viernes, 30 de octubre de 2015

Bola de fuego



A la Casa Blanca y a los jerarcas de las victorias de las fuerzas armadas estadounidenses  tampoco les gustó Hiroshima (1946), el libro del reportero John Hersey,  que rompió el cerco militar para hablar con los sobrevivientes de la primera bomba atómica lanzada contra una población civil en la historia de la humanidad. Estaba prohibido el acceso a la zona devastada, pero Hersey incursionó subrepticiamente y entrevistó a varios Hibakushas, los que se salvaron de la muerte y fueron testigos de cómo el infierno les cayó encima en forma de una bola de fuego. Los relatos arrojan luz  sobre el lado oscuro que los vencedores preferían ocultar.

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