Para las siete y cuarenta
y cinco de la noche falta mucho
Apenas son menos de las diez de la mañana
Esta ansiedad por ver un
partido de fútbol es el pago
A tantos años de
frustración,
Si, tantos, trece años, sin llegar a una semifinal –copa américa-
Casi treinta años sin
ir al mundial; che, no soy argentino
Estos no nos entienden a
cada rato van ellos, su problema es ganar el mundial
Soy peruano, de los conos
donde el fútbol es nuestra distracción;
Como decía Tongo en su
música cerril " sufre peruano, sufre"
Nos estamos acostumbrando
a esa tonada
Aunque tenemos el consuelo: Lolo, Toto, Cubillas Algo es algo
No somos Venezuela que
recién entra a tallar
No tiene pasado en
hazañas de fútbol. Nosotros sí
Colombia aprendió fútbol
de Magallanes, Cueto, por ejemplo,
A Ecuador siempre le goleábamos
y con suplentes
Nosotros si tenemos legajo
que tendemos añorar
Es por eso, a mis sesenta años espero la gloria vuelva
Sí, es cierto, gocé con México 70, 78, el 82
¡Pero mis hijos!, y los millones
de jóvenes sobrinos ¡Nada, no tienen ese placer!
¡Quieren ver a nuestra selección en un mundial
¡Ya es hora carajo! O, por lo menos ganar la Copa América
Sé también, muchos
peruanos defenestran nuestro fútbol
Cansados ver la esperanza quebrada repetidas veces
Lo mandaron al diablo
hace rato, ora allanan otras distracciones
¿Quién no ha tenido como
compañero de clases un mongo
o un chancón que no
quería saber nada de fútbol?
Ellos pues son hijos de algunas
familias que no quieren saber nada de
ello
En mis hijos, incluso,
hay uno que prefiere quemar pestañas
estudiando
que cuando gritamos (a
mis otros hijos si les gusta) nuestro
gol
reniega y dice "¡Cállense
,caramba, dejen estudiar!"
Son los genes de la frustración
que vienen volando
Mi hija , del segundo
piso, dice “¡No hablen lisura!”
Cuando con nuestros goles
nos sale el callejón
Todo se lo debo a mi
padre que de niño me llevaba al estadio,
Desde la última cuadra de
la avenida Veintiocho de julio, La Victoria,
Tomábamos la línea 22, buses
azules de la GM,
Nos bajábamos en la
avenida Manco Cápac
-Había un cordón policial
que no dejaba pasar los carros-
y de allí mi
padre empezaba a correr jalándome de su brazo
por la amplia vereda de
la plaza hasta alcanzar la calle José Gálvez
Entrada en mano, las
gradas subíamos apurados
(No sé porque tanto apuraba si aún faltaba una hora
Es que todos se apuraban y nosotros hacíamos
igual)
Entonces me
bañaba de luz los reflectores que apuntaban al campo
Paño verde, mesa de
billar parecía, me encandiló la retina para siempre
Pobre mi viejo, no por lo pobre tenía su
casita de varios pisos
Sino por la postración que pasa con la sonda
naso gástrica
Sus alimentos y otra
sonda que le desagua la orina,
Pobre mi viejo, tanto
gustaba ver fútbol por televisión hasta
hace un año
Se quedó ciego, le dio derrame,
tarjeta roja a su juicio
Ayer llegué a su casa y
le dije: ¡Papá, Papá ganó Perú a Colombia!
¡Pasamos a semifinales! Nada,
nada, está en otro mundo
Por eso, Guerrero, Vargas
y los otros, rájense por el Perú
Ganen la Copa América,
tal vez, así, mi padre vuelva a la vida…
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