Estaba en una cantina tomando unas cuantas cervezas con mis amigos que, luego, me pidieron algunas canciones cantara al mal amor que ellas, las mujeres, nos prodigaron y aun nos dan.
Les hice caso y canté dos canciones, al hilo, hablando mal de ellas, despreciándolas
Un caballero, viejo barbado, se acercó a nuestra mesa y dijo que no cantara mal de ellas delante de alguna damas que estaban presente en la mesa donde él estaba
Le respondí, soberbio, que quién piensa así es que nunca ha sufrido un desamor y nunca les han traicionado
Después de una pausa el viejo barbado dijo:
Yo he sufrido más la infidelidad no de una, sino de muchas más de lo que sufrieron todos ustedes juntos en esta mesa,seguramente Con cuantas me topé en mi vida, pero no por ello voy hablar mal de ellas porque, al fin y al cabo, el mejor momento de mi vida los pasé a su lado y si el destino es sufrir hay que poner pecho por ellas.
(adapt. de una canción)
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