lunes, 24 de junio de 2019

El vb y la corrupción: EL MAGISTRADO CANTANTE


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P12 EL MAGISTRADO CANTANTE

Basadre dijo que nuestro gobernantes
los que asumen cargos públicos 
son una tira de incapaces
y no le faltaba razón 

Un doctor del CNM que rockeaba
 -doctor Noguera- en los karaokes
Cuando no tenía sesión en el CNM

Exigía  a sus camaradas del Concejo
le compren 50 entradas para sus presentaciones
, y eso, alegaba, no era delito

Preguntaba a los postulantes a la fiscalía:

¿Cómo se prepara el ceviche de pato?
A la capital, Huaraz, como pretensión;
 Caraz, dulzura, ¿a Carhuaz qué le pone?.
¿Cuál es su plato típico de los lunes?

Para cubrir plaza de fiscales superiores, adjuntos superiores, provinciales era admitido rindiendo un examen con esas preguntas tontas a no ser que tal era mero formulismo y la plaza ya estaba ocupada previo aliciente.

Este es el resultado de que hay unos fiscales sin buena preparación profesional, estén en el cargo, ejemplo, el caso de una pareja chilena que fue condenado a un año de prisión preventiva por no saber o no estar actualizado el juez en lo que es útero subrogado.

Oír los descargos  del magistrado cantante, que pena:

Soy único de los siete a quien apodan loco
Debían llamarme  cantante no magistrado
Será que soy un fracaso, -y se puso a llorar-
¿cómo cantante o magistrado? Yo creo, los dos

Tengo audios de un honorable congresista –decía-
No quiero referirme a la persona que me acusa
pero se llama  Sheput

Todo eso cansó a la mesa de investigación
Que le exigió que dijera sobre los audios
Prometió  después diría  pero nunca lo hizo

El magistrado cantante Catedrático de Telesup
Demostraba la calidad de docentes de las universidades chicha.

Como si esa universidad fuera numen lumen se reservó llamar  a Pablo Sánchez (para recomendarlo como catedrático de Telesup) porque –dice- estaba cuestionado.
En cambio llamó a Walter Ríos –y dijo:-  Y fíjense lo que pasó, ahora éste encausado en los Cuellos Blancos, me hizo quedar mal.

Cansado de sus exabruptos le dijeron: le damos cinco minutos para que termine. El juez cantante respondió: Señor, que sean cuatro y un minuto para mi abogado.


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