jueves, 18 de abril de 2013

Camal de Surco, recuerdos.

Como aquel niño inocente en mí guardado qué, llegado las diez de la mañana tenía que estar bien vestido, mojado y peinado el cabello, lustrado y tirado el cordón de las tabas como se debe.
La abuela Julia inspeccionaba todo, servía mi sopa caliente y me apuraba Tenía que llevar la comida del abuelo Juan hasta Surco mientras  las portaviandas preparaba. con cuidado tal que  la sopa no rebosara de  las vianda,  refranelado  en un morral para que no se enfriara.
Vivíamos en el cono este, Cerro El Agustino Bajaba la escalera, que eran retazo de muro de construcción o piedra laja asentado por la parte llana Llegado a la pampa sorteaba una curva  llegaba a la avenida.
Desde la última cuadra de veintiocho de julio caminaba tres  sendas cuadras largas hasta la esquina de Tacora,-avenida aviación cuadra dos- vecino de La Parada. Por ahí, la linea veinte de buses pasaba, buses   GM, sin nariz ,  motor atrás, color cenizo cuyo cinto central rezaba Surquillo, Barranco, Surco...
Saliendo de  La Parada el recorrido era ligero, cruzaba el zoológico antiguo de Limatambo ,aeropuerto Las Palmas ,el zoo estaba por trasladarse a San Miguel) Todo veía mis ojos curiosos de niño.Pasando San Isidro la margen izquierda por la  ventana del bus eran chacras mayormente hasta la gran unidad Ricardo Palma donde reaparecían las casas otoñales de antaño Por el óvalo Balta estaba a la expectativa ya llegaría.
El paradero final de la linea veinte estaba al costado de la iglesia mayor de Surco-Hoy Surco Viejo- Por un lado cruzaba la plaza, tomaba el fresco de sus palmeras grandes, entraba por una calle hasta la primera esquina donde había un cine pequeño, y volteaba  a la derecha hacia el extremo de la calle donde un edificio con paredes altas señalaba el límite de las casas , más allá había chacras Al  toque y voz mío el portón que daba  se me habría como un sésamo
Entrando a la izquierda los lavaderos de granito, al centro, un patio oval con un poste al centro donde mi abuelo tenía enlazado por las astas al poste a un toro  inutilizando le. Luego clavaba su punzón directo al gollete y en segundos seiscientos kilos se desplomaba
El piso era algo inclinado hacia el portón  tal que los baldazos de agua hacían correr la sangre hasta una canaleta con rejilla que recibía de otros ambientes y luego en un único registro con cernidero se colara los desperdicios que alguien recogía y juntaba en un cilindro y el liquido desaguara
Los operarios para descuartizar la res con machete y sierra esperaban cubiertos de mandiles largos  de plásticos  que mi abuelo diera muerte al animal Sería el último año que mi abuelo trabajaba. Realmente nadie sabe cuando nació  ni aun sus hijos y ,en fin, su cumpleaños  le asignaron -o se asignó él- a la fiesta de San Juan- a él le llamaban Cholo Juan- que es el 24 de junio
Mi abuelo tenía cuando se jubiló la edad , supongo,  que  hoy tengo y que, habiendo yo tomado un micro con dirección  a Chorrillos por un trabajo y volviendo sin nada me llevó por la avenida Bolognesi y cerca al estación Boulevard   me bajé en un momento menos pensado Dije:  voy a recorrer las calles que hacía en mi niñez
Y no encontré camal, ni plaza, ni iglesia ni el estadio que estaba cerca, ni el panteon (también  estaba cerca al camal). No puede ser! pensé Pregunté de nuevo Por aquí no hay un camal., me dijeron.
Me dijeron que una iglesia había cerca fui pero no era Y no sabía nombres menos como eran hace cincuenta años Cómo preguntar calles si no sabía sus nombres? Regresé al óvalo Balta y ahora emprendí por la av.Jorge Chaves preguntando a la memoria del tiempo Tomé  Roosevelth y llegue a la plaza de mi niñez Recorrí sus calles angostas y volvo a la plaza Era tarde, tomé un cafecito,  pan con camote rememorando esos años  No existe camal,ahora es un deposito, creo, de maquinarias, el campo deportivo es un inmenso estadio el cementerio no lo ubiqué.

































































































































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