Julio
Ramón Ribeyro, autor de historias como “Los gallinazos sin plumas” y “Las
botellas y los hombres”, falleció un 4 de diciembre de 1994 luego de una
prolongada lucha contra el cáncer. Lea aquí veinte de sus frases más populares.
1.
“Una persona sin amigos corre el riesgo de no llegar jamás a conocerse”.
2.
“En cada lector futuro, el escritor renace”.
3.
“Ser el eterno forastero, el eterno aprendiz, el eterno postulante: he allí una
forma para ser feliz”.
4.
“Un amigo es alguien que conoce la canción de tu corazón y puede cantarla
cuando a ti ya se te ha olvidado la letra”.
5.
“En la salud lo que me conduciría a la muerte y en la enfermedad lo que me
mantiene vivo”.
6.
“¿Por qué escribo? Para crear, sin otro recurso que las palabras, algo que sea
bello y duradero”.
7.
“El gran error de la naturaleza humana es adaptarse. La verdadera felicidad
está construida por un perpetuo estado de iniciación, de entusiasmo constante”.
8.
“Es curioso. En el fondo de los ojos de las personas extremadamente bellas hay
siempre un remanente de imbecibilidad”.
9.
“No concibo mi vida más que como un encadenamiento de muertes sucesivas.
Arrastro tras de mí los cadáveres de todas mis ilustraciones, de todas mis
vocaciones perdidas”.
10.
“Es necesario dotar a todo niño de una casa. Un lugar que, aún perdido, pueda
más tarde servirle de refugio y recorrer con la imaginación buscando su alcoba,
sus juegos, sus fantasmas”.
11.
“La vida no podía ser esa cosa que se nos imponía y que uno asumía como un
arriendo, sin protestar. Pero ¿qué podía ser?… Debía haber una contraseña, algo
que permitiera quebrar la barrera de la rutina y la indolencia y acceder al fin
al conocimiento, a la verdadera realidad”.
12.
“Nada me impresiona más que los hombres que lloran. Nuestra cobardía nos ha
hecho considerar el llanto como cosa de mujercitas. Cuando solo lloran los
valientes: por ejemplo, los héroes de Homero”.
13.
“Quién sabe, sin embargo, si esto será lo mejor. Por lo menos cada uno sería
feliz -lo creo al menos- y ésta es ya una razón suficiente”.
14.
“Pienso a menudo que así como la literatura de algún autor es la hechura de su
propia vida, así también la vida de un autor es lo que uno escribe”.
15.
“Se sueña solo en primera persona y en presente indicativo. A pesar de ello el
soñador rara vez se ve en sus sueños. Es que no se puede ser mirada y al mismo
tiempo objeto de mirada”.
16.
“Cada escritor tiene la cara de su obra”.
17.
“Lo que seremos está allí, en su configuración y sus objetos. Nada en el mundo
abierto y andarín podrá reemplazar al espacio cerrado de nuestra infancia,
donde algo ocurrió que nos hizo diferentes y que aún perdura y que podemos
rescatar cuando recordamos aquel lugar de nuestra casa”.
18.
“Empieza a sobrarme un poco de pasado. Ya no sé dónde meterlo ni qué hacer con
él. Eso quiere decir que me estoy volviendo viejo”.
19.
“Falta de tradición, poca capacidad introspectiva, conciencia inmadura de la
propia persona, menosprecio de un tipo de obra cuya repercusión es generalmente
póstuma y, en último término, ¿por qué no? Concepción machista de la
literatura, que hace considerar la redacción de un diario como cosa de
señoritas”.
20.
“Entrar en una discusión es admitir por anticipado que tu contrincante puede
tener la razón”.
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