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Luego
llegamos a la cuna de los volcanes
Uno
tras otro como guardianes,
Una,
de mis más vívidas peripecias
Con
mi padre a la costa iba
Teníamos
que rodear las montañas
Mamá pendiente de nosotros esperaba
Pasar
el volcán en forma rápida
Cruzar
el campo-azufre, optamos
Mi
bota se derretía en la gleba
Los alisios a nuestras espaldas
No
nos podíamos perder
Soplaba
el viento a bocanadas
- mi
padre decía-
Soplaba
en una sola dirección
Sobre rocas puntiagudas
Por
donde la lava el mar buscaba
Por
la cuesta a brazas -de bajada-
donde
expulsar la fumarola
El
volcán, ventanas sondeaba
Mi
padre muchas cosas explicaba:
El
dióxido de carbono sin olor mata
Por
eso una tea llevaba a pesar ser de día
-Rodearíamos si se apagaba-
Otra
vez para paliar la sed
Plantó
al cerro una caña hueca
Para
llenar agua pura a la garrafa
Que
tanto exigía esa travesía.
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