lunes, 2 de mayo de 2016

Don Chema

En el pueblo son las tres y un poco más
La fiesta de San Juan está redonda
El chispeo de los paisanos cachonda

Entra por la luz de un arco don Chema
Hombre de mirada  adusta, altanera
Simulada o certera, sabrá uno cual  es,
Que dispareja un poco a su contextura
Pero a él como si ser alto no le importa

Si ayer no se fue, hoy se puede ir de aquí,
De este mundo, de hechuras malucas
Ese pensar como que le da  un aplomo
A no tener miedo a nada ni nadie

Un cigarro de poco margen en la boca
Que antes de expirar, largos segundos
pone los dos dedos en el exiguo pucho
y lanza una mirada furtiva que hiela

Barba de días, casaca negra, polo blanco
con la estampa de un gatuno negro
Don Chema  recuesta al contrafuerte

Arco que da vista a la ensenada de su lar
Casas, una de otras, a prudente distancia

Saca de su bolsillo un mazo de cartas
Lo flamea a dos manos y ni una se le cae
Como llamando a sus amigos del pueblo

Pero el más guapo de nuestro grupo
Le corta, le interviene y  le exhorta:
¡Acá ya no te permitimos don Chema
No queremos que perviertas al joven!

Le quita el mazo y lo tira hacia arriba
Sobre el trebolado del arco en peralte

En el festón un gato negro  lo recibe
Y el gato se pone a barajar los naipes

Entonces don Chema insuflado dice:
¡Cristiano, mira mi gato lo que hace!
¿Sabes por si acaso con quién estás?
Y mi amigo retrocede lleno de estupor.


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