miércoles, 18 de noviembre de 2020

FRANCISCO CAVIAR

Francisco caviar


Pienso que Francisco Sagasti es caviar.


Como en cualquier  estrato hay personajes consecuente e inconsecuente con su línea política a cumplir. Por ejemplo, Javier Diez Canseco fue un latifundista consecuente con la necesidad del pueblo. La ex alcaldesa Villarán, en el segundo caso, engañó a todo el mundo. A ésta -última investigación- se le imputa haber recibido US $10 millones de las constructoras brasileñas Odebrecht y OAS para financiar dos campañas electorales.


Villarán y otros son caviares  de izquierda pero con las uñas bien  esmeriladas, buen terno sastre, buena camisa, socialista de salón. No  como los izquierdistas del 60s, Hugo Blanco, Jorge del Prado, Breña, ni como -poco más antes- Ernesto Sánchez Silva, el célebre “Poncho Negro” , el padre de las invasiones.


Tampoco son como los izquierdistas extremistas Cerpa Cartolini ni el barbado  Abimael.


Tampoco pertenecen  a la izquierda tradicional que hacen marcha por los huelguistas y, menos, que hagan huelga de hambre. ¿Por qué Francisco no representó o integró  el Frente Amplio?


Prefieren pertenecer a una Organización No Gubernamental, a entidades de iniciativa social y fines humanitarios, que no tienen afán de lucro, o también  son catedráticos porque leen mucho y escriben en revistas que leen su círculo.


Los caviares a pesar de ser de clase media alta  sintonizan con la izquierda  desde sus oficinas bien equipadas, con su toque de glamour  y bon vivant.

Aceptan representar al pueblo aunque no se junta con ellos ni comparten la trinchera. Hay un párrafo en que así mismo se describen: «Son ellos, -el pueblo- nadie más, los que se están muriendo de frío y de hambre... mientras tú y yo -caviares- en nuestras habitaciones de la primera planta estamos charlando acerca del socialismo tomando pasteles y champán».



¿Por qué son caviares?


Porque no están de acuerdo con el Sistema que agobia al pueblo,

algunos de ellos porque no les dan campo allí. Porque si pertenecen a la derecha no tendrá el voto popular, y eso lo saben o supieron de los candidatos Vargas Llosa y Pérez de Cuellar.


Estos caviares no se declaran de la izquierda tradicional porque el pueblo no le da chance en muchos años con su  desdeño . Piensan que si el partido de izquierda radical acaba en el poder el sistema acabará el país como Cuba, Venezuela o Chile, en tiempo de Allende.


Estos caviares son idénticos a los burócratas que son parte del sistema de opresión pero se diferencia de ellos porque se miran pero no se llevan, se tienen bien marcados los límites. Los burócratas están felices en su burocracia dorada, no les interesa deslumbrar, cuando menos hablen de ellos, mejor, viven del gobierno, no les interesa sea un chino, un cholo, un milico quien presida el gobierno porque al fin y al cabo si gestionan mal ellos irán al cadalso pero ellos, los burrro cratas, perdón, burócratas, permanecerán.


El pueblo se da cuenta del mal gobierno y a lo sumo con marchas solo  botarán  al presidente y ministros pero no  a la burocracia, mucho menos al sistema. Las leyes pueden condenar por incapacidad moral  al presidente pero no a un Congreso, no a la burocracia  ni tampoco  al sistema.


El caviar desde su esquina del ring se da cuenta de todo ello pero no pelea contra él, solo le da una mala mirada.


Su  postura es enteramente intelectual, puede haber escrito muchos libros pero no hay uno que cale hondo, puede haber pertenecido a organismos mundiales pero su  compromiso real es casi nulo.


El caviar trata de cambiar pero solo trata y también vive del gobierno o de instituciones nacionales o internacionales con un fin plausible pero , escaso, ejecutable.


Estos caviares no son ni dios ni el diablo.


Breve historia de la izquierda:


La buena izquierda nació con Mariátegui y Haya pero éste se apartó formando el Apra que gracias a La matanza del 32 captó buena parte de simpatizantes del país.

Luego de una larga lucha apra vs. militares tuvo como colofón el 85 con la asunción de Alan que decepcionó pronto y después. 

Luego ingresó al gobierno  un chino que el pueblo no conocía, solo ganó por despecho político: por no votar por Vargas Llosa (eso lo saben bien los caviares). El chino se ganó anticuerpos porque vendió las empresas públicas donde anidaba parte de los burócratas por eso, éstos, se la juraron y al chino lo vacaron.


Vino “los cuatro suyos” con Toledo presidente  que por sus rasgos andinos el pueblo votó por él pensando iba a ser condescendiente . Nada o poco, a pesar que nuestros minerales subieron su cotización en el mundo pero su gobierno lleno de escándalos  tapó el ojo inquisidor del pueblo porque tras bambalina se aquilataba 20 millones de dólares de Odebrecht.


¿Por qué volvió Alan a ganar tras funesto primer gobierno? Por el miedo del pueblo que el sistema crea:  miedo de sufrir un gobierno de  izquierda que Ollanta representaba en ese momento. Aun así Alan se enriqueció bajo la frase : haz obra pero coimea (así como el alcalde Castañeda y la alcaldesa, aunque ésta no hizo nada), no olvidemos su frase:" La plata llega sola”


¿Por qué después asumió  Ollanta si antes le tenía miedo? El pueblo en realidad tenía “dos miedos” a la izquierda de Ollanta y a Keiko apoyada por el sistema, ganó Ollanta por poco margen pero no tanto por mérito de él  sino por no dar cuerda al sistema, sistema que hizo su jugada magistral apenas asumió Ollanta haciéndole girar a la derecha. Uno que cambia radicalmente develó que Ollanta no era de izquierda, era un falso.


Después: si el pueblo por tradición odiaba a la derecha ¿por qué voto por PPK? Otra vez por temor a Keiko y no tanto  por PPK. Además en el menú impuesto por el sistema quedaban dos platos y tenía uno que escoger. Casi en todas las elecciones votamos por el mal menor pero resulta el peor.


Sin  embargo, la mayoría congresal de Keiko trajo la renuncia de PPK con la ayuda de su propio vicepresidente Vizcarra que le acuchilló y luego traicionó a  Keiko cerrando su congreso .


Y defenestrado V. por corrupto cree que el pueblo (los jóvenes , parte del pueblo, el reciente sábado 14 noviembre) se levantó para que regrese al poder. 


No, no fue así.


El accesitario al gobierno Merino de Lama su error fue poner al gato gordo Antero como primer ministro que al punto dijo , otro error: las universidades chicha tendrán nuevamente su oportunidad.


Entonces salió el pueblo a protestar no por uno ni por otro sino por toda  esta seguidilla de mentiras, confabulaciones por el poder a cambio de la indiferencia de atacar los problemas reales del país, inseguridad, precariedad de la educación, precariedad de la salud y mucho más.


¡Y sin pensarlo,  un caviar se encuentra con la banda presidencial! Francisco Sagasti Hochhausler ¿Estará de acuerdo con la izquierda tradicional? ¿se llevará bien con ellos? ¿Estarán de acuerdo los burócratas y el sistema?

¿Estará de acuerdo el pueblo que tampoco pensó en él como presidente?


Y aun no tenemos ministros.


De lo que haga Sagasti está su futuro y el nuestro.








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