jueves, 28 de diciembre de 2017

LA MESA

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LA MESA

Hijo, la mesa grande que heredaste
Tan simple y tan fuerte
Tan llana y tan grande
En una esquina de la mesa
Mi padre solía sentirse rey de la casa

Entre siete y nueve de la noche
Mientras esperaba la cena
Y sus  blandas postrimerías
Hablaba de todo
lo que el día le hubo pasado

Hacía con sus dos manos
Instrumento de viento sin llave
Timbraba música de su tierra
O, golpeaba la mesa a nudillos
contorsionando su tracto vocal
registrando  bajos de una banda
por ejemplo, la que acompaña
la procesión del Señor los milagros
Algo así:

Pom po pom ...
y luego aflautaba
ti… ti… ti…
y remataba  ¡pom!...
¡pom pom pom!

Hijo, la mesa grande que heredaste
Guarda recuerdos indelebles de él
Contaba humor de Sampietri, Chabuca
Mientras tu abuela servía la cena
Y discutía amablemente
Cuando ella algo cuestionaba

Con escasas artes nos alegraba
recuerdos que adulza mi corazón

A veces
amargaba leyendo la Ultima hora
el pobre resultado a nuestra bicolor
(lo cenceño viene desde mucho antes )
Entonces le decía
-Daba mis primeros enfoques:-
¡Mejor hubiese jugado La  U…!

Me miraba entre cejudo como diciendo
¡Cómo, no sabe este tontuelo
Pero nunca me hablaba mal
Armonizaba  sus palabras
para hacerme entender que
la selección reúne todos los equipos!

Hijo, la mesa grande que heredaste
Tan simple y tan fuerte
Tan llana y tan grande
Te lega ahora memoria compartida.


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autor jrosual


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