2
A pesar que salió lejos de su lar
Cuando le desterraron esa vez
-A un pueblito de la sierra-
Dejó el hechizo de ese viñedo
Lo hermoso de sus atalayas
El canto a media voz de su ribera
Dejó el silencio de lo profundo,
Arriba, el cielo a rosas tenues
Donde andaba aprisa las nubes
para que saliera la noche pronto
A pesar de lo bello y hermoso
Su lugar de habitúe es el llano
Paralelogramo a tapias humo
Devoto de magines artificiales
Malecón con su mar tranquila
Meciéndose la barca, esperando
La playa sus pisadas añorando
Solo que a otro lar regresaría
Llano, donde confinaba sus libros
Y entre las páginas que escribía
Sin intentar convencer a nadie,
Nadie le veía caer sus lágrimas.
3
¡Qué cuerpo ingobernable tenía!
De calor descubría y al instante frío sentía
Apertrechado de estar al corriente
Salía a la calle, y si topaba con un
alfeñique de ideas y voz rabisalsera
se alteraba al punto, sobremanera
Al vergel de crisantemos iba a cubrirse
A recuperar fuerza espiritual,
cosa que conseguía medianamente
Pero recordaba la indirecta de un pariente
Por quedarse mutis el alma le revolvía
-pretextaba:- no podía faltar a sus hijas
pero si le viere, ora, le reventaba la boca
Esta vez, es otro prado que tiene
tulipanes
Envidia al mendigo tendido en la banca, al frente
Quiere vivir como él a la
sombra de un árbol
Al canto de oropéndolas y aroma de flores
¿Mejor vida tiene el indigente que uno, consiente?
-pregunta y nadie le responde-
Quería cuerpo y alma suelden de
una vez
Y firme estuvieran cuando se fuera.
_
autor Jrosual
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