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Después, habilitados en la
mesa
Casi todo concernía oírle los sin sentido,
A
menudo para acaparar la atención
o,
generalmente, para disfrazar
lo
que real quería, mellar,
en este caso al viejo barbado
¡Qué triste la suerte de un
mediocre!
Juega a darse importante
Sus acepciones sean interesantes
Pero todo embobina a lo mismo
Frase indigente sin fundamento
Saca a colación algo que a nadie urge
pero el viejo lo toma a pecho
El
vano pretende hacer algo
Y tiene que estar atento
El
sandio pone como ejemplo
A
un pariente suyo que era borracho
Ese tío fue borracho, dice,
Por eso lo boté a la calle
Cuenta
con jactancia
cuando
joven y soltero
botó
de su casa a su tío
hermano
de su padre
por
habitué a la cerveza
Y
no se da cuenta
que
nadie es perfecto
Todos
malcriamos algo
Que
detenta el cuerpo
Aunque
no profesa ira
Aunque
su alma no cede
El
viejo musita muy bajo:
Ahora, muy pronto
El que te va botar soy yo.
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autor Jrosual
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