La casa vieja (1)
Bulle bulle de mis tripas
¿Dónde estará esos tiempos, cansado de jugar,
el bulle bulle en mis tripas, en el entretiempo
de un partidito de fulbito con mis amiguitos
deslizaba escalera abajo por el torcido camino
a la parte media del morro donde estaba mi lar
palmoteando mis nalgas llegaba así gritando:
-¡Mamacita querida! Ya está la comidita?
(Jugaba en arriate de tierra, cresta del cerro:
la carretera, donde los camiones aguateros
venían cada tres días y nos abastecía de agua)
Con su dulce rezondrar más o menos
respondía:
-¡Caramba con este chico, todo el día jugando!
¡Le voy a decir a tu padre, me estás hartando!
Y me servía -plato lleno:- Seco (2), arroz y fréjoles,
sopa de carne y verduras ¡Eran para dar oles!
¡Pobres, éramos, pero no sabía!, hoy lo veo claro
pero tengo que reconocer con toda justicia
nunca nos faltó plato de humeante comida.
___
(1) la casa del cerro donde viví hasta lo 27 años,
luego bajé al llano, me casé y volví con mujer
-después de tres años- habitarla, diez años más hasta abandonarla
definitivamente.
(2) estofado con culantro y alverjas
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