Volkswagen
admitió recientemente que hizo trampas en los controles de emisión de gases
contaminantes en EEUU. Algunos de sus modelos tenía instalado un software para
esquivar las pruebas. Unos 11 millones de vehículos diésel de todo el mundo
pueden estar afectados.
El
que destapó el engaño de Volkswagen fue el ecologista Peter Mock. Trataba de
demostrar que los controles de gases en
Europa son mucho menos exigentes que en Estados Unidos, con ello estalló la que
probablemente sea la peor crisis en la historia de Volkswagen, justo cuando la
marca [modelos Golf, Jetta, Passat y Beetle] se habían posicionado como el
primer fabricante de autos a nivel mundial.
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