sábado, 13 de agosto de 2011

Mirador

Si tuviera suficiente dinero iría al pueblo de mi padre
a poca distancia de él, camino a las alturas,
la senda  delgada que  linda al abrupto barranco
por donde han caído hombres y animales,
pero no por ello deja de tener magistral observancia

Repito: Si suficiente dinero yo tuviera
en un pequeño arriate a una curva,
asentaría al terral, piso con loseta veneciana,
de asiento, una plancha de mármol jaspeado
y de balaustrada madera fina labrada
adosado a un balcón con bocel y voluta
con plantas trepadoras, a éste, gateando 
que llegaría al tejadillo de ocre teja;
tal que, el arriero o el caminante
por el mal paso  en vez de santiguarse
hiciera un alto y apoyado a la baranda y observare:

El risco, cara petroglífica, a la otra banda
expulsando fumarolas blancas por rendijas
que se difuminaría por entre la cascada,
cabellera distendida formado la caída  de agua,
aunque no mucha, despeñada , al río desaguadas(1)

 
El cielo azul arriba, jirones de ámbar al borde
sobre la fila de cerros del poniente
quedaría embelesado, digo yo, cualquier transeúnte.


(1) rumbo a la costa para formar el río Mala.












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