiatra Tamaki Saito, en el año 2000 y significa
apartarse, estar recluido. Se define como una forma
voluntaria de aislamiento social o auto-reclusión, debido a factores tanto
personales como sociales. Afecta fundamentalmente a jóvenes
adolescentes ya de por sí sensibles, tímidos, introvertidos, con pocas
relaciones de amistad y con una percepción del mundo exterior como algo
violento que les agrede constantemente. A todos estos precedentes pueden
sumarse las malas relaciones en el seno de la familia. Existe una mayor
incidencia en varones.
Su vida se desarrolla en una habitación de la que no salen, refugiándose
normalmente en un mundo virtual, rodeados de videoconsolas e internet,
aunque recientes estudios han puesto de manifiesto que solo el 10% de los que
sufren esta patología utilizan internet para relacionarse con otras personas.
Aislamiento social
Este proceso de aislamiento es gradual y comienza cuando
empiezan a recluirse en su habitación cada vez por más tiempo, como absorbidos
por internet, dejan de llamar y quedar con sus escasos amigos y empiezan a
descuidar sus estudios. Es aquí donde comienza esta especie de suicidio
social.
Todo lo hacen sin salir de casa, alterando incluso sus
ritmos diarios: duermen durante el día, comen por la tarde y se
pasan la noche jugando a videojuegos o viendo la televisión.
También descuidan su higiene y no se comunican ni tan siquiera con sus
familiares. Algunos, atemorizan a sus padres y tienen comportamientos
agresivos; otros, se ven abrumados por la tristeza, la obsesión, la ansiedad y
la depresión desencadenadas por el encierro, llegando al suicidio en algunos
casos.
Aunque este fenómeno proviene de Japón y se asocia a la
cultura exigente, competitiva e individualista nipona, poco a poco se ha ido
extendiendo como una pandemia al resto del mundo, si bien con características
diferentes según cada sociedad. En España, este síndrome también
conocido como ‘’de la puerta cerrada’’ acumula ya más de 200 casos en los
últimos años. En Japón, los afectados se cuentan por millones.
La razón para no salir de casa se debe al deseo de
estar solos y a un sentimiento de apatía hacia el mundo exterior unido
al temor a salir de su entorno de protección, su pequeña burbuja de seguridad.
Tipos de Hikikomori
Si bien todos los casos de Hikikomori tienen en común el
aislamiento, no todos lo llevan a cabo de la misma forma ni en el mismo grado.
Por ejemplo, el junhikikomori o pre-hikikomori sale de vez en
cuando o asiste al colegio o la universidad, pero evitando cualquier tipo de
relación social.
El Hikikomori social, que rechaza el trabajo y
los estudios, mantiene algunas relaciones sociales, aunque sea a través de
internet. Por otro lado, el Tachisukumi-gata presenta una fobia social muy
marcada y se siente paralizado por el miedo.
Por último, estaría el caso del Netogehaijin,
literalmente traducido como ‘’zombie del ordenador’’ que son personas
totalmente recluidas que dedican todas las horas del día que permanecen
despiertos usando el ordenador u otros medios virtuales que tengan a su
alcance.
Causas del Hikikomori
Parece imposible que una persona joven sea capaz de
confinarse durante meses o incluso años entre cuatro paredes sin querer tener
ningún tipo de relación con el mundo ¿verdad?
Las causas que se cree que pueden desencadenar este
trastorno son actualmente meras hipótesis. Algunos piensan que es la tecnología y
el mundo virtual en el que viven rodeados los jóvenes, llegando a perder el
contacto con la realidad.
Otros, sin embargo apuntan hacia factores familiares (excesiva
presión de los padres para que su hijo triunfe en la vida y poca comunicación
en la familia por los) y socioeconómicos: sociales en cuanto a
presión de la sociedad hacia el conformismo y la uniformidad y rechazo a lo
diferente (esto sucede de forma muy marcada en la sociedad nipona), y
económicos en lo relacionado con los horarios de trabajo de los padres, que les
impide pasar tiempo con sus hijos e imposibilita una adecuada comunicación
familiar.
No obstante, buscar una única causa para un fenómeno social
como este sería un error, ya que lo más probable es que esté multi determinado.
Síntomas del Hikikomori
Los síntomas principales que podrían anunciar el aislamiento
son:
- Rechazo
a asistir al colegio debido en muchas ocasiones al acoso escolar
- Pérdida
total de amigos o desengaño amoroso
- Excesiva
dependencia de las relaciones familiares
- Insomnio o alteración de los ritmos
diarios (duermen por el día y permanecen activos por la noche)
- Presión
familiar para que cumplan su papel con la sociedad (estudiar, buscar
trabajo) y para que cumplan las expectativas o los planes que sus padres
tienen para ellos
- Escasa
o nula tolerancia a la frustración
- Etc.
Efectos del Hikikomori en las personas
La reclusión voluntaria durante meses o años puede provocar
importantes efectos sobre la salud, tanto física como mental.
A nivel físico el cuerpo padece los efectos
de no hacer ningún tipo de ejercicio físico ni llevar una dieta equilibrada
como anemias, fragilidad en las articulaciones, llagas por
permanecer demasiado tiempo tumbados sin moverse, etc.
A nivel psicológico, la ausencia de contacto
puede hacer perder al joven casi por completo sus habilidades sociales para
relacionarse con sus congéneres, a la vez que experimentan sentimientos
constantes de inseguridad y culpabilidad, lo cual refuerza su
conducta de permanecer encerrados.
Tratamiento para el Hikikomori
Aún no se ha establecido un tratamiento estándar para atajar
esta problemática, debido a que se trata de un trastorno relativamente nuevo y
al enfrentamiento entre los enfoques oriental y occidental.
En Japón, donde se originó este trastorno social, se
defiende que el afectado salga de su aislamiento por sus propios medios y de
forma progresiva, sin presionarlo y tratando de hacerle entrar en razón. Por el
contrario, en los países occidentales, los expertos recomiendan una postura más
firme y atacar el problema de raíz, obligando al joven Hikikomori a salir de su
habitación.
En occidente más en concreto, podemos señalar dos grandes
aproximaciones en cuanto a terapias se refiere:
1. El método médico-psiquiátrico
Este tipo de tratamiento trata el problema como
un desorden mental o conductual que demanda la recuperación en hospital y el
uso de fármacos. Su enfoque se centra en reorganizar la relación familiar con
el paciente, fomentando las estrategias de comunicación, de manera que los
padres también se ven implicados en la terapia. Cuando el joven está lo
suficientemente recuperado como para acudir a la clínica por sus propios medios
se empieza a trabajar con sesiones de psicoterapia.
2. El método psicosocial
Este método estaca la necesidad de apoyo psicológico
para ayudar a la víctima Hikikomori a salir de su encierro. Suele optarse por
alejar al joven adolescente de casa, alojándolo posteriormente en una comunidad
con otros chicos y chicas que padezcan su misma problemática, para fomentar la
convivencia, el contacto humano, re-aprender habilidades sociales y
comunicativas, etc. Todo ello a través de actividades que les resulten
atractivas y que puedan compartir de forma grupal. Parece ser que los grupos de
autoayuda se han convertido en una pieza clave para lograr la reinserción
social de los afectados.
Diagnóstico diferencial del Hikikomori
Debido a su amplia sintomatología, poco definida en la
actualidad, a menudo se puede confundir este trastorno con otros del tipo Agorafobia, Trastorno Obsesivo Compulsivo, síndrome de Diógenes,
etc. Por poner un ejemplo, el Hikikomori se diferencia de la agorafobia en que,
dentro de su entorno protegido, pueden llevar una vida normalizada. Recibir
visitas, llamar por teléfono, etc. Un agorafóbico se aísla por miedo, aunque
desea poder formar parte de la sociedad y salir al exterior, mientras que el
hikikomori rechaza esa opción y se recluye voluntariamente.
Una investigación llevada a cabo por (2002) sugiere que las
conductas compulsivas propias del TOC u otras conductas típicas de los
trastornos mencionados anteriormente no son más que efectos secundarios del
Hikikomori. Por ello sugiere que el diagnóstico diferencial de Hikikomori
frente al de depresión, TOC, esquizofrenia u otros trastornos obsesivos junto a
una detección precoz son primordiales para la pronta recuperación de la persona,
ya que los afectados por Hikikomori no sufren un trastorno per
se. En la mayoría de los casos sus comportamientos pueden ser
explicados de una manera lógica por la vida que llevan, el impacto que sobre
ellos tiene la sociedad, la cultura en la que están inmersos y su ambiente
familiar y personal. Son personas normales en una situación altamente
conflictiva
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Documental sobre Hikikomori
Este documental puede ayudarte a comprender mejor el
fenómeno Hikikomori.
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