…
Tres
años atrás, Ángel Moyano Vásquez y su esposa Clara Rostworoswski, compraron un
terreno en Cieneguilla. Y una vez que terminaron construir la casa, su vecino, un sacerdote italiano llamado Giuseppe Cressano,
les increpó de haber usurpado parte de su terreno, sin mostrar documento ni
plano ni nada. Y desde entonces, el cura católico no dejó de mantener una actitud
hostil hacia la familia Moyano. Para colmo, el clérigo matón amenazó a la mujer
de Moyano con tumbar la pared. A la mala, y con ajos y cebollas…el religioso tenía
una boquita de caramelo, pues parece disfrutar de atormentar a sus vecinos
tirándoles piedras y mentándoles la madre.
Hasta
que un día, Ángel Moyano, quién parece tener una paciencia de santo, perdió la calma. Y le devolvió los gritos al presbítero
bravucón. Se dijeron velaverde, se pecharon a la distancia, echaron chispas, y aparentemente
quedó ahí la cosa. Pero no, ahí empezó el calvario.
Seis
meses después, el capellán de marras inicio una querella judicial. Por supuesta
difamación agravada…Lea por favor solo la parte resolutiva respondió Moyano a
la jueza Flora Trebejos confiado en que vivía en un país normal… Y en eso: ¡tiene
ocho meses de prisión efectiva!
-¿Qué
significa eso?, pregunto Moyano a su abogado
-Que
te quedas, le dijo al oído el jurista
-¡¿Qué?!
...
¡Y
cien mil soles de reparación civil ¡Desde entonces Moyano no entiende que
hace enjaulado como un animal.
…
Moyano
está tras las reja por una riña entre
vecinos..
Aquí
lo inquietante es nuestro sistema judicial que es una buena porquería. Y este
tipo de atropello y sentencias disparatadas existen, cuando no debería ocurrir jamás.
Pedro
Salinas/La República/27 set 2015