jueves, 19 de enero de 2012

La azotea

- Ya hijita, gracias por tu visita
aunque quisiera  te quedaras para tomar el tè
y, también,  subieras al velatorio de  la azotea
 porque, hoy, se lo llevan al cementerio
- Qué voy a ir a ver esa chusma!
Esa gente  ha invadido la azotea
Dios perdone  lo que voy a decir:
son delicuentes, mujeres de malvivir
Ahora, no hay terraza para nosotros
ellos   han invadido todo
Usted  sabe
 Han hecho cubículos de estera y tripley
Cualquier día habrá un incendio
que ponga en peligro el edificio
Y, además, roban  energía eléctrica
de los departamentos desocupados
Que voy  a ir a ver esa chusma!
Y usted tiene la culpa, por ser buena, mamá,
diste   un sitio al zapatero remendón de la puerta
Ananías, creo, se llamaba
para que instalara un cuarto para vivir
y ¡fijate!  trajo a otro, y el otro a otro
¿Te acuerdas, mamá, antes, la terraza libre
servía para que tus hijos  jugaran
o, una actividad social de los vecinos
Me hubiese quedado a vivir aquí
 con mi marido y mis hijos
Hubiese comprado un departamento
 Aquí pasé mi niñes y adolescencia
pero no lo hice por el lumpen que llegó
¿No te das cuenta, mamá,  familias decentes
abandonaron el edificio?
 Y, hoy, ofertan , departamentos debajo de su precio ?
¿Quienes son los nuevos vecinos que lo compran?
 Gente chulupaca, de poca monta, sin cultura
que utilizan sus casas como depósitos de cerveza,
almacén de baratijas o cartones  para reciclar
¿Porqué no te vienes a vivir conmigo mamá?

- ¿Hija, sabes quienes han muerto?
- Un par de delicuentes, seguro, no me interesa
- Han sido, precisamente,  el zapatero Ananías y su hijo.
Como hace mucho calor se fueron a la playa
Ananías no sabia nadar pero el hijo si
 Se habían ido a una playa semidesierta del sur
Sabes, las playas cercanas a Lima están contaminadas
El hijo después de estar una hora nadando 
en la ultima zambullida quedó privado al golpear algo
Al ver Ananías este incidente pidió ayuda
pero no haba nadie cerca
 entonces, se metió al mar y..
- Bueno, mamá no me sigas contando
Esas cosas me deprimen Me voy Se me hace tarde
-Ya hijita Tu siempre igual Gracias por la visita
Saluda a tu esposo

La hija salió al balcón Llamó a su su hijo
que jugaba en el patio interior -rectangular- del edificio
Se recostó en el parapeto de cemento para ubicarlo
Dio la vuelta el corredor para bajar por la  otra escalera
-por la mas cercana ya bajaban los dolientes-
Bajó al primer piso, al portón donde esperaba a su hijo

En eso, sonó un golpe seco contra el patio,
parecía  proyectil que remeció el piso
 Era el féretro de Ananías, al voltear la escalera
  había patinado de los cargadores y caído al vacío
El ataúd cayó de pie Se abrió  y Ananías por un segundo,
 se vio frente a frente a la joven mujer
Por un segundo ella creyó ver a Ananías
llevar en su regazo el zapato de charol
que solìa llevarle para remendar
 y ,Ananias, extendía brazos para entregarle
La mujer gritó como nunca se había escuchado
 que, las lunas de las ventanas vibraron

Cuando bajaron los vecinos  observaron a Ananías
encima de la  mujer joven , cruzados.

La mujer no se recuperó bien
Fue llevada a un sanatorio mental
Abandonada por su marido, luego,
 y  recogida por su madre de vuelta al edificio
No sale de su cuarto, solo en  noches de luna
baja al portón y y se le oye reír horriblemente.

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