Nota:
A partir de mañana mi poemario
El encierro en tiempos de pandemia
Trata sobre un protagonista, el viejo barbado (Vb)
que siendo feliz, de algún modo, en la soledad de su cuarto
se ve interrumpida por la presencia de otros
por la obligada cuarentena dictada por el gobierno
ante la disrupción del virus Covid 19.
No es un trabajo que trata levantar el ánimo
ni hacer sentir bien a nadie
es la cruda realidad de una familia
y de un país en una circunstancia única
Describe el sufrimiento de un país de un gobierno ( de los gobiernos)
que ha desdeñado siempre la educación la salubridad
y redunda , por supuesto , en la familia
Disculpen por los datos y planes que en tiempos de pandemia
están proclives a imprevistos cambios.
Jrosual (acrónimo de mi nombre completo)
jueves, 30 de abril de 2020
martes, 28 de abril de 2020
lunes, 27 de abril de 2020
La COVID-19 ha venido a cambiar nuestra sociedad, es un virus contra el mundo moderno
"La sociedad tiene que marcarse unos objetivos, con
calma y tranquilidad, sin extremismos, razonando y analizando las causas de
esta crisis, y encarando la forma no sólo de resolverla sino de evitar otra,
tal vez mucho más grave, en el futuro"
Francisco Agarrabeitia Ramírez 22/04/2020 - 11:07h
El mundo estaba advertido, pero no hizo caso. En 2004 el
Instituto de Medicina de EEUU, tras analizar las circunstancias del brote de
SARS-CoV-1 de 2003, avisó que “la veloz contención del SARS es un éxito de la
salud pública, pero también una advertencia … si el SARS sucede de nuevo … los
sistemas sanitarios de todo el planeta recibirán una presión extrema … una
vigilancia continua es de vital importancia”.
La del COVID-19 no es
la primera pandemia reciente, Hendra en 1994, Nipah en 1998, SARS en 2003, MERS
en 2012, y Ébola en 2014. Todas estas pandemias se iniciaron en los animales
para dar el salto al ser humano. La COVID-19 es una variante del SARS.
La pandemia que estamos sufriendo se está cebando en los
países más avanzados, afecta menos en los países muy pobres. A diferencia de
otros virus más conocidos como la viruela o el sarampión, la COVID-19 hace
estragos en los países más desarrollados, y dentro de cada país en las zonas o
regiones más ricas, Wuhan es el centro económico, financiero, comercial
cultural y político de China, el norte de Italia concentra la mayoría de la
riqueza del país, lo mismo sucede en España con Madrid (y su zona de
influencia) o Cataluña. En Francia están desbordados los hospitales del
Noreste, el Gran Este, Alsacia y la región de París, las más ricas y afectadas.
En Reino Unido ha afectado mucho más a Inglaterra que a Gales, Escocia o
Irlanda, y en EEUU los estados más afectados son Nueva York, New Jersey,
Michigan y California, los más ricos.
Las zonas más
afectadas, tanto en número de afectados como de fallecimientos por habitantes,
las de mayor letalidad, son precisamente las más ricas y de mayor densidad de
población. Si además tienen gran cantidad de población de riesgo las
circunstancias están servidas a favor del virus, más aún si es zona turística
con mucho tránsito de personas.
Los cinco países que más turistas recibieron en 2018 fueron:
Francia 89 millones, España 83, EEUU 80, China 63 e Italia 62.
La población de riesgo son personas mayores con alguna
enfermedad, que no pueden valerse por sí mismas, muchas de ellas agrupadas en
residencias de mayores, agrupadas y expuestas. En España, con 375.000 plazas de
residentes, dos tercios de los fallecimientos se dan en las Residencias de
Mayores, Madrid con 6.000 fallecimientos, 2.400 en Cataluña, Castilla-La Mancha
con 700.
Las residencias de mayores han sido los grandes focos de la
pandemia, por delante de los centros sanitarios. Occidente no podía imaginarse
la tragedia que nos asolaría en cuestión de días, pero hemos creado un mundo,
una forma de vivir, que favorece la llegada, extensión y los estragos de este
virus. Ya no hacen falta años, como en la Edad Media, para que un virus recorra
la Tierra, es suficiente con unas semanas.
Un objetivo del “mundo avanzado” es aumentar la población de
las ciudades, las grandes ciudades crecen a costa de reducir la población de
las ciudades o pueblos pequeños. Grandes ciudades con cada vez más densidad de
población, millones de personas que usan transporte público, metro, cercanías,
autobuses, son millones de personas que en las calles y plazas coinciden con
cientos o miles de personas. Se organizan eventos donde el objetivo es atraer
cada vez a más personas, jornadas y ferias de todo tipo, fiestas, conferencias,
competiciones deportivas, conciertos o festivales de todo tipo, y un largo etc.
El objetivo siempre es atraer más gente. El turismo en una
forma de bienestar, cada año llegan a España más de 80 millones de personas, y
cada vez más españoles viajan al exterior, esta es una esencia de los países
más desarrollados, entrar y salir; también se hace por motivos educativos,
españoles estudiando fuera, o extranjeros estudiando aquí; también por motivos
laborales, hay españoles por todo el mundo, y aquí trabajan personas de otros
países, esto provoca millones de viajes. Estos movimientos también se producen
de forma interna, dentro del mismo país. Esto es lo que diferencia al “mundo
avanzado” del “mundo pobre”, la interconexión, en los países pobres la lucha es
esquivar cada día la miseria, no se planten hacer turismo o viajar a ver un
partido de fútbol. El estilo de vida del “mundo avanzado” favorece la
propagación del virus.
En los países avanzados es alarga la vida, con un buen
sistema sanitario se evitan fallecimientos de personas que sufren enfermedades
graves, a más desarrollo más esperanza de vida, personas con algún tipo de
deterioro tienen esperanza de vivir, al contrario que en los países pobres
donde no tienen esa sanidad sin la cual es imposible mantener la vida.
En España tenemos una esperanza de vida de 83,33 años, en
Italia de 82,54 años, pero hay países, con bastante población, que no llegan a
80 años de media, como Brasil y Méjico con 75 años, Rusia 72 años, La India 69
años, Sudáfrica 63 años, Uganda 62 años, Nigeria 53 años, Centroáfrica 52 años,
etc, con menos esperanza de vida baja la población de riesgo.
En los países donde el virus ha sido contenido ha sido muy
importante el vector de la pirámide de la población, donde la pandemia estalló
en zonas de mucha población joven fue posible pararlo, donde estalló en zonas
con población de avanzada edad la enfermedad se ha descontrolado. Esta pandemia
del coronavirus, a diferencia de “la gripe española”, se ceba en las personas
que tienen una salud débil, lo que llamamos grupos de riesgo, personas mayores,
enfermedades cardiovasculares e hipertensión arterial, diabetes, enfermedades
pulmonares crónicas, cáncer o inmunodepresión, obesidad, tabaquismo, y estos
grupos de riesgo son mucho más numerosos en lo que llamamos el “mundo
avanzado”, precisamente el mundo donde es más fácil extender y propagar el
virus.
En Occidente se dan las condiciones que necesita este virus,
se lo hemos puesto fácil, hemos creado un mundo interconectado, con mucha
población de riesgo a la que en gran parte agrupamos en residencias de mayores,
se lo ponemos fácil al virus, pero además nos hemos ido poco a poco desarmando
y reduciendo nuestras defensas, no disponemos de los medios para producir los
materiales de protección, hemos soportado recortes en el sistema sanitario que
no han sido recuperados.
En 2014 la pérdida media era de 11,87% en gasto sanitario,
destacando Castilla La Mancha con más del 20%; en Gasto de Personal el recorte
había sido del 11% de media nacional, Madrid llegaba al 12,58%. Estábamos sin
medios, en febrero se deberían haber hecho acopio de mascarillas, geles
desinfectantes, guantes, batas, etc., tanto en centros sanitarios como en
residencias de mayores, dependientes ambos de las comunidades autónomas. El
personal de sanidad y de servicios sociales estaba indefenso, expuesto a
contagiarse y a producir contagios.
El auge de la pandemia tomó desprevenidas a todas las
administraciones, a todas las comunidades autónomas, a todos los países occidentales,
sin medios de protección y sin poder producirlos, la globalización provocó que
se cerraran la mayoría de los talleres de confección para trasladar la
producción a Asia, donde la mano de obra era más barata, con el mercado inflado
por la demanda, pues el resto de países de Occidente, junto con EEUU, tenían la
misma necesidad. Pasaron varias semanas para que se empezasen a ver con
regularidad los medios de
protección, pero ya era tarde, el daño ya estaba hecho.
También hay que reconocer logros, en sólo 10 días se aumentó en un 40% el
número de camas y se multiplicaron las plazas de UCI, no hubo un colapso
general del sistema, pero a finales de marzo y primeros de abril sí hubo
hospitales que estuvieron varios días colapsados, en Madrid y su zona de
influencia, La Mancha, Albacete, Soria.
El resto es bien conocido, un virus que se desata en China,
que no es detectable pues pasan días en tener síntomas, o no tenerlos nunca,
mientras tanto se produce un contagio exponencial, sin olvidar que los síntomas
son similares a una gripe o alergia dificultando su detección. Turistas
italianos llevan el virus a Italia, país que tiene gran relación o conexión con
España, y de allí salta rápidamente a nuestro país, otros países tuvieron más
tiempo para prepararse. Al principio los casos eran importados, extranjeros o
turistas nacionales que volvían, hasta que llegaron contagios locales, se
crearon focos, los más peligrosos en residencias de mayores y centros
sanitarios, a mediados de marzo se declaró el estado de alarma y el
confinamiento, a finales de marzo y primeros de abril llegó el nivel más alto
de contagios y fallecimientos.
Esta situación, distinta en función de cuantas
circunstancias coincidan, se ha ido extendiendo al resto de países de nuestro
entorno y al mundo entero.
Debemos estudiar las causas de esta tragedia y poner los
medios para que no vuelva a ocurrir, la siguiente pandemia podría ser más
mortífera. Tenemos dos opciones, le podemos hacer el juego al mercado para que
nada cambie, creyendo teorías que sólo sirven para distraernos y apartarnos de
la realidad, que si el virus lo ha creado un laboratorio para luego hacer
negocio, algo imposible pues un laboratorio puede duplicar un virus ya creado
por la evolución o la naturaleza pero no puede crear un virus nuevo, y menos un
virus tan complejo genéticamente como este.
Otros dicen que el gobierno lo sabía y prefirió no hacer
nada, qué casualidad que el Gobierno de España lo supiera mientras que no lo
sabía el gobierno de ningún otro país o que tampoco lo supiera ningún gobierno
de Comunidad Autónoma, pues ninguno tomó medidas, y todos tenían competencias
para actuar, como la Sanidad o los Servicios Sociales que estaban sin medios.
Nos jugamos mucho como para no tener clara la realidad, es
el peor momento para dejarnos engañar con bulos o teorías de oportunistas o
lunáticos.
La plaga Antonina hizo desaparecer gran parte del ejército
romano matando al emperador Lucius Verus, y el nombre de su coregente, Marco
Aurelio Antonio, dio origen al brote, en Roma provocó hasta 9.000 muertes
diarias masacrando a un tercio de la población; esta plaga hizo caer al Imperio
Romano al quedar Roma a merced de los bárbaros.
Las grandes crisis, las grandes pandemias, provocaron
grandes cambios, esta no será menos, este es el primer peligro, la situación es
muy grave, a nivel nacional y mundial, esto no es un problema de meses, ni de
un año, de no encontrar rápidamente una vacuna (que se espera en unos 18 meses)
se avecina una crisis sanitaria, social,
económica y política de incierto final, este es el momento que aprovechan los
extremos, de uno u otro signo, para establecerse en el poder.
Una vez que la pandemia se comience a controlar, que no
eliminar, y pueda el sistema sanitario ir absorbiendo los nuevos casos se irá
reduciendo el confinamiento, de forma gradual, mientras no aparezca vacuna la
sociedad, no se parecerá en nada a lo que habíamos vivido o conocido, tenemos que
aprender a vivir o convivir con el virus.
Mientras tanto la sociedad tiene que marcarse unos
objetivos, con calma y tranquilidad, sin extremismos, razonando y analizando
las causas de esta crisis, y encarando la forma no sólo de resolverla sino de
evitar otra, tal vez mucho más grave, en el futuro. Para ello tendrán que
producirse muchos cambios, sociales, laborales, legales, económicos, … Hay que
darle a la sanidad, a los servicios sociales, a los servicios públicos, el
valor que realmente se merecen, han sido los servicios públicos los que han
hecho frente a esta pandemia, sanitarios, personal sociosanitario, fuerzas y
cuerpos de seguridad, etc, no se puede invertir para viajar a Marte sin tener
medios para defendernos de un pequeño virus.
Habrá que declarar
como esenciales actividades como la investigación, o sectores productivos como
la confección de equipos de protección, no podemos depender del exterior, ni de
las donaciones, las cuales son de agradecer y reconocer que han salvado vidas.
Los cambios que deben producirse son contrarios a lo que marca el mercado, la
globalización, no será fácil, la mayoría de agentes económicos ponen sus
objetivos en el corto plazo, pero el hecho de que no sea fácil no puede
hacernos desistir, nos jugamos mucho, nos jugamos el futuro, el nuestro y el de
las nuevas generaciones. Es un pequeño virus que ha venido a cambiar nuestro
mundo, y más vale que lo cambiemos.
domingo, 26 de abril de 2020
CRIMA 1911-1
Frases de tristeza, de soledad y de decepción by
TaboolaSponsored Links.
1. Nuestras heridas son, a menudo, las puertas que nos
llevan a las mejores partes de nosotros mismos. David Richo
2. Las formas en las
que has intentado matar tu pena no te convierten en una mala persona.
Anónimo
3. Algo dentro de mí
se ha roto. Es la única forma en la que puedo describirlo. Ranata Suzuki
4. Percibir significa
sufrir. Aristóteles
5. Amar y no ser
amado es morir sin estar muerto. Jerry Darroch
6. El dolor cambia a
la gente; les hace más desconfiados, les hace sobre analizar las cosas y les
lleva a apartar a los demás. Anónimo
7. Puedo soportar
cualquier dolor mientras este tenga un propósito. Haruki Murakami
8. De todas las mentiras que he escuchado, "te
quiero" siempre ha sido mi favorita. Anónimo
9. Me apuñalaste y después hiciste ver que tú eras quien
sangraba. Anónimo
10. Me vas a buscar
en otras personas y nunca vas a encontrarme. R.H. Sin
11. Si no estás
perdiendo unos cuantos amigos, no estás creciendo. Anónimo
12. Fingir una
sonrisa es más sencillo que explicar de dónde proviene la pena. Anónimo
13. En el corazón tenía la espina de una pasión. Logré
arrancármela un día: ya no siento el corazón. Antonio Machado
14. En la soledad no
se encuentra más que lo que a la soledad se lleva. Juan Ramón Jiménez
15. La tristeza se
aleja con las alas del tiempo. Jean de La Fontaine
16. Las lágrimas son
palabras que deben ser escritas. Paulo Coelho
17. Cualquier necio
puede ser feliz. Se necesita a un hombre con un corazón real para encontrar la
belleza en las cosas que nos hacen llorar. Clive Barker
18. No hagas de alguien
tu todo, pues cuando se vaya no te quedará nada. Anónimo
19. Una frase de
tristeza por amor que nos enseña que no deberíamos convertir a los demás en
nuestra única felicidad, ya que esto solo nos lleva a la pena y a la soledad.
Aunque amar es un sentimiento bonito y debemos ser generosos con los demás, no
podemos olvidar nuestro propio bienestar.
20.Vivir en el pasado solo te ciega hacia el futuro. Andrew
Boyd
21. No puedes protegerte de la tristeza sin protegerte
también de la felicidad. Jonathan Safran Foer
22. Es tan corto el
amor y es tan largo el olvido. Pablo Neruda
23. Tú no te irás mi
amor, y si te fueras, aun yéndote, mi amor, jamás te irías. Rafael Alberti
24. A veces creemos
que aferrarnos a algo nos hará más fuertes, pero lo cierto es que a veces
demostramos nuestra fuerza alejándonos. Hermann Hesse
25. El silencio es el
grito más fuerte.
26. Es difícil
pedirle a alguien con el corazón roto que vuelva a amar. Eric Kripke
27. Lloramos cuando
nuestros labios no pueden expresar el sentimiento de tener el corazón roto. Anónimo
28. Te di mi corazón,
pero nunca esperé recuperarlo hecho pedazos. Anónimo
29. Los corazones se
hicieron para romperse. Oscar Wilde
30. La misma emoción
que puede romperte el corazón es aquella que puede curártelo. Nicholas Sparks
sábado, 25 de abril de 2020
LA PANDEMIA DE COVID 19 Y LA TERCERA GUERRA MUNDIAL
LA PANDEMIA DE COVID 19 Y LA TERCERA GUERRA MUNDIAL
Abril 2020
EL CORONAVIRUS: ¿UN ARMA DE GUERRA?
¿Ha sufrido China, y con ella el resto del mundo, un
insidioso ataque de guerra biológica?
Estados Unidos y China están - recuerda en este artículo el
coronel Amadeo Martínez Inglés - en guerra no declarada desde hace años, desde
que la superpotencia asiática alcanzó un nivel de riqueza, de tecnología, de
capacidad comercial y de negocio a nivel mundial que causó la alarma y el pánico
incontrolado en la superpotencia norteamericana. Como apuntaba líneas atrás,
esta guerra bilateral EEUU-China, de momento habría que clasificarla como de
las llamadas por los propios expertos militares yanquis “de cuarta generación”
o sea solapada, secreta (...).
CORONEL AMADEO MARTÍNEZ INGLÉS PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Si, usted, amable lector/a, me formulase directamente las
tres preguntas (absolutamente relacionadas entre sí) que encabezan el presente
trabajo, me vería obligado, por respeto a mí mismo, a contestárselas
afirmativamente. Con matices, evidentemente, porque como yo de papa de la
iglesia católica no tengo nada y debido a ello mis ideas y mi parlamento nunca
estarán revestidos del aura divina de la “ex cátedra”, no tendría más remedio
que revestir mi respuesta con un cálculo (muy personal) sobre su certeza dando
a mis tres “síes” una probabilidad del 95% y dejando una pequeña puerta abierta
a la esperanza de que mi escandalosa presunción de que estamos ante un criminal
y secreto “golpe biológico” de Estados Unidos contra China, basada, desde
luego, en los profundos conocimientos adquiridos en mis cuarenta años de
servicio en el Ejército español así como en los amplios estudios de
capacitación profesional como diplomado de Estado Mayor y, concretamente, en la
especialidad de guerra NRBQ (guerra nuclear, radiológica, biológica, química),
sea fruto más bien de un mal sueño o de algún soterrado deseo incontrolado de
mi psique por querer cargarle al decadente imperio americano el sambenito de un
nuevo crimen de Estado o de lesa humanidad.
Desgraciadamente, en el reciente devenir de la historia
mundial nos encontramos con multitud de antecedentes que avalarían y
demostrarían, con hechos probados, la barbarie del imperio yanqui y su
participación, cuando no su protagonismo, en muchos y muy variados, peligrosos,
cruentos y devastadores casos de violencia institucional, de ilegales acciones
condenadas por el derecho internacional y de asesinatos masivos que han acabado
convirtiendo a la otrora modélica democracia norteamericana en el más
sangriento verdugo de la reciente historia de los siglos XX y XXI.
Y me voy a permitir rescatar algunos ejemplos de ello:
-bombas atómicas sobre Hirosima y Nagasaki (200.000
víctimas)
- devastación de Vietnam (500.00 víctimas)
- invasión de Irak (100.000 víctimas civiles y 60.000
soldados de la Guardia Republicana iraquí asesinados en el campo de batalla con
armas de destrucción masiva tras las descaradas mentiras de los más altos
gerifaltes estadounidenses afirmando que Sadam Hussein disponía de armas
atómicas
- invasión de Afganistán (más de 200.000 víctimas) como
consecuencia de la larga y cruenta confrontación con los talibanes sobre la
base de una hipotética colaboración con Bin Laden que nunca se demostró.
- bombardeo de la Libia de Gadafi el 15 de abril de en 1986
(la denominada “Operación El Dorado Canyon” que no logró su defenestración pero
destruyó en gran parte la infraestructura militar del país norteafricano.
-la nueva guerra de Libia contra Gadafi auspiciada por EEUU
y la OTAN que esta vez sí consiguió acabar con el “dictador de las huríes” pero
que ha degenerado en una cruenta guerra civil que todavía se mantiene después
de destrozar el país y dejar decenas de miles de muertos.
- invasión de Siria para satisfacer intereses económicos y
políticos occidentales por medio de mercenarios y bandas instruidas y equipadas
por el Ejército norteamericano, con su siniestra derivada de destrucción y
muerte (más de medio millón de víctimas) tras una guerra que ya va para diez
años.
- guerra larvada contra el Irán de los ayatolás acompañada
de sanciones a numerosas naciones del mundo que estrangulan su economía y
producen pobreza y desolación, amenazando una y otra vez con su poderosa fuerza
militar
- y, por último, y sin querer ser exhaustivo con esta
enumeración a bote pronto de las numerosas “hazañas” del moribundo imperio
yanqui que, últimamente, oliendo el peligro del sorpasso por parte del nuevo
imperio ruso-chino, está cometiendo absurdos y muy peligrosos palos de ciego
tanto en el ámbito geopolítico como en el geoestratégico, económico y
comercial, ahí tenemos su cantada (por ellos mismos) guerra comercial con China
que han ido ampliando sin medida y sin razón a medio mundo, que ha devenido en
un rotundo fracaso para EEUU y que ha podido estar, amigo lector/a, detrás del
presunto ataque biológico a la gran potencia asiática que estamos tratando y
que ha debido utilizar como desencadenante alguna cepa (los científicos chinos
y del resto del mundo ya hablarán en su momento) del coronavirus humano (229E,
OC 43, HCoV NL63, HKU1… ) o sea, algún agente “ad hoc” presuntamente nacido,
construido, manipulado, “cargado” y hecho operativo en los muy secretos
laboratorios de guerra biológica del Ejército estadounidense.
Pero, obviamente, no se trata, por lo menos no ha sido esa
mi intención al comenzar a redactar el presente trabajo, de sacar a la luz
pública con cierto regodeo malsano las vergüenzas genocidas y de lesa
humanidad, que tendrían su epílogo en la ofensiva biológica del coronavirus
anti chino, que esconde en sus alcantarillas institucionales el hasta hace poco
venerado y en los últimos años odiado y vilipendiado pueblo estadounidense,
sobre todo desde que ocupa el despacho oval de la Casa Blanca el tuitero y
atípico presidente del “pelo amarillo” que si no lo echan pronto, que no lo van
a hacer, puede desencadenar él solito la tercera guerra mundial, una
confrontación global de “cuarta generación” (híbrida, psicológica, económica,
tecnológica, comercial, cibernética, subordinada… sin descartar para nada la
NRBQ en sus tres últimas versiones), que, como le voy a explicitar a
continuación y es creencia generalizada entre muchos militares, expertos y
estrategas de medio mundo, ya está en pleno desarrollo por lo menos en su primera
fase o fase previa, más o menos incruenta y que, cuando menos lo esperemos,
puede dar paso a su segunda tanda (guerra convencional avanzada “no nuclear”)
de destrucción aún moderada y daños colaterales civiles asumibles y que ¡ojala!
se pare ahí sin que ninguno de sus protagonistas de alto nivel (el perdedor de
la fase anterior, presumiblemente y a día de hoy, el estadounidense cuyas FAS
se han quedado totalmente obsoletas ante los espectaculares avances de rusos y
chinos en el campo de las nuevas tecnologías hipersónicas en misiles
estratégicos así como en aviones de quinta y sexta generación, submarinos y
drones furtivos) ose apretar el botón de su maletín atómico.
Pues bien, una vez demostrado en los párrafos anteriores la
maldad que subyace en la cúpula del poder de una nación tan poderosa como los
Estados Unidos de Norteamérica y que no solo sería capaz de efectuar una
agresión de tipo biológico contra China como la que estoy comentando en estos
momentos, con daños muy espectaculares y mediáticos, es cierto, pero reducidos
y neutralizables en el corto plazo aún a costa de muy graves perjuicios
económicos, materiales, políticos, sociales, morales y de credibilidad para la
gran nación asiática (de momento, el Estado chino ya se ha visto en la tesitura
de tener que inyectar 165.000 millones de dólares en el sistema financiero,
industrial y tecnológico propio como ayuda urgente ante el desplome
incontrolado de sus bolsas…), sino de desencadenar una tercera guerra mundial
si viera peligrar de verdad su liderazgo global, voy a intentar poner al
lector/a al corriente de los apresurados análisis de situación y prospectivos
que me han llevado a contestar afirmativamente , con cierta temeridad sin duda,
las tres preguntas virtuales que yo mismo me hacía en el encabezamiento del
presente artículo.
Estados Unidos y China están en guerra no declarada desde
hace años, desde que la superpotencia asiática alcanzó un nivel de riqueza, de
tecnología, de capacidad comercial y de negocio a nivel mundial que causó la
alarma y el pánico incontrolado en la superpotencia norteamericana. Como
apuntaba líneas atrás, esta guerra bilateral EEUU-China, de momento habría que
clasificarla como de las llamadas por los propios expertos militares yanquis
“de cuarta generación” o sea solapada, secreta, con acciones subordinadas a
cargo de terceros contendientes, con multitud de frentes no convencionales y
con daños irreversibles no muy cuantiosos e incluso difícilmente
cuantificables. Cronológicamente estaríamos en la primera fase de esa guerra
asimétrica, donde las armas de guerra convencionales y las de destrucción
masiva no han hecho todavía acto de presencia. Pero este escenario de cuasi
guerra, de paz armada, de guerra fría, de enfrentamiento solapado puede cambiar
en cualquier momento. Veamos por qué:
En gran historiador y militar ateniense Tucícides, padre de
la “historiografía científica” y de la llamada escuela de “realismo político”
nos dejó una impresionante profecía a los humanos, fruto de su experiencia en
la guerra del Peloponeso (siglo V a.c) :
“Cuando una gran imperio o potencia de primer nivel se
siente amenazada por otra emergente que puede arrebatarle su liderazgo, la
guerra entre ambas es inevitable”
Basándose en los análisis y estudios del famoso historiador,
militar e investigador griego, el profesor norteamericano Grahan Allison,
director del Centro Belfer de Ciencias y Asuntos Internacionales en la Kennedy
School de Harvard (EEUU) ha publicado recientemente el libro titulado “Con
destino a la guerra”, en el que se pregunta concretamente si su país, Estados
Unidos, será capaz de sortear la por él denominada “Trampa de Tucícides”
evitando ir a una guerra que preservara su liderazgo mundial ante el claro reto
económico, militar y político de China. Y para contestarse a sí mismo y a los
millones de compatriotas que presumiblemente leerían su trabajo, estudió con
todo detalle cómo se solventaron históricamente en los últimos quinientos años
dieciséis casos en los que una potencia dominante, un imperio, se vio en la
tesitura de ir a la guerra contra un nuevo poder emergente que le retaba
claramente y aspiraba a desbancarle de su poltrona. De esos dieciséis casos, al
profesor de Harvard le salieron doce positivos (hubo guerra) y cuatro negativos
(el poder afincado y el emergente llegaron a acuerdos que hicieron posible la
paz) lo que en términos matemáticos arroja una probabilidad del 75% de que su
patria, EEUU, vaya a la guerra total con China en el corto o medio plazo.
Al historiador que suscribe, no obstante, después de analizar
y estudiar a fondo las peripecias investigadoras e históricas del señor
Allison, la probabilidad del 75% de que su país se decida finalmente a parar
los pies a su emergente enemigo con las armas en la mano se le queda
francamente corta y no tiene más remedio que elevarla al 90% ya que el profesor
yanqui, con todos los respetos, ha cometido en sus apreciaciones históricas y,
sobre todo estratégicas, algunos errores de bulto comprensibles ya que hablar
de guerras, actuales o por venir, sin ser un militar profesional y, además,
aficionado y estudioso de la historia, tiene sus riesgos. Y es que en los
cuatro casos negativos en los que según Allison los dirigentes de las dos
potencias contrincantes acabaron tomándose un café y dándose algún abrazo que
otro, primaron unas circunstancias muy especiales que neutralizaron
completamente las ansias guerreras de ambos.
Y voy a citar solo uno porque no hay tiempo para más: La
guerra fría que se desató en el mundo tras la II Guerra Mundial y que duró casi
toda la mitad del siglo XX no acabó en una terrorífica confrontación mundial,
como hubiera asegurado el historiador Tucícides si le hubieran preguntado en
los años cincuenta del pasado siglo, por la sencilla razón de que a los altos
jerarcas de EEUU y la URSS durante todos esos años no les quedó más remedio que
abrazar contra su voluntad la denominada estrategia MAD (Destrucción Mutua
Asegurada) ya que, efectivamente, cualquiera de las dos superpotencias
ganadoras de la II Guerra Mundial podía con sus armas termonucleares barrer de
este mundo a toda la estructura civil enemiga pero con la contrapartida de que
ésta, simplemente con el 20% de sus propios arsenales que según todas las
previsiones habrían quedado intactos, estaría en condiciones de devolver la
pelota al 100% al suicida atacante. Por otra parte, el profesor yanqui también
se equivoca cuando habla solo de China como enemigo a batir por Estados Unidos
cuando a día de hoy, y por bastantes años, es la Rusia de Putin la primera
potencia militar del planeta. El cacareado poder castrense norteamericano
basado en sus monstruosos portaaviones de 100.000 toneladas y en sus misiles
crucero subsónicos se ha quedado en nada con la aparición de los nuevos misiles
hipersónicas rusos tipo Samart (Satan II), Avangard y Kinzhal y los aviones
furtivos Su-27, SU-35 y SU-57 de quinta y sexta generación, que han convertido
a esos fastuosos barcos orgullo todavía de la Armada yanqui en pura chatarra a
flote que podrían ser destruidos en su totalidad en los primeros minutos de un
conflicto global.
Termino, amigo lector/a, haciéndome otra pregunta capciosa
que puede resumir todo mi anterior parlamento:
¿Estamos, ante este flagrante y presunto ataque a China a
través del agente coronavirus, en un nuevo apartado de la primera fase de una nueva
guerra mundial de acuerdo a las enseñanzas del historiador Tucícides?
Pues, lo siento, pero tengo que contestar de nuevo que sí
aunque a día de hoy estoy completamente seguro de que no será nuclear pues
ahora la MAD (Destrucción Mutua Asegurada) ya no existe y uno de los dos bandos
(de momento, el oriental) es capaz de poner él solito contra las cuerdas al
otrora orgulloso imperio de las barras y las estrellas. Que se ha convertido,
todo hay que decirlo, en algo francamente indeseable a nivel mundial.
El dato fuente omega
viernes, 24 de abril de 2020
Magda Portal
Portal relató, en la entrevista que le hizo la investigadora Kathleen Weaver, que una mañana, mientras su madre se había ido a un juzgado, llegaron policías y jueces, y la sacaron a ella y a sus hermanos a la acera.
“Los jueces pusieron candado en el portón de la entrada. Nosotros nos quedamos llorando en la calle, por supuesto. Éramos unos niños abandonados pero toda la vecindad sabía que esa casa era nuestra y decía ‘Pero qué barbaridad, cómo es posible que los arrojen de su casa’”. Entonces ella cogió una piedra, la más grande que pudo agarrar, y la tiró contra el candado. Tenía ya siete años y la fuerza suficiente para hacer que el seguro cediera. “Abrí la puerta y empecé, con la gente del barrio, a meter mis muebles dentro de la casa. Así era entonces la injusticia. Cuando llegó mi madre fue el gran drama, pero ¿qué hace una gente cuando no tiene mayor amparo en la sociedad?”.
jueves, 23 de abril de 2020
ASÍ SERÁ NUESTRA PRÓXIMA PANDEMIA GLOBAL
ASÍ SERÁ
NUESTRA PRÓXIMA PANDEMIA GLOBAL
SIMON
PARKIN
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27
NOV 2018 - 13:58 CET
Si
un corredor de apuestas tuviera que estimar las probabilidades sobre qué evento
apocalíptico es más probable que elimine la raza humana, una pandemia tendría
más probabilidades que cualquier ataque nuclear, alzamiento de robots o
asteroide. Epidemiólogos y profesionales de la salud de todo el mundo están de
acuerdo: a pesar de los esfuerzos de gobiernos y organismos para prepararse
para lo peor, el mundo no está preparado para un brote mundial de una enfermedad
contagiosa mortal. En febrero de 2017, Bill Gates advirtió de que, a menos que
se tomen medidas drásticas pronto, un patógeno que se contagia por aire y se
mueve rápidamente "podría matar a más de 30 millones de personas en menos
de un año".
De
todas las amenazas emergentes de enfermedades, un brote de gripe es el más
preocupante debido, principalmente, a la velocidad con la que se puede propagar
y la virulencia con la que puede matar. Investigaciones recientes han
demostrado más allá de toda duda razonable que la gripe española de 1918, que
mató a entre 50 y 100 millones de personas y fue la más mortal en la historia
de la humanidad, tuvo su origen en las aves. Hoy nuevas cepas de gripe aviar
tienen tasas de mortalidad sin precedentes, como la cepa H5N1 que apareció en
Hong Kong en 1997, y están surgiendo con más regularidad que nunca.
La
principal de estas nuevas amenazas es el H7N9, una cepa de gripe originalmente
encontrada en una gallina china que los Centros para el Control y la Prevención
de Enfermedades (CDC) actualmente considera que tiene el mayor potencial de
causar una pandemia mortal en caso de que mute y se transmita por aire. El
virus se detectó por primera vez en una víctima humana en 2013. Las cifras
publicadas el mes pasado indican que el brote más reciente del H7N9, en octubre
de 2016, mató a más personas en China que los cuatro brotes previos de gripe
aviar juntos y produjo una variante que es menos susceptible a las vacunas.
Aunque
está claro quién es el principal sospechoso, hay un problema a la hora de
prepararse para lidiar con el H7N9 a escala global. Tal y como el Dr. Keiji
Fukuda, ex jefe de epidemiología del CDC, dice, la humanidad ha "esquivado
una bala" en lo referente a pandemias en los últimos años. Mediante una
combinación de preparación, acción rápida y buena suerte, ni el SARS en 2002,
ni la gripe porcina en 2009, ni el ébola en 2014 han terminando siendo
pandemias completas. Tenemos pocos puntos de referencia para proporcionar
pistas o modelos sobre cómo podría ser un mundo en medio de un brote mortal
contemporáneo y cómo, en nuestra sociedad conectada, podríamos prepararnos para
lo peor.
Irwin
Redlener es el director del Centro Nacional para la Preparación ante Desastres
en la Universidad de Columbia. Él y su equipo han pasado los últimos 14 años
estudiando desastres causados por el cambio climático, el terrorismo o aves
enfermas. Usando datos y modelos por ordenador, han explorado los diversos
escenarios que pueden sucederse después del surgimiento de una nueva cepa letal
y virulenta de la gripe aviar y los resultados de esos modelos sombríamente
proféticos se leen como ficción zombi.
En
febrero de 2017, Bill Gates advirtió de que, a menos que se tomen medidas
drásticas pronto, un patógeno que se contagia por aire y se mueve rápidamente
"podría matar a más de 30 millones de personas en menos de un año"
Digamos
que el virus, una variante del H7N9, se detecta por primera vez en un paciente
que ha estado expuesto a aves de corral vivas en uno de los mercados rurales de
aves en China, donde el rigor y la regulación que actualmente se aplican a
muchos de los mercados de Hong Kong aún no se han implementado. Una semana
después, se detectan tres casos más y el paciente muere en el hospital por una
infección pulmonar.
Un
laboratorio dirigido por el CDC en Atlanta es el primero en examinar una
muestra de sangre tomada de la víctima. Los virólogos del CDC confirman que han
detectado una nueva cepa de gripe aviar. El gobierno chino, con experiencia en
la gestión de tales brotes, ordena el cierre de los mercados de aves y el
sacrificio de decenas de miles de aves en la provincia donde se descubrieron
los primeros casos.
Sin
embargo, al cabo de unos días, los hospitales siguen recibiendo un gran flujo
de nuevos casos: está claro que ni el sacrificio ni las meticulosas reglas del
país para transportar animales vivos están siendo efectivos. Parece que este
nuevo virus puede contagiarse entre personas a través del aire que respiramos.
Días
después, se informa de nuevos casos de la enfermedad en países vecinos de
China, aunque no está claro en este momento si el virus se ha propagado a
través de los camiones que cruzan las fronteras o por las aves que migran
durante el invierno.
Casi
de inmediato, predice Redlener, los aeropuertos internacionales comenzarán a
cerrarse en un esfuerzo por evitar la transmisión intercontinental. Los viajes
aéreos, donde desconocidos de regiones geográficas con diferentes niveles de
vulnerabilidad a las enfermedades se ven obligados a permanecer en un espacio
cerrado durante un período prolongado de tiempo, es actualmente la forma más
rápida de viajar.
Al
igual que las trincheras y los hospitales de lona del brote de gripe española
de 1918, un avión actúa como una incubadora de un virus e infecta a los
pasajeros que, tras desembarcar y dispersarse, distribuyen el virus con
eficacia. Tal y como Ed Yong dijo recientemente en The Atlantic, cuando se
trata de propagar enfermedades, "atravesando los cielos en innumerables
aviones, transformamos pequeñas hogueras en grandes incendios globales".
El
cierre del aeropuerto llega demasiado tarde para detener la propagación de la
pandemia. En el mundo conectado de hoy en día, se puede transportar una enfermedad
desde una aldea rural a cualquier ciudad importante en 36 horas, más rápido de
lo que cualquier gobierno podría implementar una política de prohibición de
vuelos. Se informa de los primeros casos en Europa y, poco después, en EE UU.
En estas primeras semanas la desinformación abunda, al igual que durante el
brote del ébola en 2014, cuando los informes falsos hicieron que el virus se
propagase con más facilidad. En los canales de noticias por cable, algunos
expertos sugieren que el brote es el resultado de una investigación genética
irresponsable en China. Otros sugieren que es parte de un complot terrorista.
Tenemos
pocos puntos de referencia para proporcionar pistas o modelos sobre cómo podría
ser un mundo en medio de un brote mortal contemporáneo y cómo, en nuestra
sociedad conectada, podríamos prepararnos para lo peor
Se
cierran las primeras escuelas. "Una de las cosas más importantes que se
pueden hacer en una pandemia incipiente es reducir el contagio entre
niños", dice Redlener. Sin embargo, los modelos de actuación muestran que
esta precaución resuelve la misma cantidad de problemas que crea. "¿Quién
cuida a los niños en casa?" pregunta Redlener. "¿Qué pasa si los
padres se contagian? ¿Y qué le sucede a la economía cuando los padres ya no pueden
trabajar? ¿Cómo compran las personas alimentos si no tienen ingresos?"
Las
cadenas de suministro empiezan a colapsar a medida que aparecen las primeras
consecuencias económicas locales y regionales de la pandemia. "¿Quién
entrega nuestros suministros diarios de alimentos y medicamentos y todo lo que
necesitamos si hay personas contagiadas por todas partes?", se pregunta
Redlener. "¿Vamos a permitir que los camiones circulen entre estados si al
hacerlo aumenta el riesgo de propagación de la enfermedad?"
En
pocas semanas, los estantes de los supermercados quedan vacíos. Las colas en
las gasolineras se extienden a lo largo de las carreteras, por lo menos durante
los pocos días en que todavía queda gasolina.
La
fragilidad de cada mecanismo altamente afinado que garantiza la comodidad y la
facilidad de la vida contemporánea en los países más ricos queda expuesta lenta
y completamente. La crisis de salud mundial pasa de "estar en la lista de
cosas que nadie quiere hacer a ser la única tarea de la lista de cosas por
hacer de muchas personas", dijo Bill Steiger, que dirigió la Oficina de
Asuntos de Salud Global durante la administración de George W. Bush, al
Washington Post en abril mientras se debatía la preparación ante una pandemia .
Mientras
el CDC publica recomendaciones cada día (quédese en casa, tápese la boca si
tose), el presidente Trump responde con una retórica característicamente
extravagante. Esta vez, sin embargo, la retórica lleva a medidas aún más
fuertes. Las fronteras de EE UU con Canadá y México se han cerrado, se declara
la ley marcial y se ha puesto en cuarentena a los estadounidenses enfermos (y
se les coloca en campos de detención si se descubre que han infringido el toque
de queda). Utilizando el sentimiento público sobre esas conspiraciones
epidémicas, Trump empieza una guerra comercial con China.
A
medida que la pandemia continúa, empezamos a ver la incapacidad de las naciones
para responder. Se testean hospitales, personal médico y medicamentos usando
métodos sin precedentes. "Ha habido muy poca mejora por parte de Estados
Unidos en la capacidad de tratar médicamente a los afectados por una
pandemia", dice Redlener. "No tenemos suficientes agentes
antivirales. No tenemos suficientes ventiladores mecánicos. Es muy arriesgado
saber si cuidaremos de las personas que necesitan ser hospitalizadas en caso de
una pandemia y de qué manera. En ese momento simplemente nos sentiríamos
abrumados por los pacientes".
Aquí
es donde se revela la gran complejidad de un escenario de pandemia: considerar
las cuestiones éticas que surgirán en medio del desastre. ¿Qué sucede, por
ejemplo, cuando los hospitales se queden sin ventiladores mecánicos? ¿Podrá un
médico decirle a un padre que, como las posibilidades de supervivencia de su hijo
son menores que las de un adulto joven, se le va a confiscar el respirador?
"Simplemente no hay pautas sobre cómo debemos gestionar la enorme escasez
que encontraremos en el sistema de salud en el caso de una pandemia", dice
Redlener.
Independientemente
de que estas hipotéticas situaciones sean plausibles o exageradas, Redlener
cree que las consecuencias de cualquier pandemia están más allá del alcance de
las consideraciones actuales de muchos planificadores de desastres. Los modelos
pueden mostrar lo rápido que un virus podría viajar por el mundo, pero no
explican en detalle las implicaciones del colapso de la sociedad en medio de
una pandemia mortal. El mundo entero, dice Redlener, está "completamente
desprevenido".
Redlener
y sus colegas no son los únicos que llegan a estas conclusiones apocalípticas.
En 2011, la Organización Mundial de la Salud presentó una iniciativa mundial
llamada Preparación contra la gripe pandémica (PGP), un programa diseñado para
detener o retrasar la gripe pandémica en su aparición inicial y evitar el tipo
de desastre mundial detallado anteriormente.
Como
parte del PGP, una red de más de 150 laboratorios en todo el mundo conocida
como Sistema Global de Vigilancia y Respuesta ante la Gripe controla los brotes
de gripe, examina muestras de sangre de pacientes recién infectados y
monitoriza las ventas en farmacias de medicamentos utilizados para tratar los
síntomas de la enfermedad. Esta investigación informa de la creación de la
vacuna contra la gripe estacional, cuyas nuevas versiones se desarrollan dos
veces al año y proporciona la base para el asesoramiento que la Organización
Mundial de la Salud entrega a los gobiernos para ayudarlos a prepararse para
una pandemia.
Muchas
naciones han desarrollado sus propios planes específicos. El Reino Unido, por
ejemplo, creó la Estrategia de control de enfermedades aviares identificables,
que establece los procedimientos que deben seguirse en caso de aparición de una
enfermedad que se pueda convertir en una pandemia en la isla. Sin embargo, la
Organización Mundial de la Salud está trabajando para coordinar mejor los
esfuerzos y estrategias entre naciones sobre la base de la experiencia de la
gripe española de 1918: no se puede luchar contra una pandemia tratando a los
pacientes de forma individual. Creen que una pandemia moderna solo se derrota
al tratar el mundo de forma interconectada y no a las naciones por separado.
"Una
pandemia es un evento mundial", dice Sylvie Briand, directora del
Departamento de Gestión de Riesgos de Contagio dentro de un programa de
emergencia de la Organización Mundial de la Salud que se ha creado
recientemente. "Se debe gestionar tanto a nivel nacional como
internacional. Una enfermedad no tiene fronteras". Pardis Sabeti, un
destacado investigador de enfermedades contagiosas de la Universidad de
Harvard, dijo lo mismo a The Atlantic a principios de año: "Los virus son
amenazas globales para la humanidad. Son un problema común. De alguna manera,
son la única amenaza que une".
Aún
así, el tipo de amenaza que la gripe supone es diferente en función del país de
donde provenga. "El problema es que hasta ahora, la gripe es vista como
una enfermedad de países ricos y templados", dice Briand. "No es el
caso. La gripe está por todas partes. Sin embargo, en muchos países tropicales,
donde hay una alta tasa de mortalidad por enfermedades respiratorias, la
mayoría de veces ni siquiera saben que se debe a la gripe".
En
2014, la administración Obama se comprometió a donar un millón de dólares a una
asociación de reciente creación conocida como la Agenda de Seguridad de Salud
Global. El programa está destinado a ayudar a prevenir la propagación de brotes
letales mediante el fortalecimiento de los sistemas básicos de salud pública en
los países menos desarrollados cuyo objetivo es luchar contra las epidemias. Ha
proporcionado formación en epidemiología a los profesionales de la salud de
Mali, por ejemplo, y ha ayudado a los gobiernos a desarrollar planes de
emergencia para hacer frente a un brote de gripe aviar. Más de 30 países han
participado en evaluaciones para conocer su capacidad de detectar y prevenir
brotes (los resultados, incluso los negativos, se hacen públicos). El progreso
es, sin embargo, "todavía frágil" y "requiere financiamiento
continuo", según un análisis interno de los CDC.
Actualmente,
los esfuerzos para mejorar la colaboración internacional son alentadores. No
obstante, no podemos predecir cómo reaccionarían las naciones si se les pidiese
apoyo mutuo en el tumulto de una hipotética pandemia.
"Cuando,
por ejemplo, hay una gran tormenta costera en el noreste de los EE. UU. o algo
parecido al Katrina en la región del Golfo, normalmente llega ayuda de otras
ciudades y regiones a la zona del desastre", explica Redlener. En otras
palabras, los que no están afectados normalmente apoyan a los que lo están.
"Pero una pandemia amenaza a todos, en todas partes. Boston no puede
esperar recibir ventiladores adicionales de Nueva York, Washington o Chicago
porque esas ciudades necesitarán todo lo que tienen". Los recursos son
limitados y, a todos los niveles, desde el vecindario hasta la ciudad y la
nación, se activa inevitablemente el instinto humano de cuidar de uno mismo.
"Se
requiere mucho trabajo para garantizar que exista colaboración durante una
crisis", dice Briand. "La tendencia es que cada país acumule vacunas
y ejecute su propio plan de preparación individual. Pero necesitamos agregar
una capa supranacional de preparación para asegurarnos de que el primero en ser
afectado no acapare todos los recursos. Esto es lo que puede suceder en caso de
un evento mundial: el país más rico tendrá acceso a las vacunas y el resto
no".
Parte
del problema para cualquier persona involucrada en esta situación tan difícil
es que es muy difícil anticipar los problemas. La vacunación es, de lejos, la
forma más efectiva para defenderse de una pandemia. Sin embargo, como dice
Redlener, los engranajes y las ruedas del capitalismo van en contra de la
investigación, el desarrollo, la fabricación y el almacenamiento de vacunas
(algunas de las cuales caducan dentro de 12 meses). "En un sistema privado
de fabricación, desarrollo e investigación", explica, "puede que las
compañías farmacéuticas no tengan la capacidad o la voluntad de invertir
grandes cantidades de dinero en algo que no sucederá y cuyo retorno no pueden
prever".
Mientras,
los laboratorios de la Organización Mundial de la Salud continúan trabajando
para aumentar la velocidad a la que los medicamentos se preparan con la
esperanza de reducir el tiempo de desarrollo de una nueva vacuna de al menos
seis meses a cuatro. La velocidad a la que se puede transmitir la gripe es
fundamental: la gripe de 1918, en particular, mató a más personas en 24 semanas
que el SIDA en 24 años.
Hoy,
la Organización Mundial de la Salud ha asegurado 500 millones de dosis de
vacunas generales contra la gripe, pero es posible que no sean efectivas contra
una nueva cepa de gripe aviar. Estas reservas, dice Briand, permitirán al mundo
hacer frente a la primera ola de una pandemia. Pero Redlener, por el contrario,
se mantiene firme y afirma que las reservas serán completamente insuficientes.
"No tenemos suficientes vacunas que puedan detener una gran pandemia de
ningún tipo gripe y menos una pandemia mortal altamente contagiosa".
"El
problema es que hasta ahora, la gripe es vista como una enfermedad de países
ricos y templados. No es el caso. La gripe está por todas partes. Sin embargo,
en muchos países tropicales, donde hay una alta tasa de mortalidad por
enfermedades respiratorias, la mayoría de veces ni siquiera saben que se debe a
la gripe"
Las
políticas nacionales e internacionales tienen un papel crucial en la creación
de nuevas formas de colaboración necesarias para hacer frente a una potencial
pandemia. Sin embargo, como demuestran el Brexit y el aumento de la retórica
nacionalista en el escenario mundial, esta colaboración está fundamentada en
bases cada vez más inestables.
"Donald
Trump ha sido muy abierto acerca del de 'América Primero', que es retrógrado e
inapropiado en lo relativo a casi todos lo problemas principales a los que se
enfrenta el mundo: economía, salud pública, cambio climático", dice
Redlener. De hecho, en sus primeras semanas en el cargo, Trump propuso recortes
drásticos a las agencias gubernamentales que trabajan para detener los brotes
letales en su origen.
Durante
el brote de ébola en 2014, Trump tuiteó que los trabajadores humanitarios
estadounidenses no deberían volver a América del Norte ("¡QUE SE QUEDEN
FUERA DE AQUÍ!", escribió), para que no propagasen la enfermedad. Es una
forma de pensar que sugiere que Trump sería reacio a enviar ayuda
estadounidense para ayudar con brotes en otras naciones. "Fragmentar
nuestros países solo aumenta la amenaza que representa una pandemia", dice
Redlener.
Para
la Organización Mundial de la Salud, la necesidad de una colaboración
internacional continua es crucial no solo en el caso de una pandemia, sino
también en simulacros y construcción de defensas para tal evento. "La
preparación requiere un esfuerzo continuo", dice Briand. "Los
mecanismos solo son fuertes si los usas con frecuencia. Las personas cambian,
las directrices cambian, por lo que se debe realizar ejercicios de simulación
constantemente para asegurarse de que el plan está actualizado y realmente
preparado para hacer frente a lo inesperado".
¿Para
cuándo podemos esperar que aparezca otra gripe aviar? Todos los expertos
entrevistados para estos artículos dijeron que no solo es probable que aparezca
una pandemia importante, sino que es peligrosamente inminente.
La
Organización Mundial de la Salud actualmente está monitorizando varios virus de
la gripe aviar que, según Briand, "tienen potencial pandémico". Entre
ellos está el recién descubierto H10N8, una enfermedad de origen desconocido
que mató a su primera víctima humana en China hace cuatro años. Desde entonces,
el CDC ha monitorizado más de 300 brotes en 160 países y ha rastreado 37
patógenos peligrosos en el último año.
Claramente
no estamos preparados. ¿Cómo lo íbamos a estar? No se puede hacer un simulacro
del colapso de la sociedad. Los sistemas de salud en todo el mundo ya tienen
dificultades en satisfacer las necesidades de nuestras poblaciones en lo
relativo a su crecimiento y al envejecimiento, como para además hacer frente a
las que surgirían tras una catástrofe pandémica. Mientras tanto, la xenofobia y
otras posturas nacionalistas e introspectivas son contrarias a la política
internacional y la colaboración necesaria para evitar que un brote local se
convierta en una pandemia.
En
su artículo de opinión de enero, Bill Gates escribió que se siente optimista y que,
con un poco de esfuerzo, la humanidad aún podría evitar lo peor. "De aquí
a una década, podremos estar mucho mejor preparados para una epidemia letal si
estamos dispuestos a poner una fracción de lo que gastamos en presupuestos de
defensa y nuevos sistemas de armas en preparación para la epidemia".
Pero
esa voluntad está, como lo dice Redlener, "aún por manifestarse".
Hasta que se manifiesta, continuaremos viviendo bajo la amenazadora sombra de
unos pájaros que vuelan por el cielo gris.
miércoles, 22 de abril de 2020
Recordando el virus VIH
¿Qué es VIH y qué es SIDA?
El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (conocido por sus
siglas SIDA, o AIDS en inglés), es causado por el virus de la inmunodeficiencia
humana (VIH, o HIV por sus siglas en inglés). El SIDA (referido en este
documento de ahora en adelante como “sida”) es la etapa más avanzada de la
infección con el VIH, el virus que causa que una persona desarrolle sida
eventualmente.
Con el transcurso del tiempo, el virus ataca y destruye el
sistema inmunológico del cuerpo (el sistema responsable de proteger al cuerpo
contra las enfermedades; también referido como sistema inmunitario). Una
persona que no tenga un sistema inmunológico completamente funcional corre el
riesgo de contraer una variedad de infecciones que no afectan con frecuencia a
las personas sanas. A estas infecciones se les denomina infecciones
oportunistas. Las personas con el VIH también están a un mayor riesgo de
desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el sarcoma de Kaposi, linfoma y cáncer de
cuello uterino, entre otros problemas de salud. Muchas de estas afecciones
ponen la vida en peligro.
Más de un millón de personas en los Estados Unidos viven con
la infección del VIH, y alrededor de 500,000 están viviendo con sida. Las
mujeres representan alrededor de 1 de cada 4 casos de personas infectadas con
el VIH en los Estados Unidos. Cada año, alrededor de 50,000 personas se
infectan con el VIH en este país.
Mundialmente, alrededor de 35 millones de personas viven con
VIH/SIDA. Más de la mitad de estas personas vive en la parte subsahariana de
África y alrededor de la mitad son mujeres.
Transmisión del VIH
El VIH puede transmitirse de una persona a otra cuando la
sangre o algún fluido corporal (semen, secreciones vaginales o leche materna)
de una persona infectada ingresa al organismo de una persona no infectada.
Entre las vías de transmisión se incluye:
- Sexo
vaginal, anal u oral sin protección con una persona infectada.
- Compartir
jeringas y otros utensilios en el consumo de drogas con personas que
tienen el VIH.
- Exposición
prenatal (antes del nacimiento) y perinatal (durante y justo después del
nacimiento) de recién nacidos por sus madres con el VIH.
- Lactancia
de madres infectadas con VIH
- Productos
de transfusión sanguínea que contienen el virus.
- Trasplante
de órganos de donantes infectados con el VIH.
- Heridas
profundas o accidentes que los profesionales médicos (por lo general,
piquetes con agujas que fueron usadas en personas infectadas) mientras
atendían o manipulaban la sangre de pacientes con el VIH.
El VIH no se transmite a través de los
mosquitos, garrapatas ni otros insectos. Tampoco se transmite por el contacto
casual como las conversaciones, saludar de mano, estornudos, compartir platos
(trastes), compartir baños, teléfonos o computadoras, ni a través del agua. No
se transmite a través de la saliva, las lágrimas ni el sudor.
Las transfusiones de sangre y los productos sanguíneos causaron
algunas infecciones con el VIH a principios de la década de 1980. Gracias a las
nuevas precauciones y a las pruebas detalladas en los bancos de sangre, este
riesgo ha sido casi completamente eliminado.
Prevención de la infección con el VIH y del sida
Debido a la forma en como el VIH se transmite, existen
formas para evitar la infección con el VIH y prevenir el sida.
La mayoría de las infecciones con el VIH en todo el mundo se
dan mediante las relaciones sexuales entre personas no infectadas con personas
infectadas. Por lo tanto, no tener sexo sin protección con personas infectadas
puede prevenir la mayoría de las infecciones con el VIH. Si ambas personas en
una pareja no están infectadas, y ambas evitan cuidadosamente las actividades
que podrían ocasionar la infección con el VIH (ambas personas siendo monógamas
y sin compartir jeringas con nadie), entonces el sexo sin protección puede ser
seguro. Utilizar un condón de látex o plástico de principio a fin cada vez que
tenga actividad sexual con alguien de quien no tenga certeza sobre su estatus
de VIH puede disminuir su riesgo considerablemente.
La segunda causa más común de infección con el VIH es por
compartir jeringas usadas y otros utensilios similares con personas que
consumen drogas inyectadas y que son portadoras de este virus. Para dichas
personas, la forma más segura de evitar el VIH es simplemente dejar de
inyectarse. Sin embargo, algunas personas no pueden abstenerse por sí mismas, o
requieren de ayuda para poder abstenerse, lo cual puede que no permita que
dejen el hábito de inmediato. Para estas personas, el uso de jeringas y
utensilios de inyección esterilizados (p.ej. artículos nuevos y sin que vuelvan
a utilizare una segunda vez) puede ser útil para su protección. Algunas
regiones cuentan con programas para asegurar que los consumidores de drogas
tengan acceso a jeringas nuevas (esterilizadas). Casi en todos los lugares
donde han iniciado estos programas, se ha reducido el número de nuevas
infecciones con el VIH entre las personas que se inyectan estas sustancias.
Para la gente que está en riesgo elevado de infección con el
VIH, tal como los consumidores de drogas inyectables y las personas cuyas
parejas tienen el virus, tomar cierto medicamento (tal como una píldora diaria)
es otra forma que ayuda a reducir el riesgo de infección. A este método se le
conoce como profilaxis pre-exposición o PrEP por sus siglas en
inglés. Las personas que emplean la PrEP deben tener la disposición y
disciplina de tomar la píldora cada día y acudir al médico cada varios meses
para someterse a pruebas periódicas de VIH, reabastecer sus recetas y hacer el
seguimiento correspondiente.
En el caso de una posible exposición al VIH durante una
situación específica, tal como un condón que se haya roto o algún otro tipo de
exposición de una persona que podría tener el VIH, existe una opción de
“tratamiento a la mañana siguiente” para procurar reducir el riesgo de
infección. Este tratamiento consiste de tomar medicamentos contra el VIH todos
los días durante las cuatro semanas siguientes. Esto es más propenso a ser
eficaz si se administra dentro de 24 horas tras la posible exposición al virus,
y en raras ocasiones se llega administrar a más de 72 horas después.
Las madres con el VIH pueden transmitir el virus al bebé ya
sea durante el embarazo, el parto o mientras lo amamantan (la lactancia). Es
posible reducir en gran medida este tipo de infecciones mediante tratamiento
con medicamentos contra el VIH para las madres infectadas y los bebés, así como
emplear una cesárea durante el parto y evitar amamantar el bebé.
Los trasplantes de órganos y tejidos de donadores humanos
conllevan un riesgo muy pequeño de VIH y otras infecciones, pero los donantes
son sometidos a pruebas minuciosas para reducir el riesgo tanto como sea
posible.
¿Cómo se diagnostica la infección con el VIH?
Debido a que la infección con el VIH frecuentemente no
presenta síntomas por años, una persona puede tener VIH por mucho tiempo y no
saberlo. Las personas con frecuencia creen que han sido sometidas a la prueba
para el VIH solo por el hecho de haber acudido al médico por a un examen
general de salud. Esto a menudo no es cierto. Aunque los Centros para la
Prevención y Control de Enfermedades (CDC, siglas en inglés) de los EE.UU.
recomiendan que todas las personas de 13 a 64 años se hagan la prueba del VIH
por lo menos una vez, a menudo esta prueba no es realizada con la frecuencia
debida salvo que haya algún tipo de problema médico, un embarazo o si se
solicita la prueba directamente.
La mayoría de las veces, una persona que se somete a la
prueba lo sabe, aunque hay algunos casos en que no se le informa a la persona
que estará siendo sometida al examen, como las personas que ingresan a servicio
militar y algunas personas que envían su solicitud para pólizas de salud o de
seguro de vida.
Si tiene alguna duda sobre su estatus de VIH, hable con su
médico o acuda a algún centro de salud donde se realicen las pruebas. Para
someterse a la prueba del VIH sin que sea necesario que proporcione su nombre y
dirección (prueba anónima), es posible comprar un juego de recolección
sanguínea en la farmacia o por Internet, o acudir a un sitio de pruebas
anónimas. Algunos departamentos de salud pública también ofrecen la realización
de pruebas del VIH de forma anónima.
Las personas infectadas que evitan someterse a la prueba del
VIH podrían no enterarse sobre su infección hasta que hayan ya comenzado a
desarrollar síntomas o incluso sida, mientras que al someterse a la prueba del
virus, es posible detectarlo fácilmente y administrar el tratamiento antes de
que la persona enferme gravemente.
Pruebas para detectar la infección con el VIH
El VIH es detectado con mayor frecuencia mediante las
pruebas de detección que analizan los anticuerpos contra este virus (las
proteínas del sistema inmunológico) en la sangre. Otras pruebas analizan los
anticuerpos en fluidos de la boca (saliva). Cuando el cuerpo se infecta con el
VIH, comienza a producir anticuerpos contra el virus para tratar de combatirlo.
Aunque estos anticuerpos no pueden combatir el VIH, por lo general pueden
encontrarse en la sangre y en otros fluidos corporales dentro de varias semanas
de haberse dado la infección. Las pruebas de detección del VIH buscan la
presencia de estos anticuerpos, y no al virus en sí. El virus es más difícil de
detectar que los anticuerpos.
Las pruebas del VIH están disponibles para usted en muchos
centros de atención médica (consultorios de los médicos, hospitales, clínicas
locales y clínicas del departamento de salud del estado). Y también hay pruebas
que se pueden adquirir en las farmacias para tomar las muestras en su casa.
Usted mismo puede someter la muestra a prueba o enviar la muestra a un
laboratorio.
Clínicas y consultorios médicos
En las clínicas y los consultorios médicos, las pruebas se
realizan a menudo usando una muestra de sangre obtenida de una vena o punción
de un dedo, aunque también es posible realizar la prueba a través de los
fluidos de la boca.
Algunos tipos de muestras se envían a un laboratorio para
realizar las pruebas, y los resultados están disponibles a partir de unos
cuantos días, hasta un par de semanas. Por lo general, los lugares donde se
realizan pruebas prefieren que usted regrese en persona por sus resultados.
Algunos consultorios médicos y clínicas ofrecen pruebas
rápidas para VIH. Estas pruebas de detección consisten de analizar la sangre o
la saliva, y ofrecen resultados preliminares dentro de media hora.
Pruebas en el hogar
Existen también dos tipos de pruebas que se pueden hacer en
casa. Para un tipo de prueba, usted roza con algodón el interior de su boca
para obtener una muestra de fluido para someterse a prueba al colocarla en un
tubo especial. La prueba puede arrojar resultados en alrededor de media hora.
Para el otro tipo de prueba, usted obtiene una pequeña muestra de sangre de su
debo y la envía a un laboratorio. Usted puede obtener los resultados por
teléfono dentro de algunos días.
Las pruebas que se realizan en casa se pueden comprar en la
mayoría de las farmacias o tiendas similares. Aunque usted puede comprar equipos
de pruebas legítimos de algunos comerciantes en línea, puede que otras pruebas
que se vendan por Internet no sean confiables. Por lo tanto, asegúrese de
obtener una prueba de un sitio de confianza.
Resultados de la prueba
Si el resultado inicial de cualquier tipo de prueba de
detección es positivo (es decir, que se encontró algo que podría señalar la
presencia de anticuerpos contra el VIH), no siempre significa que la persona
está infectada con el VIH. Se requerirá hacer otras pruebas para confirmar la
infección. Si usted está usando una prueba casera, debe consultar con un
médico, el cual realizará más pruebas para asegurarse del diagnóstico.
Si la primera prueba da resultado negativo (es decir, que no
se detectaron los anticuerpos contra el VIH), en la mayoría de los casos no se
requerirá de pruebas adicionales. Pero es importante mencionar que un resultado
negativo de la prueba no implica una garantía de que la persona no esté
infectada. A menudo toma varias semanas (y en algunos casos más tiempo) antes
de que haya una suficiente cantidad de anticuerpos en la sangre o en otros
fluidos corporales como para ser detectados. Las pruebas realizadas antes de
esto puede que den resultado negativo, incluso si la persona está infectada.
Para asegurarse que una persona no tiene el VIH, ésta debe someterse a pruebas
a los 3 meses tras su exposición sospechosa más reciente.
¿Cómo se define el sida?
Una persona puede que tenga la infección con el VIH y no
tener sida. El sida ocurre cuando la infección con el VIH ha dañado gravemente
el sistema inmunitario, un proceso que puede tomar años. En los Estados Unidos
y otras naciones industrializadas, el tiempo promedio entre haber contraído el
VIH y el haber desarrollado el sida en etapa avanzada es de aproximadamente 10
años en caso de que la persona no reciba tratamiento, pero en algunas personas
esto puede ocurrir en menos tiempo.
El VIH daña al sistema inmunológico al infectar y eliminar
las células CD4 (linfocitos-T colaboradores), un tipo de glóbulos blancos. En
las etapas más avanzadas de la infección con el VIH, la pérdida de estas
células resulta en un debilitamiento del sistema inmunológico, lo cual fomenta
que surjan las infecciones oportunistas (infecciones que un cuerpo sano
generalmente combatiría), algunos tipos de cáncer y otros trastornos a la
salud.
- El
CDC define sida como una prueba sanguínea positiva del VIH, junto con una
de las siguientes condiciones: Un recuento CD4 menor a 200 células por
milímetro cúbico de sangre (200/mm3). Un recuento CD4 normal es
entre alrededor de 500/mm3 a 1,600/mm3.
- Una
afección oportunista de mayor importancia, entre las cuales se incluye
ciertos tipos de cáncer, infecciones y síndromes que con frecuencia se
asocian al sida, independientemente del recuento CD4.
¿Cómo es el tratamiento contra la infección con el VIH y
el sida?
El tratamiento contra la infección con el VIH y el sida es
complejo, y las enfermedades que surgen repentinamente pueden causar problemas
graves e incluso poner la vida en peligro. Debido a esto, es muy importante
someterse a tratamiento con un médico o profesional clínico que tenga
experiencia en tratar a personas con el VIH y sida.
El tratamiento contra el VIH y el sida tiene tres
principales metas:
- Restaurar
y preservar la función inmunológica.
- Mantener
el nivel del VIH en el cuerpo tan bajo y por la mayor cantidad de tiempo
como sea posible.
- Prevenir,
curar o controlar las infecciones oportunistas.
Cada uno de estos objetivos contribuirá en la calidad de
vida de la persona al mejorar su salud y reducir su riesgo de padecer
enfermedades graves junto con los efectos del largo plazo que ocasionan. Un
tratamiento eficaz prolonga la vida.
El tratamiento principal contra el VIH actualmente hace uso
de tres o más medicamentos contra el virus que se toman diariamente, lo cual es
útil para bloquear su reproducción (evitar la formación de más de virus). El
tratamiento contra el VIH con medicamentos a menudo es referido como terapia
antirretroviral (o ARV) debido a que el VIH es un tipo de retrovirus.
Las combinaciones de antirretrovirales que son muy eficaces en detener el
desarrollo del VIH a veces es referida como terapia antirretroviral de
gran actividad (HAART por sus siglas en inglés).
Hay docenas de antirretrovirales que pueden usarse en
distintas combinaciones. La combinación óptima del tratamiento con
antirretrovirales varía de acuerdo a la persona, la etapa de la enfermedad y ya
sea si la infección de la persona es resistente o no a cualquier medicamento,
entre otros factores. Se podría requerir intentar con distintas combinaciones y
con el tiempo puede que se requiera cambiar de medicamentos. Cada medicamento
conlleva cierto riesgo de efectos secundarios, lo cual requiere ser hablado con
su médico antes de que se empiece a tomar. Como parte de la atención de
pacientes que toman antirretrovirales, los médicos reciben a los pacientes y
consultan con los laboratorios frecuentemente.
Al desacelerar el crecimiento viral y mantener al sistema
inmunológico tan saludable como sea posible, el tratamiento ayuda a reducir el
riesgo de ciertos tipos de infecciones, los tipos de cáncer relacionados al
sida y otros problemas de salud. Con un tratamiento eficaz, la enfermedad
progresa más lentamente y las personas viven por más tiempo. No obstante, no se
cuenta con una combinación de medicamentos que realmente cure la infección, por
lo que es importante que la gente bajo tratamiento continúe tomando sus
medicamentos. A veces dos o incluso tres medicamentos del VIH vienen incluidos
en una o dos píldoras para hacer que el tratamiento sea más fácil de seguir y
tomar. Ya sea que los medicamentos sean tomados conjunta o separadamente, se
requiere de un seguimiento y exámenes minuciosos para asegurarse de que el
tratamiento aún está siendo eficaz.
Puede que las personas infectadas con el VIH no requieran
someterse a tratamiento inmediatamente. Debido a que el VIH es una infección
que progresa lentamente y sabiendo que los antirretrovirales producen graves
efectos secundarios con el transcurso del tiempo, el momento ideal para
comenzar con el tratamiento no se ha determinado de forma concisa. Pero los
médicos han determinado que por lo general hay mejores resultados cuando los
antirretrovirales se administran antes de que el sistema inmunitario se haya
deteriorado gravemente. La mayoría de los médicos coinciden en que un
tratamiento contra el VIH deberá comenzar cuando la infección está causando
síntomas graves o el recuento CD4 de la persona se reduce por debajo de un
nivel determinado. Puede que también haya otras razones para considerar
comenzar con el tratamiento.
Otras medidas que pueden tomarse para apoyar al sistema
inmunológico involucran el tomar buenos cuidados de sí mismo(a), como:
- Comer
sanamente y hacer ejercicio de forma habitual.
- Controlar
el estrés.
- Evitar
las infecciones (lo cual puede incluir mantenerse alejados de personas que
están enfermas, practicar la seguridad en la alimentación, obtener ciertas
vacunas, tomar antibióticos y emplear las prácticas más seguras durante la
actividad sexual, entre otras precauciones).
- Dejar
de consumir productos del tabaco y otras drogas.
- Escrito
por American Cancer Society
Última revisión médica completa: agosto 20,
2014 Actualización más reciente: agosto 20, 2014
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