CAPITULO I EL
IMPULSOR
[Alcibíades,
muerto, sin darse cuenta, al comienzo, es llevado por el espacio]
1
Se
encontró volando
Por
los confines
Como
si por el cielo rodara con patines
Muy
rápido
Iba
de pueblo en pueblo
Despertando
del anieblo
Tantos
pueblos
Asentados
como retablos
En
los cerros, numerarlos,
de
nunca acabar sería
En una zona alta de puna
Cerros pardos por los lados
Piensa, Debo estar en la luna,
Si no fuera porque la pampa
Una pista de asfalto cortaba
Pregunta ¿Va o viene esa
carretera?
Va al borde del tajo, ve abajo,
Inmóvil, una cinta blanca
Sabe, de cerca, es un río
Y entre casitas techo ocre
Una con el huerto verde
Ahí ella esperaba ansiosa.
2
Iba
al campo a coger flores para la casa
Para
la mesa, para la urna del santo
Para
el jarrón de entrada, Desalma,
y
los ataderos del corredor que nunca faltar debía
Desde
que había llegado a su casa
En
las estribas de cerros azulados,
Provincia
cercana a la costa,
No
cejaba invitarle al campo
¡Vamos!,
respondió por fin
Y
fueron cerca del pueblo, para el cual
Pequeña
loma pasando el puente treparían,
Abajo,
él agua cristalina de río;
Arriba,
un campo algo inclinado abría
Esbeltos
gladiolos sembrados
-distando
el rojo al verde de sus tallos-
Por
la orilla del tablero
Azaleas
y claveles amarillos
A
campo traviesa entró al manto de flores
y de la apotema
llamó:
¡Ven,
entra, no tengas miedo!
Y reía llena de vida, sol, tierra virgen
de
expectante futuro - edad joven-
Un
sol tibio desasía la mañana
Los
pájaros chipiaban dulzura
Los
ánimos necesitaban abana (1)
Flor
segada prendido al sombrero
fieltro
flexible de ala grande
Blusa
blanca sin mangas de encaje
Mostraba
sinuosidad y blancura sus brazos
Aquellos
brazos desnudos
Que
le abrazarían hasta más no poder
Extendida,
oblonga, en espera
Doblando
algunas espigas
Quedaba
solo a su voluntad
Que
Alcibíades inundaría
su
tallo joven de amera(2)
Apenas
despuntado del suelo
Ya
le había quitado el velo
Imagen
guardada en su retina
Cielo
de su acabamiento
¡Tan
buena, tan de ilusiones,
Solícita,
tan pan de dios!
Y
no quiso hacerla esposa
Solamente
mera concubina
¿Qué
será de ella? Preguntó, zopilote (3)
Sin
duda, el hombre que la tiene será feliz
Siempre
en cuando conserve
la
dulzura de amar como antes
Harto
observador razonaba:
La
tomó como entretiempo
Sin
saber sería cruz a su tiempo
Las
tierras no eran de sus padres
Cogían
las flores para venderlas
y
de ellas calaban rédito mísero
¿Qué
podía heredar de ello?
Negra
vida que pago huir a la nada
Pero
por más que quería llorar,
En
la nada, nada prorrumpía
-ni
una sola lágrima salía-
Al
ignoto afectos y desafectos
De
nada valía.
_
(1)de atizar
(2)humedecer
(3)Zopilote: buitre cabeza negro
autor jrosual / set 2019
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