jueves, 6 de agosto de 2015

Poe. Rev. El Chupajeringas

Ventanas

El Chupajeringas

Niño aún, solía salir al camino (1) a jugar
asustando arañas con una varilla
en el orificio de su madriguera
de alguna descostrada pared vecina

Camino horizontal a media altura del cerro
de donde se veía buena  parte de la ciudad

Camino, en parte, encajonado a paredes
que por cortos trechos impedía ver la urbe:
La pared posterior de las casas de abajo
y el alto zócalo de las casas de encima,
la mía, tres gradas para alcanzar mi puerta
e, ingresando, cuatro más, para llegar al patio

Cierta vez, vi entrar por mi ventana
al Chupa jeringa
avispón de lengua puntiaguda
cuerpo amarillo con franjas negras
Recordé que papá solía decir:
Casi seguro que  vamos a recibir visita
Estaba expectante ese día, entonces
Pensaba, quién la cuesta habría de subir
Eran pocos  los que se atrevían
sus dos hermanos  o algún tío de mamá

En efecto, al caer la tarde vi al tío Tomás,
tío de mamá: pelona  y sus cuatro pelos atrás,
tez bronceada, facciones parecidas a mamá

Le daba alcance, me alzaba en brazos a la casa
Me tenía entre sus piernas haciéndome carantoñas
Yo me dejaba hasta que me soltara la propina
y me desasía e iba a comprar caramelo en La pampa

Mi padre imprecaba ¿Qué se  dice? 
y  yo,  al vuelo,  Gracias abuelito, y volaba
                                     *
Hoy, limpiando ventanas, he visto al Chupajeringa,
la pregunta es obvia, pero parece  que no vendrá nadie
Ya no doy crédito la superstición que tenía de niño
El Chupajeringa parece haberme oído
y a la casa vecina se ha remontado.
___
(1) Camino, le llamaba a la calle peatonal donde transitaban los vecinos a laborar qué, en medias tardes silenciosas eran.




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