viernes, 29 de julio de 2011

El Morro de Arica

Las fuerzas peruanas acantonadas en el Morro de Arica estaban, casi, cercadas por la tropa chilena. Habíamos perdido Tarapacá, al sur, y también habíamos perdido Tacna, al norte. Los restos de la tropa peruana de aquellas batallas en vez de engrosar o ayudar a la de Arica se habían replegado  ha Moquegua y Arequipa.
 Francisco Bolognesi, coronel a cargo del bastión , cercado la bahía por la marina chilena, éstos, estaban dispuestos a fogonear a las primera embarcación  peruana (habían pequeñas) que hubiera querido salir, Solo le quedaba a Bolognesi  replegarse , aún lo podía, hacia el este donde  había un declive  de terreno arenoso.Huir, como un cobarde.Cuando  llegó el emisario chileno condolido de nuestra pobre defensa sugirió y después conminó rendirse  a Bolognesi pero éste , previo acuerdo con su plana mayor:Joaquín Inclan, Marcelino Valera, Alfonso Ugarte, Juan Pablo Ayllón, Roque Saenz Peña -después, condonado por ser de otro país y llegó a ser presidente de Argentina - y otros , se negó rendirse y profirió Bolognesi la frase celebre:..Defender el Morro hasta el último cartucho.
-¡Ah, bueno¡ yo solo cumplo con avisarles- habría dicho,mas o menos, displicente, el emisario chileno y se volvió.
El 7 de junio,muy temprano, empezaron a bombardear la bahía  y  pronto tomaron posición física de la rada , algunos almacenes y casas barriendo a cuanta alma se moviera. Bolognesi encaramado al Morro con sus hombres daban por segura su pérdida pero se obstinaron defender la patria hasta el último aliento

 En ese ínterin, con sus prismáticos esperanzado que las fuerzas del norte llegaran en su ayuda , Bolognesi vio  aparecer por el este ,por los meandros de desierto un punto que se se va acercando.No era un carruaje de acémilas Parecía tener mas velocidad Algo raro en esos tiempos Limpia el lente del largavista y ve, en efecto,  que se desplaza hacia ellos, e , iza la bandera  peruana ¿ De dónde diablos ha salido? se pregunta. Parece un panqueque que se mueve,  dice su segundo.  Nadies opta dar una respuesta clara.Era un solo móvil. Cuando más se acercaba, notó que su capacidad de vadeo era alta.Pasaba, como si nada, las zanjas, trepaba los montículos y depresiones  del terreno con una cinta  ferrosa  que fungia de ruedas.Se arrastraba como un reptil  acerado No se detuvo en la base posterior del Morro,  siguió hasta la explanada,del lado de la bahía, donde los chilenos se habían formado luego  de capturar el puerto y esperaban órdenes para escalar el Morro. Estos,  después de reponerse de la sorpresiva  maquina rastrera de fierro, al notar la bandera peruana sobre la torreta dispararon sobre él, por gusto, el animal   seguía Nada le detenía.Entonces notaron: del único torreón  emergió , o se adaptó porque estaba  plegado,  un cañón de mas o menos ,metro y medio de largo con un boca que empezó a vomitar fuego  contra las tropas  chilenas a quienes  batió  un buen  número de contingentes y el  resto huyó en estampida , muchos,  asustados ante el buf...  buf ,que resoplaba la caja blindada Luego, éste, enfiló hacia el maderamen del espigón y ,  dejo estupefacto a los que notaron, la torre de la máquina empezó a girar y apuntar  su  cañón sobre los barcos chilenos que nos sitiaban hundiendo a su  nave insignia y huyendo el resto en mal estado  La soldadesca peruana al ver que el sino estaba a nuestro lado bajaron del Morro y blandieron a sablazo limpio  a cuanto chileno encontraban. Triunfo completo.
Solo que , yo, sentado dentro del tanque ante el gozo de triunfo vi con pavor que el tablado del espigón no soportaba más el peso y fui succionado al fondo del mar.
Cuando desperté, asustado, estaba mojado.
¡Que casualidad¡ , pienso después,sentado en mi cama con la luz prendida, la laptop sobre mi regazo dispuesto a trasvasar este sueño irreal se da ,hoy, en nuestras fiestas patrias .

martes, 26 de julio de 2011

Tragedia y Reignauración el Estadio

Aquel venticuatro de mayo  de mil novecientos sesenticuatro
mi padre que solía trabajar los domingos medio día
vino presuroso almorzar a casa  y preguntó a mi madre
"¿dónde esta mi Chendo?¡le voy a llevar  al futbol¡"
Yo no estaba en casa,  jugaba a la pelota
en el campo Barbones con mis amigos de barrio
y no le había dicho a mamá el lugar,solo que salia;
 entonces, mi padre se fue sin mi, al estadio, temprano,
y poder alcanzar una entrada. Iba  jugar Perú vs. Argentina
 y poder alcanzar Perú una plaza para las olimpiadas,
 necesitabámos sólo un empate para los pasajes a Tokio
pero fue Argentina quién nos adelantó un gol
y lo mantenía hasta el último  minuto del partido
cuando Lobatón, puntero izquierdo peruano,
mete el ansiado gol y el estadio vuélvese un loquerío 
pero no contaban con el pito del árbitro Pazos
(¡cómo un sólo pitazo puede cambiar el sino de muchos¡)
anuló nuestro gol por posición adelantada.
Todo el público rechifló la sanción por errónea
y entre ellos el negro Bomba saltó el alambrado
a  tratar de pegar al árbitro, cosa que no consiguió
porque fue vareado por los policías de resguardo;
 entonces, la tribuna baja amagó entrar al campo
y la policía de asalto echó mano a las bombas:
y la gente por huir del gas lacrimógeno
se lanza frenético hacia las puertas de salida:
(éstas,  empiezan con los escapes en la tribuna
se baja la escalera empinada hasta la puerta calle)
pero las hallan cerradas y ese grueso de gente
es aplastada por la siguiente avalancha

Mi padre es de  carácter apacible. bueno,
núnca  ha gustado denostar desaforadamete
aún aprovechando  un tumulto para gritar;
al ver que el árbitro no iba cambiar su decisión
se propuso salir pero nadies se movía
en la tribuna norte, alta, donde él estaba,
los espectadores llenaban los pasadizos.
Cuando la policía empezó con lo del gas
éste se expande rápidamente a las populares
(las tribunas preferenciales  salieron indemnes,
¿porqué será, lo sencillo siempre tiene la de perder?)
y mi padre en ves de bajar a la puerta de  salida
toma la que conduce a los sanitarios,
para echarse agua a los ojos que le lagrimeaban
pero el gas invadió todos los recintos, por lo que.
se subió a un inodoro y con la cabeza al hueco de la ventana
respiraba el aire que daba   a la explanada norte;
en esos avatares calculó como media hora para, luego. salir
y se dispuso a bajar por las escaleras con los rezagados.
Pero los guardias  impidieron utilizarlas porque sabían
 el desastre  que habían ocasionado, pero callaban;
  exigieron , bajaran al campo por el destruido alambrado
lo cruzaran  y salieran por la puerta principal.
Así lo hizo mi papá ignorando  la gravedad del asunto.

Mi madre, escuchando su música vernácula en la radio
mientras planchaba mi uniforme para el día siguiente
se vio interrumpido  por un flash de último minuto:
¡Siete muertos en el estadio nacional por un partido...¡;
entonces, dejó todo cuanto hacia y bajó del cerro
hasta la parte baja, al paradero de la linea veintiséis.
 la última cuadra de la avenida Veintiocho de julio
a esperar, ansiosa y nerviosa a su marido
Cuando llegó y  él se apeó delante de ella
(hubiese querido yo transportar  el espacio-tiempo
 y ser espectador, unos segundos, de ese entrañable encuentro)
se sorprendió verla y pregunto"¿  qué haces aquí?"
y ella con voz suave, cariñosa como  susurro dijo:
-¿Nico, qué pasó en el estadio?
-Nada, perdió Perú ¡ árbitro de miércoles..¡
-¿No sabes que han muerto siete  personas?
-No, yo no he visto nada ...
Cuando llegaron a la casa oyeron por la radio:
¡Treinta muertos en el estadio¡( ya no eran siete)
e iba en aumento, cuarenta... cincuenta;
entonces. mi padre recién empezó a tiritar de miedo
conforme iba aumentando las cifras se puso a llorar
y agradecía al Señor de Cachuy  no haber bajado las escaleras
Y no repararon en mi que podía haber ido al estadio.
 Mi madre me vio salir con pelota y  mi amigo Jhony
podía haber dejado la bola, por ahí , e irme con Jhony al estadio
pero  sabían, a mis trece años  no salia del perímetro del barrio,
para salir había que tener dinero, no tenia. esto fue y no lo otro.
Cuando llegué a las ocho de la noche pensé que me iban a regañar
pero estaban tan afligidos que me informaron  lo que ya sabia:
venía escuchando en la pampa. en la subida, a los vecinos.
¡Ochenta... noventa... y pasaban de cien  , los muertos¡
Temerosa mi madre que su hermano menor haya ido al estadio
fue a su casa, vivía  en la primera cuadra de Antonio Bazo
casi frente a la puerta de emergencia del Hospital Dos de mayo,
 encontró a su cuñada que le dijo"No ha ido al estadio
pero ha ido a curiosear a la puerta de emergencia"
A los pocos minutos llega él. ensangrentado la camisa
-"¡Qué pasó Leoni ¡¿porqué vienes así?- preguntaron las mujeres-
-Nada-respondió-sino que no se daban abasto en el hospital
y tenia que ayudar bajar  los muertos,¡ al hombro¡,de las ambulancias.
Murieron esa fatídica tarde cerca a ¡cuatrocientas personas¡

Antes de ayer se reinauguró el Estadio Nacional de Lima
y esta remenbranza triste se me viene al punto
como si estuviera a flor, en la poza del subconsciente;
el autor de mis días está postrado en cama un año
no habla, no ve, sólo dos catéteres le mantienen en vida;
aunque parece, a ratos, escuchara Le cuento la remodelación del estadio
la pantalla led en una tribuna,las suites que  están en venta
las luces  inteligentes que  centellan más cuando la ovación es mayor
"Han quitado-le digo- la fosa circundante alrededor del campo
para que el público, como en Europa. esté cerca al gramado..."
Entonces. mi padre empieza a temblar, recuerda y balbucea miedos
(que torpe he sido) le abrazo y le digo que estoy exagerando
pero unas lágrimas bajan perezosamente por sus mejillas.

viernes, 22 de julio de 2011

Alcalá

Mi vida ha pasado ante mis ojos
como quién sentado en la sala
de espera de mi tienda vacía
apoyado al alféizar de la ventana,
ve diluirse el día cinabrio; y se lamenta
más o menos así:
A la torre de Alcalá  ya no iré nunca,
ni en góndola veneciana  atravesaré el canal
llevaré la ilusión de mi vida al arcano
tal vez ahí descubra lo que aquí no hallé;
además diré:
ni frotándome el  alma se entibia  mi cuerpo
además corroboraré
ni acabarme, una tarde,  se dignó la bala
cuando entraron asaltarme.

Un asiento para dos

Una pareja de jóvenes enamorados sube al bus
sus ojos reparan con avidez un asiento para dos
todos ocupados van aunque  hay unos disparejos

Ocupan , con pena, asientos  distantes
estiran sus brazos, aun así, para tocarse
entornando sus miradas en mutua adoración.

Atentos esperan  alguien se levante
y quede libre un asiento bipersonal
y lo ocupen, como así iba a suceder

Se detuvo el carro porque alguién bajó;
se levantaron de inmediato para ocupar
pero otro que subía por  la puerta de atrás
les  ganó sin saber  la necesidad que tenían

Por el chasco se ríen y menean la cabeza
prefieren , ora, viajar parados y abrazados
besándose contándose  sus cositas
sin importarles le mire los pasajeros

Yo, observador de cosas pequeñas
de impelente significado,
en la parte posterior sentado
a la ventana pegado
miro a través de ésta
mi archivo personal
si con alguna fulana
me pasó algo parecido
y el trayecto al trabajo
se me va haciendo menos aburrido.

martes, 19 de julio de 2011

Falta mucho para la hora



Para las siete y cuarenta y cinco de la noche falta mucho
Apenas son  menos de las diez de la mañana
Esta ansiedad por ver un partido de fútbol es el pago
A tantos años de frustración,
Si, tantos,  trece años, sin llegar a una semifinal –copa américa-
Casi treinta años sin ir  al mundial; che, no soy argentino
Estos no nos entienden a cada rato van ellos, su problema es ganar el mundial

Soy peruano, de los conos donde el fútbol es nuestra distracción;
Como decía Tongo en su música cerril " sufre peruano, sufre"
Nos estamos acostumbrando a esa tonada
Aunque  tenemos el consuelo: Lolo,  Toto, Cubillas Algo es algo
No somos Venezuela que recién entra a tallar
No tiene pasado en hazañas de fútbol. Nosotros sí
Colombia aprendió fútbol de Magallanes, Cueto, por ejemplo,
A Ecuador siempre le goleábamos y con suplentes
Nosotros si tenemos legajo que tendemos añorar
Es por eso,  a mis sesenta años espero  la gloria vuelva
Sí,  es cierto, gocé con México 70,  78, el 82
¡Pero mis hijos!, y los millones de jóvenes sobrinos ¡Nada, no tienen ese placer!
 ¡Quieren ver a nuestra selección en un mundial ¡Ya es hora carajo! O, por lo menos ganar la Copa América

Sé también, muchos peruanos  defenestran nuestro fútbol
Cansados ver la esperanza  quebrada repetidas veces
Lo mandaron al diablo hace rato, ora allanan otras distracciones
¿Quién no ha tenido como compañero de clases un mongo
o un chancón que no quería saber nada de fútbol?
Ellos pues son hijos de algunas familias  que no quieren saber nada de ello

En mis hijos, incluso, hay uno que prefiere quemar  pestañas estudiando
que cuando gritamos (a mis otros hijos si les gusta)  nuestro gol
reniega y dice "¡Cállense ,caramba, dejen estudiar!"
Son los genes de la frustración que vienen volando
Mi hija , del segundo piso, dice  “¡No hablen lisura!”
Cuando con nuestros goles nos sale el callejón

Todo se lo debo a mi padre que de niño me llevaba al estadio,
Desde la última cuadra de la avenida Veintiocho de julio, La Victoria,
Tomábamos la línea 22, buses azules de la GM,
Nos bajábamos en la avenida Manco Cápac
-Había un cordón policial que no dejaba pasar los carros-
y  de allí mi  padre empezaba a correr jalándome de su brazo
por la amplia vereda de la plaza hasta alcanzar la calle José Gálvez
Entrada en mano, las gradas subíamos apurados
(No sé porque tanto  apuraba si aún faltaba una hora
 Es que todos se apuraban y nosotros hacíamos igual)
Entonces  me  bañaba de luz los reflectores que apuntaban al campo
Paño verde, mesa de billar parecía, me encandiló la retina para siempre

 Pobre mi viejo, no por lo pobre tenía su casita de varios pisos
 Sino por la postración que pasa con la sonda naso gástrica
Sus alimentos y otra sonda que le desagua  la orina,
Pobre mi viejo, tanto gustaba ver  fútbol por televisión hasta hace un año
Se quedó ciego, le dio derrame, tarjeta roja a su juicio

Ayer llegué a su casa y le dije: ¡Papá, Papá ganó Perú a Colombia!
¡Pasamos a semifinales! Nada, nada,  está en otro mundo

Por eso, Guerrero, Vargas y los otros, rájense por el Perú
Ganen la Copa América, tal vez, así, mi padre vuelva a la vida…
__