jueves, 30 de julio de 2020

ALANIA PANDEMIA J30


7

¡No te metas!, le dijo una vez a su madre
cuando fue una vez a interceder
Y airosa salió al jardín con altanería
Para despedirla

Hoy, se aviene al altillo
Y le reprende a su nuera
Y ésta le responde ¡No te metas!

Lo que salió de su boca vuelve a su oído

Si ha respondido de esa manera
algo ha descubierto de su suegra,
    piensa Jer 

En vez tratar ¡años! comprenderla, 
hubiese aprendido el violonchelo tocar
 siquiera.




Si alguna vez la hubiese visto resolver crucigrama,
entusiasmada tratar de llenar
Y al llegar de la calle le pediría:

- Amorcito, antes de servir tu cena…navío con tres letras
- Nao

Y alegre agradeciera, Gracias papito, o algo parecido,

Si así hubiese, una vez siquiera,  iría
No por perentorios sino conciliatorios   

Nunca llevaba una estrella en su corazón
siempre: falta esto, qué esperas

Ha sido como ir  por Transilvania:
Sombría con bosque medievales;

Misma monserga oír...
falta esto… qué esperas

Y el oscuro tenía refugio fácil en su alma

Tierra baldía, ha subido a un cerro
Haciendo su propio calvario
llevando los clavos en su bolsillo.


9

Tanto tiempo sin soasarla
Qué poco  a poco
iba esfumando el recuerdo
que olvidaba
Qué le decía al abrazarle

Entonces lo que ahora loaba
Si sucedió no sabía cierto
O era algo inspirado
De una mujer que no existía
Alania solo era el pretexto

Entonces
Ora se encargaba de cosas que no hacen daño,
Su oficio: oír el ruido de sus pasos;
De los que sí hace la pandemia
que se encargue La vida

Cuando escribe quiere decir que aún vive.


10

A veces Ali obraba al despecho
Cosas malas que oír no quería
Pero saber quería por sus ojos

No debemos seguir peleados
perdonar asperezas debemos

Eso era lo que quería escuchar
Pero no daba el brazo a torcer 

Castigo mitológico* vivir con Alí
Echaba agua a cántaros agujereados
que no se llenaban nunca

Orgullo maldito  hito en hito
Corría a su cuarto cuando vivía con ella
Cerraba a doble picaporte
Y se deshojaba escribiendo.
__
*Linceo enamora a una de las 50 hijas de Dánao que había matado a sus 50 maridos pero una se enamoró de Linceo y por lo cual el resto de hijas fueron obligas a llenar de agua a un cántaro roto

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autor jrosual

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