viernes, 8 de noviembre de 2019

Poemario LUGARES INN


CAPITULO  I  EL IMPULSOR

[Alcibíades, muerto, sin darse cuenta, al comienzo, es llevado por el espacio]


1

Se encontró volando
Por los confines
Como si por el cielo rodara con patines
Muy rápido
Iba de pueblo en pueblo
Despertando del anieblo

Tantos pueblos
Asentados como retablos
En los cerros, numerarlos,
de nunca acabar sería

En una zona alta de puna  
Cerros pardos por los lados

Piensa, Debo estar en la luna,
Si no fuera porque la pampa
Una pista de asfalto cortaba

Pregunta ¿Va o viene esa carretera?

Va al borde del tajo, ve abajo,
Inmóvil, una cinta blanca
Sabe, de cerca, es un río
Y entre  casitas techo ocre
Una con el huerto verde
Ahí ella esperaba ansiosa.


2

Iba al campo a coger flores para la casa
Para la mesa, para la urna del santo
Para el jarrón de entrada, Desalma,
y los ataderos del corredor que nunca faltar debía

Desde que había llegado a su casa
En las estribas de cerros azulados,
Provincia cercana a la costa,
No cejaba invitarle  al campo

¡Vamos!, respondió por fin
Y fueron cerca del pueblo, para el cual
Pequeña loma pasando el puente treparían,
Abajo, él agua cristalina de río;

Arriba, un campo algo inclinado abría
Esbeltos gladiolos sembrados
-distando el rojo al verde de sus tallos-

Por la orilla del tablero
Azaleas y claveles amarillos

A campo traviesa entró al manto de flores
y  de la apotema  llamó:

¡Ven, entra, no tengas miedo!

Y  reía llena de vida, sol, tierra virgen
de expectante futuro  - edad joven-

Un sol tibio desasía la mañana
Los pájaros chipiaban dulzura 
Los ánimos necesitaban abana (1)  

Flor segada prendido al sombrero
fieltro flexible de ala grande
Blusa blanca sin mangas de encaje
Mostraba sinuosidad y blancura sus brazos

Aquellos brazos desnudos
Que le abrazarían hasta más no poder

Extendida, oblonga,  en espera
Doblando algunas espigas
Quedaba solo a su voluntad
Que Alcibíades inundaría
su tallo joven de amera(2)   

Apenas despuntado del suelo
Ya le había quitado el velo

Imagen guardada en su retina
Cielo de su acabamiento

¡Tan buena,  tan de ilusiones,
Solícita, tan pan de dios!
Y no quiso hacerla esposa
Solamente mera concubina

¿Qué será de ella?  Preguntó, zopilote (3)
Sin duda, el hombre que la tiene será feliz
Siempre en cuando conserve
la dulzura de amar como antes

Harto observador razonaba:

La tomó como entretiempo
Sin saber sería cruz a su tiempo

Las tierras no eran de sus padres
Cogían las flores para venderlas 
y de ellas calaban rédito mísero
¿Qué podía heredar de ello?

Negra vida que pago huir a la nada

Pero por más que quería llorar,
En la nada, nada prorrumpía
-ni una sola lágrima  salía-

Al ignoto afectos y desafectos
De nada valía.
_
(1)de atizar
(2)humedecer
(3)Zopilote: buitre cabeza negro

autor jrosual / set 2019 

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