lunes, 16 de abril de 2018

LA CATEQUISTA

V23_la casa vieja
LA CATEQUISTA

Quiero reescribirlo ¿quién me lo impide?
La primera que abrió mi botón interior
Fue en la casa vieja la catequista Leonor
Que hacía rosario los sábados de tarde

Como era aún osezno empecé a verle
las piernas de quién era  mi mayor
Hermosas que no podía dejar de ver
entre su vestido austero perderme

Desde abajo como pececillo  mirarle
la muchacha apoyada en la barrera

Del reino como ángel de dios venida
Recién  pasado los diez años, párvulo
tanteaba inquirir el punto santificado
que hay arriba de hermosas piernas

Nos endilgaba hacer las cosas buenas
 y yo más que a mi madre la obedecía
la mujer que quise después de la mía
gozaba ver sus manos tiernas  delicadas

a que me viera cantar hacía levar los altos
y pasó que un instante mesó mi cabello
Y dijo Este chico siempre tan inquieto
Y esa noche tuve un dormir sin saltos

Le miraba bajar de la puerta de luces
por el camino angular recogido
flanqueado por doñas hasta su sitio
No era vecina, venia de lugar lejos

Luego me iba a jugar con mis amigos
Y después que nos dieran chocolate
No sabía a quién desbrozar mi secreto
No sabía qué era y me estaba chalando

Cuando regresaba a casa ya era oscuro
Pero mi madre no tanto se preocupaba
Del balcón de la casa mis juegos veía
Hasta que su bronca voz tronaba el cielo

Era el nacer de un amor  ingenuo e iluso
blando como la textura de oso peluche
-no sabía mujer al sexo es imprescindible -
y se perdió en el tajamar de mi pasado

Luego, hombre, ver a una mujer ha sido
uno de mis recreos favoritos, envilecido.


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jrosual

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