viernes, 22 de junio de 2018

SOLINA XVI


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XVI


Cuadras  largas para que Risser lleguara a casa
desde el paradero  donde había bajado,
Manía noctámbula,  ir espulgando su vida

A paso lento, analizaba el acíbar diario
Cada noche  un tópico diferente tomaba
y todos los temas  tenía mismo cariz a luto

Agonía instalada, solo había que rebobinarla
Si había locos que querían vivir la vida,
Por qué no, uno más cuerdo, poder dejarla

Un madero de naufragio, único que flotaba
Aun le sostenía: Solina, a pesar del engaño
pero eso, precisamente, lo que no entendía

Camino a Santiago, previo al encuentro forzoso
Diez minutos diarios hasta su casa
Varias veces, de lejos, la veía el jardín regando

Y Gelsomina, adrede, recogía la manguera
y cerraba la puerta con estrépito
Como para que, adrede, también, lo notara

Solina –pensó-, si volvería a recuperarla
Me esperaría con un beso que me contentara
Y una llamarada luminaria nacería de nuevo

Pero ahora los intersticios del corazón sufrían
Cada  regreso era más oscuro que los otros
Por más potencia que los postes de luz sumara

Le enmohecía el alma el olor a piedras viejas
Un osario muy cerca pero él seguía de frente
La luz del poste no le diera e Iba bajo los aleros

Los balénidos ¿en qué playa recalan para siempre?
-Pensaba- como si un cuervo le hubiera devorado
el juicio;y hasta la luna le perturbaba esa noche

Llegó a su casa a oscuras como a un preámbulo
Sus dos hijos dormidos-ella había apagado la luz
Gelsomina enconada, atenta,  en su camastro

Y él humedecía la almohada de dos corazones
cuyas iníciales a pulso deshacía
y se ponía a recordarla desde los intersticios.


-
jrosual

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