Tantos mendigos en el Perú, así dicen que estamos disminuyendo la pobreza;
es suficiente sentarse en un micro y ver por la ventana, una tras otra esquina,
sus parodias por mísera moneda Son tantos!
Prefiero ayudar a un niño desamparado que a un viejo mendigo o un equilibrista
La moneda escasa que le daría a éstos -ni muchas monedas- no le cambiara la suerte ni su hábito,
al niño tampoco pero sí en ese ínterin se presta escucharme algunas palabras de aliento,
alguna perspectiva a porfiar por algo nuevo y diferente, la palabra, tal vez, le cambie su suerte.
El Viejo Barbado
No hay comentarios:
Publicar un comentario