¡Qué mierda será lo que tengo, carajo!
Creo que voy a morir antes que mi padre
al rebujo de mi niñez mucho rebusco
Hoy le tocó el turno a mi perro Coki
De los tantos perros que he tenido
mi recuerdo está en uno sólo, Coki:
Un chusco parecido a un fox terrier:
orejas negras, hocico blanco, albinegro,
ni grande ni pequeño, pelo blando y corto
Vivíamos en la ladera de un cerro, a saber,
la fachada un murete que de balcón fungía
metro y medio sobre el nivel de la calle
Sentado sobre ese muro Coki avistaba La pampa
que, yo, cruzaba antes de ascender
luego de salir de la escuela amarilla(1), subía
por la escalera de piedra roma y dispareja
Viéndome, Coki agitaba su corta cola y saltaba,
zizagueando, camino abajo a darme alcance
y armaba tal alboroto revoloteando alrededor
Luego de la algarada subíamos, él, pedante
se creía el más altanero de los perrunos,
los otros, lo conocían , le ladraban de lejos.
Por esos años, urbanizaron San Cayetano
más allá de la pampa, más alla del colegio
cruzando la primeras calles de Riva Aguero
Habilitado veredas y calles en cemento
postes de luz reverberaban hasta el cerro
la venta de lotes demoró un buen tiempo
los vecinos no tenían mucho dinero,
o preferían, como nos, seguir en el cerro
Champi, Gallinazo, Aybar, Jhony ,entrañable ,
gozando la abudancia de luz y la loza firme
jugábamos largas horas de la noche;
olvidándo el tiempo atento al juego estaba
Jhony, a destiempo, me decía: ¡tu mamä¡
tarde, un látigo blandeaba mis piernas
y mi perro Coki que seguía a mamá
se interponía y mordisqueaba la falda de ella
que desasía mis brazos
y , libre, yo, corría a buscar a papá
y el partido se acababa
Yo la compremdí a mamá hace mucho tiempo
no deberia decirlo pero lo digo
pero mucho me pegaba
tampoco yo, de tranquilito no tenía nada
éramos mucho más necesitados que ahora:
el zócalo alto al camino a humedad carcomido
la puerta de nuestra habitación un latón
la de la calle, un triplay, se trancaba con un palo
para que los patos no se escaparan
Cuando mi chompa de lana no me quedaba
mamá deshilaba y combinaba a otra y alargarla
Ella, pues, odiaba todo eso.
En su pueblo era profesora
por titularse vino a Lima, y halló un hombre
vino un hijo, yo, y sin recursos,
con hambre, sin abrigo recalaron en el cerro:
ladera de sudor y lágrimas
"Un tiempito provisional" pensaban ambos
pero se quedaron muchos años
liaba a papá atado al conformismo
(papá hacia más cuartos pensando
que sus hijos ahi vivirian siempre)
por eso, discutían mucho
entonces salia con rabieta y chicote
a buscarme cuando no hacia caso a su llamado
*
Hoy, anciana, en su casa grande de varios pisos
barrio semi residencial conversamos mucho,
al borde de la cama cuando le visito, sentados,
mi padre que no habla, no ve (2) , tal vez, oye
En su balance de vida no le parece bien a mamá
que su esposo habiendo trabajado tanto
no tenga una vejez digna y tranquila
"Nos olvidamos de vivir la vida",
reconoce con tristeza: "la vida nos fue sufrida"
Giro, yo. la plática y le pregunto por su perro Coki
y, ella, haciendo memoria me mira, asiente y dice:
"¡Claro, como no, te quería tanto ese perro coki"!
Y apostrofa:
Dicen que nuestros animalitos en la puerta del cielo
nos esperan para que entremos juntos con ellos".
(1) escuela mixta 581
(2) con aacidente cerebro vascular
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