viernes, 19 de agosto de 2011

Mi perro Coki

¡Qué mierda será lo que tengo, carajo!
Creo que voy a morir antes que mi padre
al rebujo de mi  niñez mucho rebusco

Hoy le tocó el turno a mi perro Coki
De los tantos perros que he tenido
mi recuerdo está en uno sólo, Coki:

Un chusco parecido a un fox terrier:
orejas negras, hocico blanco, albinegro,
ni grande ni pequeño, pelo blando y corto

Vivíamos en la ladera de un cerro, a saber,
la fachada  un murete que de balcón fungía

metro y medio sobre el nivel de la calle

Sentado sobre ese muro Coki avistaba  La pampa
que, yo, cruzaba antes de ascender
luego de salir de la escuela amarilla(1), subía
por la escalera de piedra roma y dispareja

Viéndome, Coki agitaba su corta cola y saltaba,
zizagueando, camino abajo a darme alcance
y armaba  tal alboroto  revoloteando alrededor

Luego de la algarada subíamos, él,  pedante
se creía el más altanero de los perrunos,
los otros, lo  conocían , le  ladraban de lejos.

Por esos años,  urbanizaron San Cayetano
más  allá de la pampa, más alla del colegio
cruzando la primeras calles de Riva Aguero

Habilitado veredas y calles en cemento
postes de luz reverberaban hasta el cerro
la venta de lotes demoró un buen tiempo
los vecinos no tenían mucho dinero,
o preferían, como nos, seguir en el cerro

Champi, Gallinazo, Aybar,  Jhony ,entrañable ,
gozando la  abudancia de luz y la loza firme
jugábamos largas horas de la noche;
olvidándo el tiempo atento al juego  estaba

Jhony, a destiempo, me decía: ¡tu mamä¡
tarde, un látigo  blandeaba mis piernas
y mi perro Coki que seguía a mamá
se interponía y mordisqueaba la falda de ella
que desasía mis brazos
y , libre, yo, corría a buscar a papá
y el partido se acababa

Yo la compremdí a mamá hace mucho tiempo
no deberia decirlo pero lo digo
pero mucho me pegaba
tampoco yo,  de tranquilito no tenía nada


éramos mucho más necesitados que ahora:
el zócalo alto al camino  a humedad  carcomido
la puerta de nuestra habitación un latón
la de la calle, un triplay,  se trancaba con un palo
para que los patos no se escaparan

Cuando mi chompa de lana no me quedaba
mamá deshilaba y combinaba a otra y alargarla
Ella, pues, odiaba todo eso.
En su pueblo era profesora
por titularse vino a Lima, y halló un hombre
vino un hijo, yo, y sin recursos,
con hambre, sin abrigo recalaron en el cerro: 
ladera de sudor y lágrimas

"Un tiempito provisional" pensaban ambos
pero se quedaron muchos años
liaba a papá atado al conformismo
(papá hacia más cuartos pensando
que sus hijos ahi vivirian siempre)
 
por eso, discutían  mucho
entonces salia con rabieta y chicote
a buscarme cuando no hacia caso a su llamado

                              *
Hoy, anciana, en su casa grande de varios pisos
barrio semi residencial conversamos mucho,
al borde de la cama cuando le visito, sentados,
mi padre que no habla, no ve (2) , tal vez, oye

En su balance de vida no le parece bien a mamá
que su esposo habiendo trabajado tanto 
no tenga una vejez digna y tranquila

"Nos olvidamos de  vivir la vida",
reconoce con tristeza: "la vida nos fue sufrida"

Giro, yo. la plática y le pregunto por su perro Coki
y, ella, haciendo memoria  me mira, asiente y dice:
"¡Claro, como no, te quería tanto ese perro coki"!

 Y apostrofa:
Dicen que nuestros animalitos en la puerta del cielo
nos esperan  para que entremos juntos con ellos".

(1) escuela mixta 581
(2) con aacidente cerebro vascular

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