Ventanas
El Chupajeringas
Niño aún, solía salir al camino (1) a jugar
asustando arañas con una varilla
en el orificio de su madriguera
de alguna descostrada pared vecina
Camino horizontal a media altura del cerro
de donde se veía buena parte de
la ciudad
Camino, en parte, encajonado a paredes
que por cortos trechos impedía ver la urbe:
La pared posterior de las casas de abajo
y el alto zócalo de las casas de encima,
la mía, tres gradas para alcanzar mi puerta
e, ingresando, cuatro más, para llegar al
patio
Cierta vez, vi entrar por mi ventana
al Chupa jeringa
avispón de lengua puntiaguda
cuerpo amarillo con franjas negras
Recordé que papá solía decir:
Casi seguro que vamos a recibir visita
Estaba expectante
ese día, entonces
Pensaba, quién la cuesta habría de subir
Eran pocos los que se atrevían
sus dos hermanos o algún tío de mamá
En efecto, al caer la tarde vi al tío Tomás,
tío de mamá: pelona y sus cuatro pelos atrás,
tez bronceada, facciones parecidas a mamá
Le daba alcance, me alzaba en brazos a la
casa
Me tenía entre sus piernas haciéndome carantoñas
Yo me dejaba hasta que me soltara la propina
y me desasía e iba a comprar caramelo en La pampa
Mi padre imprecaba ¿Qué se dice?
y yo, al vuelo, Gracias abuelito,
y volaba
*
Hoy, limpiando ventanas, he visto al Chupajeringa,
la pregunta es obvia, pero parece que no vendrá
nadie
Ya no doy crédito la superstición que tenía de niño
El Chupajeringa
parece haberme oído
y a la casa vecina se ha remontado.
___
(1) Camino,
le llamaba a la calle peatonal donde transitaban los vecinos a laborar qué, en
medias tardes silenciosas eran.
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