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Actualmente en España, tal es el grado de fanatismo que se ha alcanzado, que es condenadamente difícil hacer una crítica a cualquier tipo de feminismo sin que te califiquen de machista, o incluso de maltratador. Cuando alguien cierra la vía a un diálogo razonado siempre recurre al argumento ad hominem, es decir, a la desacreditación de su contertulio.
Actualmente en España, tal es el grado de fanatismo que se ha alcanzado, que es condenadamente difícil hacer una crítica a cualquier tipo de feminismo sin que te califiquen de machista, o incluso de maltratador. Cuando alguien cierra la vía a un diálogo razonado siempre recurre al argumento ad hominem, es decir, a la desacreditación de su contertulio.
Me propongo en este artículo destapar parte
de este feminismo que no busca una verdadera igualdad, y reflexionar
humildemente, sin ánimo de sentar cátedra, sobre las posibles consecuencias de
estas tendencias dentro del feminismo.
Veamos algunos textos feministas. Beatriz
Gimeno es uno de los grandes referentes intelectuales del feminismo en nuestro
país, fue presidenta de la FELGTB y es
diputada de Podemos en la Asamblea de Madrid. Esto es lo que escribe en su
blog:
“La heterosexualidad, el régimen regulador
por excelencia, no es la manera natural de vivir la sexualidad, sino que es una
herramienta política y social con una función muy concreta que las feministas
denunciaron hace décadas: subordinar las mujeres a los hombres; un régimen
regulador de la sexualidad que tiene como finalidad contribuir a distribuir el
poder de manera desigual entre mujeres y hombres construyendo así una categoría
de opresores, los hombres, y una de oprimidas, las mujeres.”
“Si la heterosexualidad fuese natural, o
siquiera beneficiosa para las mujeres, no necesitaría de los enormemente
complejos mecanismos que se emplean para mantenerlas dentro de ella. El
feminismo lucha con denuedo para limitar los daños que la heterosexualidad
provoca en las mujeres, lucha por el derecho al aborto, pero no enseña a las
mujeres que el mejor método anticonceptivo, el menos dañino para ellas, es no
practicar el coito; combate para que ninguna mujer sea maltratada, para que no
pierdan sus energías intelectuales y/o afectivas con los hombres, para que no
dejen que sus parejas masculinas les roben su autoestima o su tiempo, pero no
considera siquiera como una opción que muchas mujeres tendrían mucho que ganar
si existiera una ecuación que pusiera en pie de igualdad homo y
heterosexualidad o que incluso fomentara la no heterosexualidad.”
Una de las admiradoras de Gimeno es
Barbijaputa, todo un referente en Eldiario.es, y una de las mayores agitadoras
de las redes sociales:
“Al igual que todas las mujeres somos
víctimas potenciales, los hombres son verdugos potenciales”
La psiquiatra feminista Genoveva Rojo:
“Cualquier hombre es potencialmente un
violador en un sentido amplio de la palabra: está preparado para ello y puede
llegar a hacerlo”
“La violación es un modelo al que se
referencia cualquier encuentro heterosexual libre tanto en matrimonios o
parejas institucionalizadas como en los encuentros no institucionalizados. La coacción,
la genitalidad y la ruptura entre sexualidad y afectividad, coordenadas en las
que se sitúa la violación, se reproducen en mayor o menor grado en todo
encuentro sexual libre, donde siempre existe una dosis de violencia sexual por
parte del hombre, junto a la idea de que la penetración es el único fin
deseable y una forma de coacción en el hecho de que debe ser él quien tome la
iniciativa. Cuando es la mujer quien lo hace, está demostrado que el hombre no
responde, no ya por impotencia o temor, sino por resistencia a abandonar el
privilegio .
Otro gran referente del feminismo es FEMEN.
A la vista de los datos contrastados en este artículo parece bastante difícil
afirmar que FEMEN no es una empresa de propaganda, liderada por hombres, cuyo marketing es ofrecer una imagen de
movimiento feminista de activistas de libre asociación. Algunas de sus
actividades han sido apoyar a los movimientos nazis ucranianos (incluyendo el
golpe de Estado en Ucrania), promocionar marcas de lencería como Suwen (patrocinador
de FEMEN), fomentar el anti-islamismo, o defender el derecho al aborto (esto
último de lo poco legítimo que han hecho).
Valerie Solanas fallecida en 1988,
referente aún hoy del feminismo a escala mundial, creadora del Manifiesto SCUM,
cuyo contenido gira en torno al exterminio del género masculino, fue
diagnosticada con esquizofrenia e intentó asesinar a Andy Warhol por
considerarle el epicentro de los males de la mujer, o algo así:
“Llamar animal a un hombre es halagarlo
demasiado; es una máquina, un consolador ambulante”
El libro fue editado en nuestro país por
Vindicación Feminista, revista cabecera del feminismo en época postfranquista.
El prólogo y la traducción fue de Ana Becciu, y la presentación de Carmen
Alcalde.
María LLopis, creadora del postporno, un
porno realizado por mujeres justificado con un pastiche feminista. En verdad es
el mismo porno superficial y desnaturalizado que el convencional, sólo que
cambiando los roles, el dominado pasa a ser el hombre y la dominante la mujer.
Una de las reivindicaciones de este colectivo es hacer espectáculos
pornográficos en plena calle, a la vista de niños pequeños.
Para no extenderme más termino esta primera
parte con tres citas:
«Cuando una mujer alcanza el orgasmo con un
hombre sólo está colaborando con el sistema patriarcal, erotizando su propia
opresión.»
Sheila Jeffrys, profesora y feminista
lésbica australiana
«Bajo el patriarcado, cada hijo de cada
mujer es su traidor potencial y también el inevitable violador o explotador de
otra mujer.»
Andrea Dworkin, feminista
radical y escritora estadounidense, conocida por su crítica a la pornografía
«El hombre es un animal doméstico que, si
se trata con firmeza y bondad, puede ser entrenado para hacer más cosas.»
Jilly Cooper, escritora inglesa
Los
medios masivos vienen ocultando los resultados negativos, que desde la
entrada en vigor de la Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral
contra la Violencia de Género (LIVG), se vienen registrando. Dichos resultados,
el aumento de mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas, muy probablemente
se deben, en parte, a los defectos y carencias de la ley, además de a la
propaganda institucional con que habitualmente es defendida. ¿Cómo es posible
que el feminismo español, que se supone trata de emancipar a la mujer, acepte
una ley que promueve el tutelaje de las mujeres por el Estado?
Existen voces críticas desde el feminismo
como María Sanahuja, Juez Decana de Barcelona, miembro de Jueces por la
Democracia y de la plataforma Otras Voces Feministas, que nos ofrece luz sobre
lo que está ocurriendo con la LIVG:
“El mío es el feminismo del esfuerzo por
ejercitar los derechos negados a las mujeres, ocupando más espacios sin pedir
permiso, y que surgió en unos barrios de obreros emigrantes, pues esa era la
España heredada en los inicios de esta Democracia.
Desde Cataluña -aunque aragonesa- apuesto
por la cultura del pacto como única vía, rentable para todos, de solucionar los
conflictos.
En general es falso que con el
planteamiento de destruir al contrario se solucionen éstos y se avance. La
Historia acredita que los odios se renuevan y se enquistan hasta la mutua
destrucción. Pero en el tema que nos ocupa el otro es el padre o la madre de
tus hijos y cualquier planteamiento bélico repercute directa y negativamente en
ellos.”
“La
presión mediática ha llevado a muchos profesionales a una reacción defensiva y
de autoprotección ante el miedo a las posibles consecuencias personales. Así,
jueces que han concedido prácticamente todas las órdenes de protección que les
han solicitado por temor a que se les pudiera acusar de no haber tomado
medidas, colapsando así los servicios administrativos de protección a las
víctimas que difícilmente las pueden atender; fiscales solicitando en
prácticamente todos los casos que se adoptara una orden de protección,
normalmente alejamiento, muchas veces sin demasiadas pruebas y sin valorar que
ello podía comportar pérdida de empleo si ambos trabajaban en la misma empresa,
o dificultades para permanecer en una ciudad pequeña con el estigma de
maltratador; policías que han procedido a la detención de miles de hombres sin
más indicios que la sola afirmación de la denunciante, sabiendo que en uno o
dos días serían puestos en libertad por el juez, y sin considerar el trauma que
para algunos ciudadanos puede suponer pasar esas horas detenido, esposado y
trasladado junto a delincuentes, todo por miedo a exponerse a un expediente
disciplinario si luego ocurría un hecho luctuoso, ya que “ellos también tenían
familias”; abogados que han recomendado la interposición de una denuncia por
malos tratos porque se podía solventar en horas la atribución provisional del
uso de la vivienda familiar, ya que la orden de alejamiento supone la expulsión
inmediata de la misma, así como la fijación de una pensión de alimentos y la
custodia de los hijos; periodistas que cuando se producía un hecho grave lo
exponían de modo que culpabilizaban a todos los que de un modo u otro habían
intervenido, y en ocasiones de manera sensacionalista (esto ahora ya no
ocurre); y mujeres que, sin ningún escrúpulo ni respeto por las que están
padeciendo situaciones terribles sin atreverse a denunciar, han abusado de lo
que se les ofrecía, poniendo en marcha el aparato policial y judicial con fines
espurios, en algunos casos inventándose directamente hechos que ni siquiera han
ocurrido, pero con escaso riesgo de que ello pueda demostrarse, y se les exijan
responsabilidades.
Pero no es la maldad de algunas personas la
causante del problema. Lo tremendo es estructurar un sistema legal, y una
aplicación de la norma, que permita a los perversos utilizar la organización
colectiva para conseguir sus objetivos, causando daño a muchos otros (niños,
abuelos, padres…), y se mantenga durante años a pesar de la evidencia de que no
ha dado resultado. Mueren tantas mujeres como antes.”
El texto completo y una visión exhaustiva
de la problemática con la LIVG lo podéis encontrar en el siguiente artículo.
Colectivo Atenea
Doris Lessing, icono feminista y premio
Nobel de literatura, fallecida en 2013, fue otra de las voces críticas contra
lo que ella consideraba pseudo feminismo y basura intelectual:
“Hoy mujeres más estúpidas e ignorantes
pueden insultar a hombres mejores que ellas sin que se eleve la más mínima
protesta”.
“Estoy desconcertada por el desprecio
automático en la confrontación con los hombres que ya se convirtió en parte de
nuestra cultura”.
“La maestra explicaba a los alumnos que la
causa de la guerra en el mundo reside en la violencia innata de los hombres, y
mientras lo decía buscaba mi mirada de consenso, pensando que yo había aprobado
semejante teoría basura, mientras los pobres estudiantes varones de la clase se
sentían tan afligidos que hubieran deseado pedir disculpas por existir. Todo lo
que agregó fue peligroso y nocivo, además de estúpido. Esta clase de cosas pasa
en colegios de todas partes y nadie dice nada sobre esto”
“Es tiempo de que empecemos a preguntarnos
quiénes son estas mujeres que continuamente descalifican a los hombres. Las
mujeres más estúpidas, ignorantes y repugnantes pueden descalificar a los
hombres más buenos, amables e inteligentes”
“Los hombres parecen estar tan intimidados
que ya no se defienden. Pero deberían hacerlo”
Pueden leer el artículo completo en Círculo
Atenea. Asociación de mujeres contra el feminismo hembrista. Cuyo lema en
facebook dice: “en contra del feminismo MODERNO, y anti machistas. Por la
recuperación del equilibrio natural”
La visión sobre la desigualdad laboral
entre sexos también se está manipulando, al menos algunos datos. En 2009 el
Ministerio de Igualdad de Bibiana Aído realizó 46.239 inspecciones en 241
empresas para comprobar si los trabajadores españoles sufrían algún tipo de
discriminación. Pues bien, sólo encontró 590 supuestos casos (un 1,28%), y en
245 la discriminación la padecían hombres.
En el programa El Objetivo, de La Sexta,
nada sospechoso de ser machista, y basándose en datos facilitados por el INE,
desmontaron la falsedad de que las mujeres ganan un 30% menos que los varones
por el mismo trabajo. Los datos que suelen ofrecer se refieren a la media total
de salarios. Los principales problemas se deben a que la mujer suele tener una
vida laboral más fragmentada. En el único ámbito laboral donde sí se observa
discriminación entre sexos es en puestos de directivos. V
Por otra parte, observen el siguiente
gráfico y saquen sus propias conclusiones (INE 2010):
trabajo-hombre-mujer
De lo que no se suele hablar es del acoso,
de la precariedad laboral, o de otros temas incómodos o escabrosos. La
precariedad laboral de hombres y mujeres no creo que interese mucho al
feminismo burgués.
Sorprende observar a mujeres, autoafirmadas
como feministas, asumir un rol en la pareja muy coincidente con el de las
princesas de Disney, o con las películas pseudorrománticas de Julia Roberts,
tan profusamente consumidas por las féminas. Es triste observar cómo cientos de
parejas se deterioran y/o acaban rompiendo porque uno de los miembros de la
pareja asume un rol pasivo, incapaz de expresar asertivamente lo que desea o
necesita, y por tanto abocado, para conseguir lo que quiere, a emplear una
conducta manipuladora y desleal para con el otro miembro de la pareja.
Creo que muchos y muchas feministas, porque
esto no es afección ideológica exclusiva de la mujer, deberían comenzar su
militancia pasando por un proceso de psicoanálisis serio y riguroso. Podrían
descubrir, además de su tremenda neurosis e inmadurez evolutiva, los sedimentos
machistas y/o feministas (en el sentido hembrista) que han asumido como
naturales en la mujer, en lugar de echar las culpas de todo a su pareja,
familiares o amigos. No contrapongo aquí
el término hembrista al término machista, pues el machismo es un concepto
histórico que abarca siglos de opresión mientras que el hembrismo no, pero al
adolecer aún de una palabra adecuada para definir los movimientos que aquí
relato, me veo obligado a utilizar palabras como hembrismo o misandria, que
tampoco me convence, y eludo el término feminazi, por estar relacionado, en su
origen, con la derecha norteamericana.
Por un lado el machismo, y por otro lado el
feminismo misándrico y pseudointelectual, parecen estar influyendo en la crisis
de amor intersexual que vivimos en nuestros días. El mito de que el hombre es
culpable por su mera condición de ser hombre, y la mujer es inocente por
naturaleza, es una bazofia intelectual que no puede traernos nada bueno.
Supongamos que las doctrinas de Gimeno y
compañía se aplicasen hasta en sus últimas consecuencias. La única reproducción
posible sería la fecundación in vitro, y no cuesta mucho imaginar que tales
técnicas sólo serían asequibles para quien las pudiera pagar o para quien
estuviera autorizado. ¿No es esto un ataque a la especie humana tal como la
conocemos?, ¿no son abiertamente fascistas estas doctrinas?
A este respecto recomiendo el lúcido e
irónico artículo de Francisco Umbral del año 1977 sobre la ya mencionada
Valerie Solanas: Dulce Valérie.
Es propio de una sociedad primitiva creer
que la violencia sólo puede ejercerse mediante la coacción física o psíquica.
Hay muchos modos de ejercer violencia, al igual que hay muchos modos de matar,
algunos incluso son legales, otros no quedan nunca registrados en ninguna
estadística. Parece obvio que la mujer, debido a su menor fuerza física, o a
una posición jerárquica inferior, o al efecto del machismo en su propia forma
de pensar, se vea impelida a utilizar en mayor medida otros métodos, quizás más
afinados, como por ejemplo la manipulación o la indiferencia al sufrimiento
ajeno. El escritor George Bernard Shaw dijo: “el peor pecado hacia nuestros
semejantes no es odiarlos, sino tratarlos con indiferencia: esa es la esencia
de la inhumanidad”.
A su vez el maestro hinduista Svami
Shivananda reflexionaba en su libro Senda Divina:
“Sólo la gente ordinaria piensa que la no
violencia consiste en no dañar físicamente a ninguna criatura viva. El voto de
Ahimsa (no violencia) se rompe, simplemente, por mostrar desprecio hacia otro
hombre, por tener antipatía o prejuicio irracionales hacia alguien, por
mostrarse malencarado con los demás, por odiar a cualquier persona, por abusar
de alguien, por hablar mal de otros, por murmurar o difamar, por cobijar
pensamientos de odio, por proferir mentiras o por arruinar a otra persona de
forma alguna. Toda palabra dura implica violencia o Himsa. Herir los
pensamientos de los demás por medio de gestos, expresiones, el tono de voz y
palabras duras es también Himsa. Menospreciar o mostrar una descortesía
deliberada hacia una persona es un daño imperdonable. Aprobar los actos
desagradables de alguna otra persona es un daño indirecto. No tener éxito en
aliviar el dolor de alguien, o incluso negarse en acudir a la persona que
sufre, es una manera de dañar. Es el pecado de omisión. Evita estrictamente
toda forma de dureza, directa o indirecta, positiva o negativa, inmediata o
retrasada. Ahimsa es la cumbre de la valentía”
Un buen ejemplo de crueldad femenina y
maltrato psicológico en esta carta.
Se podría pensar que toda persona está en
su derecho de romper una relación sin dar explicaciones, o sin escuchar la
defensa de la persona agraviada. Pero también la persona agraviada está en su
derecho de poder hablar y pedir explicaciones. Si la ruptura de un diálogo
necesario produce daño psicoemocional a la expareja, hijos, familiares o
allegados, parece razonable y factible que se deba construir alguna figura
legal mediadora para pacificar y reducir el dolor de las personas mediante el
diálogo y la asunción de responsabilidad para con el otro. Formaría parte de un
principio de no violencia mucho más humano y avanzado.
En ocasiones algunos hombres y mujeres
sufren obsesiones con sus exparejas por el mero hecho de que les negaron el
derecho a dialogar, o a defenderse de difamaciones o malentendidos. Aquello que
produce un intenso dolor, tal que sobrepasa determinado umbral de tolerancia
individual, vuelve repetidamente a la mente por no poder resolverse o
procesarse. El daño psicoemocional y social es terrible para la víctima. Los
psicólogos nos alertan de que el estigma puede producir rechazo social,
ostracismo, aislamiento, etc. Como consecuencia de esto se puede producir mayor
fijación obsesiva hacia la ex pareja, además de trastornos psicopatológicos y un aumento de la frustración. No es difícil
imaginar que estas formas de proceder pueden agravar la violencia, o incluso
originarla donde no existía. Ya no digamos si el varón ha sido agraviado por
una denuncia falsa que le arruina económica, social y emocionalmente.
Seguramente más de uno habrá acabado en el suicidio, aunque es difícil saberlo.
Estoy convencido de que un diálogo abierto
con todos los actores sociales: víctimas, agresores, psicólogos, trabajadores
sociales, abogados, jueces, políticos… Podría dar lugar a la creación de
mejores soluciones en el problema del machismo y la violencia, pero en el
estado actual de cosas, tal diálogo parece imposible.
El discurso mediático relaciona la agresión
con el machismo, pero el machismo es meramente un factor, que en ocasiones ni
siquiera está presente. Un factor psicopatológico que sí suele estar presente
es la deficiencia de la persona para controlar sus impulsos agresivos. Pondré
el ejemplo de Manuel. Podéis leer su historia aquí. Acudió voluntariamente al
psicólogo porque, en sus propias palabras, “no soportaba ser un maltratador”.
Manuel no era machista, pero tenía una grave falta de control sobre sus
impulsos de ira o cólera, nada que no pueda ser tratado en terapia. Para
profundizar más en las cuestiones psicopatológicas recomiendo el siguiente
artículo del psicólogo y psicoanalista Jorge Pernia.
Los datos sobre violencia física de la
mujer hacia el hombre son inferiores
pero muy alarmantes. En el año 2013 se registraron los siguientes casos de
violencia ejercida por la mujer:
ASESINATOS PAREJAS o EX PAREJAS: 12 CASOS
INTENTOS DE ASESINATO PAREJA O EXPAREJA: 26
CASOS
ASESINATOS DE HIJ@S: 11 CASOS
INTENTOS DE ASESINATOS A HIJ@S: 5 CASOS
ASESINATOS FAMILIARES: 3 CASOS
OTROS ASESINATOS: 5 CASOS
OTROS INTENTOS DE ASESINATO: 4 CASOS
AGRESIONES O MALTRATOS A SUS PAREJAS: 31
CASOS
AGRESIONES O MALTRATOS A SUS EXPAREJAS: 20
CASOS
AGRESIONES O MALTRATOS A OTROS HOMBRES: 4
CASOS
AGRESIONES O MALTRATOS A LOS HIJ@S: 21
CASOS
AGRESIONES O MALTRATOS A FAMILIARES: 18
CASOS
OTRAS AGRESIONES: 4 CASOS
DENUNCIAS FALSAS: 33 CASOS
SUSTRACCIONES: 8 CASOS
CAMBIOS DE CUSTODIA: 1 CASOS
IMPEDIR RÉGIMEN DE VISITAS: 5 CASOS
CONDENAS POR INCUMPLIMIENTOS: 9 CASOS
Si el varón, víctima de la violencia de la
pareja, sea hombre o mujer, llama al teléfono de protección, sencillamente no
será atendido por el mero hecho de ser varón.
Sólo en la comunidad de Madrid, en 2006,
las mujeres cometieron un total de 2.589 delitos de violencia sobre sus
parejas, de los cuales 698 fueron cometidos por esposas, 547 por ex mujeres,
587 por parejas de hecho y 757 por ex parejas de hecho, según los datos de la
Fiscalía de Madrid sobre violencia doméstica.
Otras formas de violencia y de desigualdad:
En las separaciones la custodia de los
hijos menores fue otorgada a la madre en el 76,2% de los casos. En el 81,5% el
pago de la pensión alimenticia correspondió al padre. La custodia compartida de
los hijos fue otorgada en el 17,9% de los casos. (INE 2013)
El siguiente video de “Violence Is
Violence: campaña contra violencia hacia hombres” es bastante ilustrativo. Es
todo un experimento de psicología social en plena calle: cuando el hombre
agrede a la mujer, varias personas se acercan para intervenir. Cuando la mujer
abiertamente agrede, verbalmente, e incluso físicamente, al hombre, nadie hace
nada y varias personas se ríen. Pasen y vean:
El feminismo dominante actual es tan pobre
que no analiza ni cuestiona el sistema capitalista como fuente radical de
explotación humana. Parece centrado exclusivamente en el lenguaje sexista, en
los llamados micro machismos y en la igualdad en los trabajos bien remunerados.
Poco dice sobre la carga del cuidado de familiares, que habitualmente recae en
las mujeres, o de que muchas mujeres maltratadas no pueden denunciar a sus
verdugos a causa de grandes carencias psicológicas y económicas, que no son
atendidas. En 2012, según la estadística del Ministerio de Sanidad, Servicios
Sociales e Igualdad, sólo el 17,3% de las mujeres asesinadas a manos de sus
(ex)parejas habían denunciado. Nada se dice tampoco del consumo masivo de
materiales audiovisuales absolutamente denigrantes para la mujer y para el
hombre. Dense un paseo por la Mtv o Tele 5, si tienen estómago.
Lo de los micromachismos sería para echar
de comer aparte porque roza la perversión, y a
veces la paranoia, cualquier acto es susceptible de ser interpretado
como machista: un piropo amable y respetuoso, no incluir explícitamente el
femenino cuando hablamos, sentarse
abriendo las piernas, enfadarse con una mujer o alzar el tono de voz…
Con todos estos datos, aunque no
exhaustivos, considero que cualquier persona abierta puede plantearse que la
misandria en el feminismo actual es una triste realidad, en mi opinión la
realidad dominante, al menos en España. Y que este cáncer intelectual perjudica
tanto a las mujeres víctimas del más repugnante machismo y la más
repudiable violencia, como a los hombres
víctimas de la agresión de la mujer. ¿Por qué se disculpa, se minusvalora, o se
silencia, la violencia ejercida por la mujer hacia su cónyuge, hijos o
familiares?. Cuando un hombre maltrata o mata se le trata como a un asesino
machista, cuando una mujer maltrata o mata es una enferma mental. Que la
cantidad de casos sea menor no debería ser razón para minusvalorar el daño que
estas mujeres se hacen a sí mismas y a sus allegados.
El feminismo no igualitario produce un
rechazo lógico en gran parte de la población. Quizás lo peor de esto es que el
rechazo es tal, que a veces dejamos de escuchar a las mujeres que sí protestan
ante verdaderos actos machistas. Puedo incluso comprender que siglos de
opresión produzcan un efecto rebote, tal como es comprensible que existan negros
racistas; ahora bien, lo que no voy a hacer es justificarlo y quedarme callado
como hacen muchos y muchas, ignorando el flaco favor que hacen a la lucha por
la verdadera igualdad entre sexos.
Creo que debemos empezar a darnos cuenta de
que las principales diferencias entre el hombre y la mujer, aparte de las
obvias, anatómicas y fisiológicas, son principalmente histórico-culturales.
Sólo una mirada crítica y honesta a las ideologías y a nosotros mismos nos
puede ayudar a salir de la mediocridad y de la basura intelectual que nos
domina, en pos de la igualdad, del respeto, del amor, y del fin de todo tipo de violencia, incluida la
explotación de hombres y mujeres.
(de la web)
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