sábado, 26 de diciembre de 2020

Nuevo Titanic

 Un segundo Titanic se está construyendo en China y completará la ruta del original en 2022

Publicado:

24 oct 2018 14:57 GMT



Para evitar el destino de su precursor, la réplica del legendario trasantlántico contará con las más modernas tecnologías de navegación y seguridad.

Un segundo Titanic se está construyendo en China y completará la ruta del original en 2022 

El transatlántico británico Titanic, naufragado en abril de 1912.

Science Museum / www.globallookpress.com

Una copia del legendario transatlántico británico Titanic se está construyendo actualmente en China, informa USA Today. Se planea que la réplica, bautizada como Titanic II, realice su travesía inaugural, de dos semanas de duración, en 2022.


El barco tendrá el mismo diseño del interior que el original y navegará inicialmente de Dubái a Southampton (Reino Unido), desde donde partirá hacia Nueva York (EE.UU.), repitiendo así la ruta del primer Titanic, que zarpó con infausto final desde la ciudad británica el 10 de abril de 1912.


El proyecto estuvo estancado durante varios años a causa de una disputa financiera, pero ahora la compañía constructora, Blue Star Line, acaba de anunciar su reanudación.


Se estima que la creación de la réplica costará 500 millones de dólares. El nuevo barco tendrá casi la misma capacidad de pasajeros que el original, 2.400 personas, y 900 miembros de tripulación.


El hombre que pudo ser responsable de la catástrofe del Titanic (y no iba en el barco)

El hombre que pudo ser responsable de la catástrofe del Titanic (y no iba en el barco)

Para que no se repita la tragedia, el Titanic II nave contará con las más modernas tecnologías de navegación y seguridad y tendrá una provisión suficiente de botes salvavidas.


"El barco seguirá el viaje original, llevando pasajeros desde Southampton a Nueva York", dijo a MSN el presidente de Blue Star Line, Clive Palmer, "pero también dará la vuelta al mundo, inspirando y fascinando a la gente mientras atrae atención inigualable, intriga y misterio en cada puerto que visite".




viernes, 25 de diciembre de 2020

Respecto a una fotografía que me enviaron

 



En primer plano se ve la pampa aún con desmonte, luego lo aplanaron y dio paso

exactamente a La pampa donde niño, yo, jugaba a la pelota con Nico, Reymundo, Lucho, Jhony , Amado, Cheto, los dos hijos de Billón, el que jugaba con soporte ortopédico de fierro (me olvidado su nombre)

           

 Un  poco de historia:

La pampa  antes que fuera llamado  Séptima zona era hacienda de los agustinos desde la iglesia Los barbones -última cuadra de la avenida Grau- hasta las faldas del cerro. Sus moradores eran  negros que sembraban productos de pan llevar.


En la invasión del 45’  los  migrantes de la sierra ocuparon, primero,  los cerros de 

el Agustino , San Pedro y San Cosme debido a que Lima  era muy chica para  tanta gente que empezaban a llegar de la sierra.


Cierto, había chacras, terrenos eriazos  en Santa Anita, Salamanca, San Luis, por todo sitio alrededor de Lima pero nadie podía invadir porque tenían dueños y si unos lo hacían lo sacaban a balazos la policía. Entonces invadieron los cerros.


Esta foto debe ser del año 50, antes que me llevaran a vivir allí porque no se ve la casa del “chileno”, de “cholitin”, de Medina; y el local comunal está a medio construir, sin embargo, se nota la cruz que luego llevaron al arriate encima de tu casa.


Bajando el local hacia la carretera Marcelino Torres   se ve un grupo de casas de estera que obstaculizan la calle y curvan la carretera.

Ese grupo de casas eran de negros, supongo que desalojados de los corralones de la pampa por los que se dedicaban a empadronar y traficar lotes.

Esa ralea de casas tenía un pasaje abierto por donde niño solía curiosear, en efecto, todo eran familia morenas.


Te cuento, en tiempo de navidad en un día 24 a eso de las siete de la noche salía de ese cama de casas niños zapateadores, morenitos todos, vestidos de blanco con doble banda en el pecho adornado con lentejuelas, espejos, pedrería, con sombrero de copa alta.

Acompañado por un violín empezaba la ronda villancica, acompasados cada integrante con una campana y una especie de chicote que tomaban por las puntas y acompañaban el zapateo con gracia y energía. Se detenían y cantaban una tonada algo así:

“mi mama me entregó al niño Jesús…” y reanudaban el zapateo.


Bajo la dirección de un caporal mayor que iba adelante.


La pallita de morenitos danzaban de frente hasta la entrada del barrio:

el pilón*

la línea del tren que venía de Atocongo

la sequía que venía de Santa Anita*


Luego regresaban. A la altura del colegio amarillo 581 -parte trasera- bajaban por el talud a la pampa hasta la posta antigua -en cuya pared grande se veía películas al aire libre- que ya no existe, y regresaban a la tanda de casas  donde había un nacimiento negro y las señoras morenas daban  chocolate y dulces a los bailantes y vecinos.


¡Cómo no reconocer esta foto, primo!

¡ feliz navidad!


_

*primera cuadra de la actual avenida Riva Agüero del distrito El Agustino


Pastoras de Huañec

 




DANZA PASTORAS DE HUAÑEC DE YAUYOS DE LIMA
(Monografia, Reseña, Glosa, Audio y Video)

DEPARTAMENTO: LIMA
PROVINCIA: YAUYOS
DISTRITO: HUAÑEC
COMUNIDADES: HANANYAUYINOS Y YAUYINOS
GENERO: COSTUMBRISTA

BREVE DESCRIPCIÓN DE LA DANZA HUEÑEC DE YAUYOS DE LIMA

La historia de las pastoras de Huáñec o "Huañas" es muy antiguo, se remonta la época incaica, cuando en Huáñec ya existia un poblado, que fue fundado por Tupac Inca Yupanqui.

Las mujeres de Huañec, llamado también "huañas" vestían en su mayoría un cotón verde con anacos azules, adornadas de flores en la cabeza y con azucenas, flores naturales atadas a una vara, así danzaban al compás de flautas en homenaje a las primeras lluvias de Diciembre y enero, sobre el fresco barro que daba inicio a la temporada de siembras. Esta danza era por lo tanto de estricta gratitud a las lluvias, que daban vida al suelo serrano.

Con la llegada de los españoles, se produce, el sincretismo religioso, es decir se sobrepone criterios religiosos europeos sobre los creencias incaicas. Así por ejemplo, ante la creencia de los incas en la protección de los "Apus" o cerros, se ordena colocar cruces en la cima de los cerros considerados "Apus" y ante éstos danzaban las "huañas" que era de gratitud a la lluvia se sobrepone el nacimiento de Jesús (Navidad) que coincidía por aquellas fechas.

A partir de entonces se llaman "pastoras" por la adoración ante el nacimiento.

Sin embargo el nombre de "Huañas" todavía subsiste en muchos pueblos como Viscas, Omas, etc. Lo que demuestra su origen en Huáñec.

La danza de pastoras ha ido adquiriendo distintos matices ya sea en el vestuario, en el ritmo de la danza, en la coreografía, etc. Sin embrago, en esencia es un baile alegre, perteneciente a un rito, en la antigüedad pagano a las lluvias, y en la actualidad al nacimiento del niño Dios.

La Municipalidad de Huáñec ha declarado a la danza de pastoras o "Huañas" Patrimonio cultural, producto de un proceso de mestizaje y carácter sincrético propio de la historia del Perú. No es de ninguna manera invento personal de alguien y menos de los últimos años.

Es por ello, que cada año se renueva esta costumbre en Navidad y Año Nuevo con la danza que realizan las pastoras de los cuatro barrios de Huáñec: Asturias, León , Gales y Granada.








 Fuentes:
 http://wwwhananyauyos.blogspot.pe/2015/01/fiebre-de-pastoras-yauyinas-con-la.html


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Enviado por reynaldo escoque 
Etiquetas: DANZA PASTORAS DE HUAÑEC DE YAUYOS DE LIMA
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miércoles, 23 de diciembre de 2020

Michael Chabón


La ascendencia judía del escritor estadounidense Michael Chabon, premio Pulitzer 2001, ha marcado su obra hasta que un viaje a Israel y los Territorios palestinos ocupados le hizo cambiar de perspectiva y criticar, sin ambages, la ocupación.
Un viaje en el que se dio cuenta de "la verdadera naturaleza" de la ocupación israelí, cuenta en una entrevista telefónica con la AFP a su regreso a Estados Unidos.
"Parte de lo que lo hace especialmente horrible para mí y distinto del 'apartheid' es que lo están haciendo los judíos y yo soy judío", dijo a la AFP por teléfono después tras el viaje del mes pasado.
Michael Chabon, de 52 años, autor de las "Extraordinarias aventuras de Kavalier y Clay" sobre dos primos judíos antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial ya había visitado Israel en 1992. Pero no empezó a preocuparse por la ocupación hasta que su esposa, la israelí Ayelet Waldman, viajó al país hace dos años. Este viaje "le abrió los ojos" a ella, también escritora, explica Chabon. A raíz de eso el matrimonio comenzó a militar contra la ocupación israelí. En abril organizó una visita a la Cisjordania ocupada, para escritores estadounidenses. Lo hizo en cooperación con "Breaking the Silence", una oenegé israelí que ofrece a los soldados la posibilidad de denunciar de forma anónima los atropellos cometidos por el ejército en la zona.
Así fue cómo hablaron con palestinos de Jerusalén Este y de varias aldeas de Cisjordania.
Israel ocupa Cisjordania desde 1967 e impone restricciones a los 2,5 millones de habitantes palestinos, además de construir colonias consideradas ilegales por la ONU. También anexionó Jerusalén Este, que los palestinos quieren convertir en la capital de un futuro Estado independiente.
Aunque se retiró de la Franja de Gaza, la comunidad internacional considera que este territorio sigue bajo ocupación debido al control exterior ejercido por Israel, que lo somete a un bloqueo draconiano.
La perspectiva de un Estado palestino independiente formado por Cisjordania y Gaza con Jerusalén Este como capital parece más lejana que nunca, y la colonización continúa.
En una entrevista con la publicación judía estadounidense Forward, Chabon dijo que la ocupación es la "injusticia más grave" que ha visto nunca.
Estas declaraciones han suscitado reacciones en Internet. Michael Chabon "no ha visto gran cosa en su vida", tuiteó Arsen Ostrovsky, uno de los principales defensores de Israel en las redes sociales.
El escritor no retira nada de lo dicho, aunque entiende que les moleste que las críticas provengan de un judío estadounidense.
"Que personas que pasaron por una persecución tan horrible y prolongada, den semejante giro y finalmente opriman a otro pueblo a un nivel burocrático tal es de alguna manera para mí mucho más desalentador que el apartheid -por horrible que fuese el apartheid- y con esto no intento minimizarlo".
Michael Chabon asegura que no es hostil al Estado hebreo. "Yo era tan parcial a favor de Israel, y creo que todavía lo sigo siendo en algunos aspectos, que prefería ignorar" la ocupación, declara.
"Es lo único que se puede hacer si uno quiere aferrarse al apoyo a Israel: ignorar (la ocupación). El gobierno (israelí) lo sabe y por eso se esfuerza tanto en ocultarlo e impedir que la gente, incluidos los israelíes de a pie, lo vea", destaca.
El gobierno israelí no ha reaccionado a las declaraciones de Michael Chabon.
Él y su esposa publicarán un libro escrito por 25 escritores estadounidenses sobre la vida bajo ocupación israelí. Los beneficios de las ventas serán para "Breaking the Silence" y para una oenegé palestina.

domingo, 20 de diciembre de 2020

caminar entre las Torres Gemelas: el Funambulista Petit Philippe

Philippe Petit, el hombre que cruzó las Torres Gemelas en la cuerda floja
El equilibrista francés hizo historia en 1974 cuando caminó entre las Torres Gemelas por casi una hora. Su impresionante historia todavía da de qué hablar.

Philippe Petit el equilibrista que caminó entre las Torres Gemelas  Petit paralizó Nueva York en 1974, cuando llevó a cabo el conocido 'crímen artístico del siglo XX', caminar entre las Torres Gemelas, en su punto más alto, por 45 minutos. 
Philippe Petit se ganaba la vida en las calles de París haciendo malabares hasta que a sus 18 años un aviso en un periódico, que anunciaba una construcción sin igual en Nueva York, cambió su vida. El francés, que en ese momento perfeccionaba las artes de caminar la cuerda floja, cortó el pedazo de periódico y lo guardó. Petit describe la escena en el documental Man on Wire (2008) y confiesa que en ese instante descubrió su sueño. El aviso mostraba cómo serían las futuras Torres Gemelas, las comparaba con la Eiffel, y le señalaba el lugar que esperaba para pasar a la historia. Las edificaciones no existían aún, lo que funcionaba a su favor pues le daba tiempo para planear. Seis años después, en 1974, cumplió su cometido.

El francés no deja de elogiarse a sí mismo cuando habla de su vida. Sabe que aun con el pasar de los años sus hazañas sorprenderán a propios y extraños. El escritor neoyorquino Paul Auster quedó maravillado, y luego de conocer al francés en 1980 tradujo al inglés su libro To Reach the Clouds (Alcanzar las nubes), que el director alemán Werner Herzog llamó un “manual de instrucciones para los que algún día pretenden lo imposible”.


Precisamente, ese relato de Petit inspira la película En la cuerda floja (2015), del director Robert Zemeckis. La cinta retrata con una perspectiva hollywoodense la hazaña de Petit en la cuerda floja cuando caminó entre las Torres Gemelas y paralizó la Gran Manzana un nublado día de agosto. Por casi una hora, decenas de transeúntes quedaron pasmados mirando hacia arriba mientras Philippe, acosado por la Policía y gozando el momento, iba, venía, se arrodillaba y acostaba sobre un cable de hierro, sin protección, a 411 metros de altura.



El director James Marsh plasmó la historia desde otra perspectiva en el documental Man on Wire (2008), por el que ganó un premio Oscar en 2009. Y si bien la crítica ha sido dura con Zemeckis y con el protagonista Joseph Gordon-Levitt, nadie se había atrevido a mostrar lo que Petit vio desde el techo del mundo. Después de todo, ninguno de los asistentes de Petit grabó video ese agosto de 1974. Zemeckis también hace de su película un homenaje a las torres, que desde 2001 solo persisten en la memoria y cuya destrucción afectó al francés sensiblemente. “Es difícil compartir lo que sentí, tenía una relación íntima con ellas”, dijo Petit al diario The Observer en 2014, “¿Cómo hablar de las torres cuando murió tanta gente? Es difícil, pero esas torres eran humanas para mí”.





Philippe Petit tuvo problemas en la infancia: en los muchos colegios por los que deambuló sus profesores le criticaban sobre todo su falta de concentración, y sus padres nunca fueron una influencia en su vida, los llama una “entidad ausente” de la que prefiere no hablar. Pero él tenía sus propios planes. A los 6 años se enamoró de los trucos de cartas, desde los 13 adoptó el malabarismo y a los 16 se convirtió en equilibrista. De pequeño pidió consejo a magos y malabaristas y aprendió la importancia de la fluidez en los movimientos para alcanzar la perfección. Con esa enseñanza a cuestas, Petit ha afirmado muchas veces que desde entonces tuvo pocos guías y que él mismo fue su mejor profesor.

Como una condición inviolable de su arte, Petit respeta casi a nivel místico los espacios que atraviesa en su cuerda floja. Y si bien ha realizado legalmente muchos de sus trayectos, el precio de la inmortalidad para este hijo del peligro también se mide en sus arrestos. El francés de 66 años de edad asegura haber caído en manos de la Policía más de 500 veces por perpetrar su especial tipo de crimen, que no lastima a nadie y solo pone en riesgo su propia vida.

Ese respeto al espacio y esa omisión de las leyes marcaron la pauta a Petit y a sus ayudantes cuando empezaron a darse a conocer en los años setenta. Extendieron su cuerda floja en edificaciones icónicas y le permitieron al funambulista recorrer trayectos espectaculares. En 1971, varios diarios parisinos registraron su nombre luego de que caminó entre las torres de la catedral de Notre Dame. Dos años después, en 1973, lo hizo en el Harbour Bridge de Sídney, Australia, y sin perder impulso dio rienda suelta a su magnum opus en las Torres Gemelas de Nueva York.

Los pormenores de esa hazaña son impresionantes. Petit preparó el ‘crimen artístico del siglo XX’ junto a dos colaboradores cercanos, Jean-Francois Heckel y Jean-Louis Blondeau, pero también incluyó a dos estadounidenses y a un australiano que no eran de su entera confianza. Según cuenta Annie Allix, su compañera sentimental en ese entonces, Petit miró obsesionado un sinnúmero de películas de ladrones de bancos para pensar como un transgresor. A esto sumó trabajo de campo, visitó el lobby de las torres decenas de veces, tomó nota de los comportamientos de la gente, de los guardias, y de todo movimiento que pudiera ayudar o poner en peligro la operación.

Pero la divina providencia también jugó su parte. En el lobby de una de las torres, Petit se topó con un hombre que trabajaba en los pisos más altos y que lo había visto actuar años atrás en las calles de París. Este decidió ayudar a Petit a entrar al edificio. Cuando llegó el día, Petit y sus colaboradores se repartieron en dos grupos. Milagrosamente, con una mezcla de sigilo y suerte, los dos grupos llegaron al piso más alto de su respectiva torre con todo el equipo necesario en el ascensor de carga. Esperaron toda una noche, de lado y lado, a que los vigilantes dejaran sus rondas y en la madrugada lograron asegurar el cable. Cuando los obreros empezaban a llegar para seguir la construcción, pues los pisos de arriba aún estaban en obra, Petit dio el primer paso hacia el infinito con su pie izquierdo.


El carácter individualista de Petit se hizo evidente justo al cumplir la gesta. Por razones poco claras, después del acto que le dio reconocimiento mundial dejó atrás las relaciones más significativas que tenía. Atrás quedaron su novia y su más cercano colaborador. Vinieron decenas más de caminatas, entrevistas, libros, charlas TED, documentales y películas. Hoy sigue vivo, coleando y expresando sus virtudes como en sus primeros días, y nadie se lo podrá criticar.



Petit, de 66 años, se mantiene vigente. Publicó su libro más reciente en 2014 y ha dado charlas TED. También se aseguró de instruir a Joseph Gordon-Levitt en la preparación del papel. Durante dos semanas trabajaron juntos y el trabajo rindió frutos, el actor logró dominar la cuerda floja.
Antes de asumir una caminata en el Gran Cañón del Colorado, en 1999, Petit dijo a la revista The New Yorker: “Me preparo reduciendo la incidencia de lo desconocido y también definiendo mis límites. Si me creo un héroe invencible, pago con mi vida. Debo ser respetuoso con el espacio, que ni conquistaré ni dominaré. Pero si camino de forma artística, con poesía, con sentido, como asumiría una obra de teatro o una ópera, entonces puedo inspirar a alguien más”.