IV
Aquella noche una chica iba sola
a una cuadra suyo adelante
Podía alcanzarla y aconsejarle
Lo peligroso de ir sola de noche
Pero fue ella quien se dirigió a él
Cuando parada en casa le esperó
Y tuvo tiempo de auscultarle
Y le preguntó ¿Usted vive aquí?
-Sí, qué desea, preguntó Tramaturgo
-Quisiera hablar con Eurlando Oré
El hijo mayor de Trama, éste inquirió:
-¿De parte de quién?
Ella ladeó la testa a la luz del farol
Al ondear su cabello lo vio brioso
Y le sonrió bella, dulce caramelo
Dijo su nombre - un barco inglés-
Pero Trama optó llamarla Bella
Era lo que
mejor le quedaba
Muy bien, espere que no tarda
Pensó: ojalá sea buena estrella
*
Hoy, en el onomástico de su hijo
Cinco años después de aquella vez
Bella vive en su casa Tiene tres hijos
Dos de su hijo, uno de un preso
Lando
está enfermo Aun así trabaja
El dinero –nota- no le alcanza
Bella no tiene más oficio que hacer hijos
Y volverle más turbio el resto de días
Bella tiene como siete hermanos
Que llegan a la casa varias veces
Como enanitos a Blanca nieves
-supongo- A pedirle cien favores
Que Bella endosa a Eurlando Oré
Y éste, noble, les ayuda sin más
Solidario como Tramaturgo mismo
que dejó la casa para darle campo
Escalera arriba en la última grada
Estando la puerta abierta ve la sala
Oye sus risas al fondo de la alcoba
Y al frente, desaseo y cochambre
¡Tanto atrapa el amor que todo cubre!
¡Tanto embrolla por tener su faz linda!
Esta nuera no era lo que quería, piensa
¿Cómo se dejó embrollar con un hijo no suyo?
Se esforzó hacer un ingeniero de él ¡para qué!
Poca estima a su vida exige mi hijo ¡Ay dios!
Por una mujer perdidamente enamorado
Algo que… se cuestiona a sí mismo
A decir verdad, pasó con él mismo
Se repite la historia, reconoce perplejo,
Cien años de soledad le llega a la mente:
El primero de la estirpe
está amarrado a un árbol
y al último
se lo están comiendo las hormigas,
dijo, un tal Melquíades.
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jrosual
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