Había llegado un lunes a mi casa- en mi sueño ya no vivía ahí- pero llevaba víveres para la semana
Me recibieron mis hijos menores con frialdad que hería el alma
más que si lo diera su madre, ésta no estaba había salido a trabajar
Trasvasado a los organizadores de víveres y dado las propinas, a pesar, a mis hijos menores,
subo a la azotea donde me puse a limpiar mi cuarto deshabitado con el gato extrañado si era yo o no ¿Por donde entraba el polvo si hube cerrado ventana y puerta?
Cuando al apostarme al parapeto para tender una frazada veo que la crecida del río fluye a una velocidad vertiginosa a tal que, las cosas que arrastra: mesas silla , árboles descoyuntados fluyen velozmente, aparece y desaparecen en el rápido del río
Aun no sale de su cause el agua del río pero está en el limite
o, si no es así ,adelante, con las cosas que arrastra el río se va acumular en un estrecho que originará un embalse que revalsará el cauce, pienso
Bajo las escaleras y se han metido a sus cuartos mis hijos y no me abren por más que les ruego.
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