SUEÑO: RINA, LA HOYUELOS
I
Aquella muchacha del cerro
que avivó puberal año cándido
hace cincuenta años hecho leño
Aquella madrugada de agosto (1)
la soñó en el pueblo de su
padre
Cosa rara, la vio joven -él
viejo-
Se alegró verla linda como
antes
Recibió la alegría de sus ojos
Calló ella sus arrugas
evidentes
Preguntó por su cumpleaños:
-¿Tu santo no es el
veintiocho?
-No, fue el ocho de este mes
Y la piel de su mejilla
distendía
Formando hoyuelos su mejilla
Como antaño hacía su sonrisa
Iba con una niña que no
conocía
No era ni una de sus hermanas
Sin embargo, era de sus sueños
No sonreía la niña, solo miraba;
Por la vereda se iban a la
plaza
-aclaró después, pueblo arriba-
Con la amistad que le guardaba
Le dijo: Mira, no entres al centro
Vayan
por la margen izquierda
A la
salida nos encontramos;
Frunció tiernos los huequitos
y le dijo: Ya, como tú quieras
Halló en la plaza unos amigos
Apostó un ratito a los dados
Y ganó de juego dos lechones
Pensó: Para dar a mi Hoyuelos
Lo llevó al soporte de su
brazo
Pero no halló, una, de
las dos
Siguió ascendiendo la vereda
y ¡cómo, las cerdos pesaban!
Como si un castigo le fuera
Al lado de una breve meseta
Pegado a una gris montaña
Existía una pequeña laguna,
y en el rodapié, una aldea
acogedora que no conocía
donde había casas en línea,
dejando al centro abertura
para la plaza torre e iglesia
que los veía desde su acera
Logró verla entrar en una casa
La del extremo más cercano;
flanqueó carrizos
de la orilla
Por el ducto de un ventanuco
oyó sandeces de un hombre;
más, tocó la puerta decidido(2)
__
(1) verano en la sierra
(2) para
dejar los lechones.
__
autor Jrosual
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